Mi nombre no será importante mencionarlo desde el inicio de esta historia, solo soy un simple espectador de lo que sucederá si decides continuar estas páginas.
Me equivoqué miles de veces por obtener lo que quería, soñaba y el dejarme creer lo que me pintaban con simples relatos. Viaje por ver el mismo e idiota sueño, que mi primo me decía en los simples correos que me enviaba, presumiendo lo que un americano podía tener. Olvidemos eso, eso es otra historia.
Entraste por que acabas de leer un nombre que reconociste de inmediato y no dudaste en saber qué es lo que venía. Bueno, eso fue lo mismo que me condujo está vez contartelo cuándo todo esto sucedió. Si estás preparado para esto...bueno, esto será pan comido.
Liberty City, ha llegado la temporada de empleos mal pagados pero oro para los ingenuos. Ha creado demasiado movimiento en los puertos de la ciudad, entregas, llegadas, dinero y armas, negocio principal para el sustento de este país. Aquí es donde todo inicio para el par de jóvenes que llegaban en el primer barco que sarpó de México sorprendidos por la belleza única de las noches llenas de luces urbanas.
Ambos habían dejado su país en busca de un empleo mejor, su familia estaba pasando por una crisis económica muy fuerte, su dejarles ganancias en su negocio, sin tener algún plato para comer. Varios miembros ya se había ido a buscar otros lugares para poder sustentar su hogar, pero lamentablemente, habían perdido rastro de lo que les había sucedido.
Miguel Rivera había cumplido los 22 años de edad y ya había tenido experiencias en varios trabajos, sin embargo, hubo un momento en que mancharon su imagen culpandolo de delincuencia y vandalismo en su pueblo, dejándole sin tener opciones para seguir laborando. Su primo Marco de la Cruz mayor por un par de años, lo había convencido de seguir el "sueño americano" en la ciudad de Liberty City, ya que uno de sus amigos le había conseguido un buen contacto quién les daría empleo de inmediato con muy buenas ganancias.
Sin dudar, salieron de Santa Cecilia para irse a las costas de Veracruz, tomando de inmediato el primer barco que sarpaba a Liberty City. Ahora ya estaban aquí, en un mundo desconocido, gente con dobles intenciones, pero para ellos ya no había marcha atrás, debían ayudar a su familia.
- Ya hemos llegado- dijo un hombre de edad mayor quién era el capitán del barco- espero que tengan la misma suerte acá. Lamento haberlos puesto incómodos en las cajas de la mercancía.
- Na, ya era de esperarse por la migra marítima.- habló Marco quién se estiraba, Miguel veía con asombro todo el lugar, se podía notar la emoción de bajar de inmediato y andar curioseando por alli- Bueno primo vamos ahuecando el ala. Debemos ir a la puerta principal del muelle, allí iban a venir por nosotros.
- Oye Marco, ¿Qué tipo de trabajo nos recomendó el Beto?
- No sabría decirte, sólo dijo que allí nos ayudarían con andar de choferes o algo así...
- Nunca confíe tanto en el Beto, toda Santa Cecilia sabían que andaba en mala pata.
-Animate Miguel, dudo que nos meta tanto en esos embrollos. Lo que más importa ahora en ganar unos cuántos morlacos para enviárselos a Coquito.
- Tienes razón - dijo Miguel recordando a su hermana menor que ahora más necesitaba de su apoyo, pero, su mirada se enfocó a un sujeto vestido de un traje negro frente aún auto negro, parecía estar recién sacado de agencia. Los dos mexicanos se miraron entre sí al ver aquél extraño, de pie esperando a alguien en particular.
-¿De la Cruz y Rivera?- dijo aquél hombre.
-Si...¿Quién es usted?- preguntó el menor.
-Me mando el joven Alberto Nañez en su búsqueda. Seré encargado de llevarlos a su nuevo trabajo con la señorita Yami.- ambos se sorprendieron al ver que este hombre de vestidos galantes venía exactamente por ellos, sin más, subieron al auto sin decir ninguna palabra más.
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Liberty City
FanfictionLas desiciones que se toman pueden tentar demasiado tu vida y a los demás. Miguel y Marco, dos inmigrantes, llegan con la ilusión del sueño americano a Liberty City. En busca de una buena vida caen presas del negocio de la mafia. Sin saber que el...