Nota: la canción la pueden empezar a escuchar cuando vean ** uwu❤️❤️ y si quieren ambientarse más pueden repetirla las veces que quieran. Así que aquí vamos!
Advertencia: contenido r+18, verlo lejos de ojos paternos, hermanos menores o personas ajenas que no sepan de su amor por la ship xD. 😚😎
Pov Hiro
¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Desde cuándo accedí en caer en su adicción? ¿Porqué estoy a entregarme por completo? Todo eso ya no importa.
Ya aquellos simples besos se habían transformados en más necesitados. Nuestros cuerpos ya habían aumentado la temperatura, el sofá ya no era suficiente, necesitaba aire pero él aprovechaba cada instante para robarlo.
-Miguel...espera...-jadeaba con dificultad, pero él no dejaba de hacer sus roces por mí. Mi razón estaba perdiendo la batalla en ello, no comprendía porque habíamos llegado a este momento. De inmediato, sentí que su mano pasaba por mi camisa, al instante mi piel se erizo al sentirlo recorrer mi torso con tanta delicadeza. En mi cabeza vagaban todas las expresiones de Miguel desde el primer momento en que lo conocí pero de esta noche era una excepción, única y que no a cualquiera podría verlo. Sin embargo, reaccioné cuando su mano había cambiado de dirección hacia mis pantalones.
-¡M-Miguel!- tomé su mano rápidamente deteniendo lo de golpe. Me miró sonrojado y jadeante, sabía que se molestaría en cualquier momento y me echaría a la borda, abandonandome. También he sido así con las chicas que me topó en los bares, ellas pidiendo una vez más o que acceda a tener sexo con ellas. Así es, con las chicas no he ido más allá que un simple resbalón de toqueteos y lograr llegar al extasís sin necesidad de hacerlo. Nunca había dejado que un tipo de solo un par de horas se llevará mi virginidad, pero, aquella noche que estaba ebrio, mi decisión estaba fijada en Miguel. Aún sin saber que mis sentimientos habían nacido por él.
-¿Pasa... algo?- me sorprendí al ver qué estaba preocupándose por mí. Demonios, son un idiota en sacar conclusiones sin sentido.
-No...solo...que...
-Hiro...por favor...-agachó su mirada un poco intentando recuperar su aliento.- no sé que ...pienses sobre mí pero...hoy está noche...déjame comprenderte por completo. Anoche pude ver tu sufrimiento. ¿Me dejarías tomarlo y echarlo lejos de ti?...
-Miguel...pero...aún no me has escuchado...lo que...-de nuevo volvió a fundir sus labios con los míos.
-Ya no digas más... Hiro...- dijo por última vez cuando sentí que me tomó para levantarme y llevarme a la cama. Sus labios no dejaban de estar junto a los míos, cuándo caímos en la cama, por error dejamos caer mi despertador y de inmediato se colocó en una estación al azar, una melodía lenta y llena de pasión sonó. Pude reconocer aquella canción, "Señorita" una de las que estaban más de moda en la ciudad, Leo nunca deja de cantarla en la oficina. Nunca había dejado que su ritmo me envolviera dejando que todo se convierta en sentir solo placer.
-¿No te gusta esa canción?...-habló Miguel sonriendo ladinamente, sin embargo no dejaba de besar mi cuello.
-N-no...es eso...es...que..jamás me agradado ese ...ahh...tipo de música.
-" Y cada toque es un uh la la la~"...a mí me encanta...- me sonroje al escuchar aquella voz melodiosa que salía de sus labios. Ya lo había escuchado algunas veces por la mañana, pero siempre pensé que se trataba de la radio de mi vecinos. Así siguió cantando cada parte de aquella melodía cerca de mi oído, su mano volvió a bajar a mis pantalones. Estaba a punto de detenerle, cuando tomo mis manos y las coloco arriba de mi cabeza.
Pasó por mis caderas lenta y cariñosa, hasta que llegó a mi entrepierna. Mordí mis labios para no dejar escapar un jadeo, ya estaba demasiado duro para no evitar gemir en segundos. Me miró y relamió sus labios, yo solo lo observaba con nerviosismo como sonreía con tanta malicia, ya se había dado cuenta que ya me tenía ante él. Comenzó a frotar mi miembro a través de la tela, podía sentir como apretaba y acariciaba de arriba hacia abajo. ¡Dios! Ya no podía ver aquella imagen de amigo cuando me está haciendo caer en esta nueva sensación. Había estado con chicos, pero, solo me bastaba con besarles y dejarlos de nuevo en las calles. Para ser un investigador tan famoso, no tengo tanta experiencia ser como un amante.
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Liberty City
FanfictionLas desiciones que se toman pueden tentar demasiado tu vida y a los demás. Miguel y Marco, dos inmigrantes, llegan con la ilusión del sueño americano a Liberty City. En busca de una buena vida caen presas del negocio de la mafia. Sin saber que el...