Nota: La música la pueden reproducir cuándo vean **, ya si les gustaría escuchar la veces que deseen tienen todo el derecho jeje :D , sin más, continuemos...
"Lo que tomas por pasión, jamás volverás a soltar"
Pov Miguel
Los besos habían aumentado de nivel, el aire poco a poco se esta yendo de nuestros labios. El calor me invadía en cada roce que Hiro pasaba por mis mejillas, se estaba impregnando en mi piel; haciendo que el deseo de no dejarle fuera más y más intenso. En mi vida estando en México jamás había estado en este tipo de situaciones, todas con las que había estado de novio, no me hacían sentir de esta forma. Pareciera que algo dentro de mi estuviera saliendo, una parte que yo desconocía y que ahora este chico lo estaba sacando con sus afectos.
Las olas del mar golpeaban haciendo que todo a nuestro alrededor desapareciera, el sonido de nuestros labios ayudaban a perder el pudor entre ambos, sin embargo, había algo que me estaba carcomiendo desde un inicio.
"¿Porqué no intentas distraerlo tantito?"
Las palabras de Marco me estaban clavando en mi mente, ese era el plan, hacer un lado al chino para no levantar más sospechas, mi primo ya lo tenía bajo la mira. Pero, si hubiera sido el caso, creo que ya hubiéramos estado tras las rejas desde un principio en que cruzamos las miradas. Entonces, ¿Porqué me duele tanto el corazón por hacerlo?, yo no quiero jugar con sus sentimientos, aún lo sucedido con Gary me tiene de esta manera. Además con Hiro, me he sentido tan en calma, se ha convertido en mi fuerza, mi arrullo cada noche, él ya se había convertido en parte de mí.
-M-Miguel...-se separó un poco del beso, sus mejillas estaban totalmente rojas. Podía oír sus leves jadeos salir de sus labios, pasé mis manos por su rostro y dejé un pequeño beso en su frente.
-¿Qué pasa mi chinito chulo?...
- Es solo que...¿No crees que alguién venga aquí?...
-Jajaja, ¿Tienes miedo a que nos encuentren así?- solo se quedó en silencio, podía notarlo algo nervioso, amó cómo ese color carmesí pinta su rostro, dejándolo ver totalmente vulnerable. Estaba a unos escasos segundos de dejar un beso de nuevo en sus labios, cuándo se escucharon no muy lejos de nosotros motores de motocicletas. Hiro sin dudar se bajó de mí y miró de dónde provenían, yo estaba algo desconcertado con lo que estaba acercandosé.
Llevé mi mano a mi costado derecho y sentí el frío metálico de mi arma, si estos tipos venían a dejar sus "mensajitos" para la patrona, no dudaré en comenzar a disparar. Sin embargo, sería bastante problemático mostrarme así ante Hiro, en verdad estaría en buena metida de pata. Solo eran cuatro tipos en motos los cuáles no dudaron en colocarse enfrente de nosotros. Hubo un silencio algo incómodo, los tipos no decían nada y solo nos reflejabamos en los visores de sus cascos. Yo solo estaba esperando que hicieran algo o algún movimiento, lentamente tomé la iniciativa de bajarme del auto, levanté mis manos para darles señal de que no estaba planeado en meterme en problemas, no aún.
-Oigan...no sé que es lo qué quieren, pero si desean que nos retiremos estamos dispuestos a hacerlo...- dije mientras les mostraba una leve sonrisa, aunque dentro de mí estaba ansioso de mandarlos a volar de inmediato. El silencio siguió y no parecían moverse, miré a Hiro de reojo para hacerle un señal de que entrara al auto, asintío y sin dudar lo hizo.- Bien...creo que debemos irnos ahora...¿Cierto?- comencé a caminar hacia el asiento del conductor, ni por un segundo me dediqué a darles las espaldas, pero, cuándo estaba a punto de tomar la manija de la puerta uno de ellos habló.
- Supongo que Gary estaba tan atraído a los idiotas como esté. - el tipo que habló llevó de inmediato a su bolsillo trasero y sacó un arma apuntandome directamente a mi cabeza.- Pero, creo que debemos dejar en claro que ya sus negocios de él no pueden estar en nuestro territorio.
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Liberty City
FanfictionLas desiciones que se toman pueden tentar demasiado tu vida y a los demás. Miguel y Marco, dos inmigrantes, llegan con la ilusión del sueño americano a Liberty City. En busca de una buena vida caen presas del negocio de la mafia. Sin saber que el...