- 05 Ley de Atracción-

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Pov Hiro

<<Noticia de última hora, el dueño del más famoso "Bad Girl" centro de diversión para adultos, acaba de fallecer en las instalaciones del Hospital general de Liberty City. Después de lo ocurrido en la noche anterior, el negocio fue atacado por un par de desconocidos enmascarados dejando algunos heridos por el lugar. Hasta ahora el reporte del departamento de policías de la ciudad, no tienen conocimiento sobre estos atacantes, sin embargo, tienen una ligera sospecha que sean miembros de élite de la mafia...">>

No dejé que el televisor diera las noticias siguientes, por lo cuál tuve que apagar, era más que suficiente de aquella nota de la mañana. Suspiré algo cansado, me dolía demasiado la cabeza, creo que beber cansado sube de inmediato las copas.

Me moví lentamente de mi cama para dejar el control del televisor, sin embargo, sentí como una brazo me tenía acorralado de mi cintura. A mí costado había una mujer, supuse que era una del bar, por suerte solo estábamos con cuántas ropas puestas. Aún estando yo ebrio nunca puedo llegar al final de todo.

Me di cuenta que no estaba en mi habitación de mi otra casa en los barrios bajos, sino en el otro departamento. Me levanté para ir a beber un poco de agua para poder reaccionar un poco, me recargue en el pretil de mi cocina y me quedé pensando sobre lo ocurrido.

La imagen de mi vecino Miguel había pasado por mi mente, estaba seguro de que allí estaba junto a su primo, pero lo extraño fue que al iniciar el tiroteo los había perdido de vista. ¿Porqué estarían ambos allí?

Puede ser que ambos hayan querido divertirse, pero, pude notar un extraño nerviosismo en su rostro. O solamente debió ser mi ebria imaginación, ya había ido antes de llegar allí por unos tragos así que, pudo haber sido una probabilidad de ello.

Seguí bebiendo mi vaso de agua y miré a través de la ventana. Escuché que la chica se había levantado y comenzó a recoger su ropa, ya estaban acostumbradas muchas por aquí que evitó dirigirles la palabra después de una noche. No tardé en escuchar en que ya había salido de mi departamento, cuándo de pronto sonó mi teléfono.

-¿Si?- respondí masajeando una de mis sienes-.

-¡¿En dónde chingados andas, Hiro?!

- Agh...no grites tan fuerte Leo...

-¡¿Cómo que no grité tan fuerte?! ¡Tú hermano está hecho una fiera aquí en la oficina! ¡Está buscándote como loco!.

-¿Ahora porqué? No hice nada...

-¡Más bien que no hiciste! ¡Ven rápido para acá! ¡Intentaré algo para apasiguar las aguas pero ya vente!- sin más, colgó. Suspiré designado en ir, tomé mis ropas y las cambié por otro traje que tenía en ese lugar. Aquí casi no me quedaba, siempre era muy silencioso y siempre me hacía sentir cómo el único en el edificio. Sin mencionar a la gente de alta sociedad que se queda a vivir aquí.

Bajé sin decirle buenos días al tipo del lobby, me dolía demasiado la cabeza por el alcohol de ayer. Entendí mi auto y pase por un restaurante de autoservicio, pedí uno de los cafés más cargados para despertar mi cerebro. Toda la ciudad seguía con lo suyo, aún podías ver gente saliendo de bares o otros yendo a su trabajo de construcción.

Mientras iba en camino, un auto oscuro se metió frente de mí dejándome detenerme de golpe. Estaba apunto de gritarle al chófer cuando ví en las ventanillas traseras a una mujer muy bella, cabellos rubios, labios carmesí que te daban la invitación a besarlos, unos anteojos oscuros que le hacían resaltar un poco sus ropas elegantes. Parecía que el mundo iba demasiado lento, cuándo aquella mujer me miró y me regaló una sonrisa seductora, hizo erizar mi piel en segundos. No, es lo que piensan, es atractiva, si lo admito, pero lo que me hizo sentir no era atracción sino un tipo de miedo combinado con nerviosismo.

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