Pov Marco
-¡Estás son las mañanitas que cantaba el rey David, a las muchachas bonitas te las cantamos a ti!~- el cumpleaños de mi prima Coco había llegado al fin, hace un par de días había conseguido tener internet en el departamento y poder hacer una videollamada. Miguel se esmeró por comprarle una computadora ya que iba comenzar su secundaria. Vaya en verdad había pasado el tiempo tan rápido, además ya llevamos tiempo sin ver a nuestra familia desde que llegamos aquí.
-¡Muchas gracias chicos! - sonreía Coco con una gran sonrisa- No puedo creer que al fin pueda verlos....gracias hermano por este regalo.
-No es nada. Pensé que desde ahora en adelante podremos hablar por aquí. ¿Y mis padres?
-Salieron por unas cosas, Mamá Elena va a preparar un delicioso mole por mi santo.
-Uy esos molitos están deliciosos- respondí al acercarme un poco a la pantalla.- ¿Nos vas a guardar algo?
-No lo creo. Están muy lejos así que se echaría a perder todo...¿Cuándo vendrán a visitarnos? ¿Pueden regresar no?
-Agh...bueno mi chiquita....- podía notar la crisis para responder Miguel, si no hacía algo sabía que soltaría algo por nuestro trabajo. Hemos mantenido un perfil muy bajo hacia nuestra familia, y ahora que la más menor de la casa estaba creciendo sabía perfectamente que está mal o no lo que estamos haciendo.
-Oye primita, se me hace que ya andas siendo cuñada.- sentí la mirada de furia de mi primo encima mío. Yo solo sonreí al ver su cara toda avergonzada, no me ha hecho tan pendejo al saber que anda saliendo con alguién, o mejor dicho con cierto vecino nuestro. Ha llegado a veces a traer marcas en el cuello o en la espalda, y que además se la ha pasado mucho con el chino ese. Agradezco bastante de que sus idioteces haya dicho algo.
-¡¿Miguel tiene novia?!
-¡Marco!
-Qué primito, que no te de pena. También sería un buen regalo para tu hermana.
-¡Se lo tengo que decir a Abel y a Rosa!
-¡No, no! ¡Coco por favor no digas nada!
-¡¿Entonces si es verdad?!
- Chingada...aghh
-Ya ya, bueno pequeña tenemos que irnos. Casi es nuestra hora de ir a trabajar y a nuestra patrona no le gusta que lleguemos tarde.- me coloqué en frente de Miguel para poder terminar el tema.
-Ahhh ...apenas que estaba tan cómoda hablando con ustedes...
-Oye Coco, te prometo que te volveré a llamar de acuerdo.- nuestra niña solo asintió con una leve sonrisa en su rostro.
- Está bien. Le diré a la familia que les mandan saludos. Los quiero mucho muchachos.
- También yo mi dulce hermanita- se despidió Miguel- usa con responsabilidad esa computadora. Nada de pasarse el tiempo solo en divagar.
-Si, si ya escuché mamá Miguel. - soltó una carcajada- oh, mi Tía está hablándome, bueno, nos vemos - y de inmediato cortó la videollamada. Un gran suspiro salió de ambos, sin embargo, un gran zape se posó en mi cabeza.
-¿¡Y quién chingados te pidió que le dijeras a mi hermana?!
-Por mis huevos pendejo. Además yo lo decía por mame, pero, parece que si es cierto.- mentí.
-Bueno...eso...yo...olvídalo. ¿Qué no vas a ir a buscar mujeres? Ya se está haciendo tarde.
-Ay ajá, hasta ahora te preocupas por eso. No voy a salir, tengo que ir a una petición de la patrona.
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Liberty City
Fiksi PenggemarLas desiciones que se toman pueden tentar demasiado tu vida y a los demás. Miguel y Marco, dos inmigrantes, llegan con la ilusión del sueño americano a Liberty City. En busca de una buena vida caen presas del negocio de la mafia. Sin saber que el...