》Capítulo ocho : Respuesta.

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"Está bien el querer parar,deja de correr si no sabes porque lo haces. Está bien no tener algún sueño en particular,cuando existen tiempos donde puede haber algo más."
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Octavo capítulo

Aquella bella tarde otoñal que se filtraba por las ventanas de su hogar había sido perfecta,ya que lo hizo sentir muy cómodo y a gusto : aprovechó al máximo esos momentos para disfrutar de sus hijos.

Haru le relataba a su padre sobre cómo había defendido a un amiguito suyo de unos niños que se burlaban de él.

En cuanto a Reiko, la mayor, se la pasaba negando con frustración durante la anécdota que contaba su hermano.

—Muy buena historia Haru,sobre todo la parte en la que ...¡Oh si es cierto olvidaste decirle a papá que golpeaste a ese tonto!—rió observando como su hermano menor se ponía rojo.

—¿Asi que le pegaste a ese mocoso,Haru?—Diecisiete le dirigó una mirada de desaprobación—Creí que ya te había dicho que tienes prohibido pelear en la escuela,si tu mamá se entera yo no podré cubrirte.

—¡Reiko maldita boca floj..!¡auch papá!—se masajeaba la cabeza—Eso me dolió.

—Ya no quiero que se peleen entre ustedes dos, ¿entendido?

—¡Sólo si nos cuentas otro de esos cuentos!—la pequeña le pidió pegando saltitos.

—Sí,por fin dices algo inteligente tonta—Haru también se acercó para acomodarse y oir a su padre
atentamente—¡Cuéntanos sobre el super-fantástico-salvador de minotauros!

Diecisiete sonrió una vez más sin poder evitarlo. A sus pequeños siempre le había contado historias sobre los animales que más le gustaban, y ellos no se cansaban de oirlo pero, hace poco tiempo decidió incorporar un ridículo personaje a sus historias,para así entretenerlos más.

Se trataba de un hombre muy especial,con super-poderes, que debía aprender a controlarlos para no dañar un bello y encantado bosque al que fue a parar, al haber caído por accidente por golpearse la cabeza con un coco gigante.

Sus hijos al oirlo estallaron en risas pero con el tiempo,le tomaron cariño al tonto del cuento,que según Diecisiete,poseía un corazón tan grande como su imaginación se lo podía permitir,y con una genuina fuerza que parecía sólo existir para cuidar a los demás.

No había tanta fantasía después de todo, a pesar de que sus hijos no supieran que su padre en realidad hablaba a través de aquellos relatos de aquel hombre que no paraba de pensar,el hombre del cuál ahora intentaba alejarse, en vano, ya que si no estaba dentro de un cuento estaba en sus sueños y en su mente,estaba siempre allí.

Diecisiete huía a diario,sin resultado de algo evidente,que no tenía valor de nombrar.

El saiyajin lo confundía.

...

Su turno por fin había finalizado.

Recibió la paga que le correspondía originalmente a su amigo. De un día para el otro parecía ya no querer verlo siquiera,aún y con la pobre explicación que recibió por parte del androide,seguía dándole vueltas a la última conversación que habían tenido.

Para despejarse un poco decidió no usar la teletransportación y volver a casa volando,le agradaba poder recorrer tantos kilómetros de puro verde y azul.

¿Será que a el le sucede lo mismo que a mí y por eso ya no quiere verme? No quiero que terminemos así. Si llega a ser ese el problema le explicaré que todos fueron unos cuantos mal entendidos y que lo olvide ya. Prefiero eso a nada,pero no sé si saldrá bien.

Acercándome a Ti |Goku × Número 17| ¡Completa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora