》Capítulo catorce : Valor para...

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Cuando arribó a su hogar se topó con el inconfundible aroma del pavo a las hierbas que comían casi religiosamente al finalizar la semana escolar y laboral.
Tecleó el código de seguridad para entrar por fin, y lo primero que divisó cuando logró entrar fueron a sus niños pelear por un libro para colorear, se leía en el margen superior "Añade tu propio estilo : 70 especies de Dinosaurios increíbles para pintar."

—¡No Haru, te dije que el Triceraptor era mío! ¡Sólo lo quieres rayar porque a mí me gusta!

—Los triceraptors son gordos y tontos—bufó— ¡Quiero al T-Rex ñoña!

—¡Mamá Haru me quiere arruinar mi libro!—lloriqueó.

Lapis contemplaba divertido la escena,cruzado de brazos y dando leves golpes con su bota contra el suelo.
Al no tener éxito su intento de llamar la atención de sus hijos, optó por fingir un ataque de tos para delatar su prescencia.

—¡Ah!—chilló espantado—Paaa..pa..pá.

—¡Papi!,este arruinador—señaló  a su hermano—¡Intenta rayar mi libro!

—Si mal no recuerdo—colocó una mano en su cintura—Lo compré para ambos.

—Pero papá...

—¿Otra vez peleando chicos?Les dije que ayudaran a poner los platos,no a discutir sin sentido por su libro-se recargó en el marco de la puerta de la cocina y le guiñó el ojo a su esposo—O dejan de pelear o no cenarán.

Ambos infantes soltaron unas cuantas quejas más antes de resignarse e ir a cumplir con lo que le habían prometido a su madre.

—Mi amor llegas justo para la cena-apretó su mano cariñosamente—Uf ¡Estás helado!

—S-Sí es que no me he llevado algo mejor para quedarme allá,y he tomado algo de frío,no es nada.—abrió la nevera para tomar agua.

—¿Fue un turno muy tranquilo?

Lapis tragó con dificultad y se secó rápidamente la comisura de los labios.

—Exacto,pero ya sabes como es el viejo tonto de Sthephen. Exagera demasiado.

Tanto su esposa como sus hijos platicaban animadamente,ya que al estar los cuatro reunidos era algo inusual debido a las ocupaciones de ambos adultos en el hogar.
Lapis por su parte se sentía refugiado entre tantas risas y murmullos,agradecía al cielo por las infinitas anécdotas que se gestaban en aquella mesa,permitiéndole despejar su mente y sentirse un poco mejor consigo mismo.

Una vez ya todo aseado y con los pequeños en sus habitaciones,la joven pareja se encontraba en su cuarto matrimonial.

—¿No te vas a bañar Lapis?

—No.Ya he tomado una ducha en la casilla de la reserva—se despojó de sus pantalones para cambiarlos por unos de algodón mucho más cómodos y calientes.

Unas manos lo rodearon desde atrás para viajar hasta su torso aún cubierto por la chaqueta.
Escuchó una risita de su mujer que recargó el mentón en su hombro.

—Aquí no hace tanto frío,estás demasiado abrigado—sugirió.

—Kay...oye...

Lapis era muy consciente de las múltiples marcas que le había hecho Goku en todo el pecho y hasta inclusive su cuello.
Maldijo al mayor por dentro,no sentía más que ganas de golpearlo a él y luego a sí mismo,tanto por no advertirle al otro sobre los problemas que eso traía , como por no haberse quejado para nada de aquellas exquisitas atenciones,estaba en una maldita encrucijada.

No.
No era momento de pensar en ello.

—Kay,hoy no me siento con muchas energías, de verdad lo siento pero estoy agotado...no te enfades.

Acercándome a Ti |Goku × Número 17| ¡Completa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora