2. Recordando a Erica

496 13 0
                                    

¿Erica Jones? No recordaba a nadie que se llamase así... Intenté hacer memoria, pero no conseguía acordarme de ninguna Erica Jones. Posiblemente sí que la conociese pero si, como decía el whatsapp, eramos amigos a los siete años, normal que no la recordase. Habían pasado más de diez años. Yo no la recordaba pero yo sabia que había alguien que sí se acordaría y la suerte estaba de mi lado, porque aquella persona estaba en el piso de abajo. Así que decidí bajar y preguntárselo a mi madre.

-Mama.

-Dime, Robert.

-¿Tu conoces a alguna Erica Jones?

-Erica Jones, Erica Jones... Creo que tengo una foto de los dos juntos de tu sexto cumpleaños.

Subió las escaleras hacia el desván y rebuscó entre las cajas de por arriba, hasta que por fin bajó con un trozo de papel entre las manos, con una sonrisa de oreja a oreja. Me tendió la foto con ilusión, diciendo:

-Aquí esta la foto. Mejor que la conserves porque, si no, se romperá

Cogí la foto y la observé: En la foto se mostraba a un niño y a una niña. El niño parecía celebrar su cumpleaños, porque llevaba un gorrito puntiagudo de cumpleaños azul, y, por lo que me había dicho mi madre, era yo celebrando mi 6° cumpleaños y la niña estaba sonriendo y en esa sonrisa, faltaba un diente de leche. También llevaba el pelo moreno recogido en dos coletas. El color de ojos (aunque no se distinguían bien) parecían marrones verdosos. Al parecer, esa niña era Erica. La verdad, aunque solo era una foto, era una niña muy mona.

Empezaba a recordar algo sobre ella. Recordaba que era una chica simpática y divertida, una persona a la que le gustaba hacer bromas y a la que le gustaba que le hicieran bromas, también recordaba el dolor que sentí cuando me dijo que se iba a ir al extranjero porque sus padres habían encontrado trabajo en América, pero también recordaba el besito en la mejilla de despedida que le di antes de que se fuera.

Enmarqué la foto para preservarla durante algún tiempo y la coloqué en la estantería de mi habitación y, después de hacer eso, empecé a hablar con Erica.

Conversación con Erica:

Robert: “Hola. Pues, la verdad, no me acordaba de ti hasta que me has hablado

Erica: “Ah... Bueno, en realidad, me lo imaginaba. Después de diez años sin vernos, es normal

Robert: Una pregunta. ¿Como has conseguido mi móvil?”

Erica: “Ah, bueno. Tu madre y mi madre siguieron en contacto incluso después de habernos ido. Un día, le pregunté a mi madre que con quien hablaba y me contestó que con tu madre. Luego ella le mandó tu móvil a mi madre y ella me lo dio a mi. Así lo conseguí.”

Robert: “Pues me alegro que te lo diese. Así podemos hablar todos los días, aunque no podamos vernos

Erica: Bueno, últimamente me verás más

Robert: “¿A que te refieres?”

Erica: “Me refiero que a mi madre la han vuelto a trasladar y vuelvo a Londres”

Robert: “¿En serio?

Erica: “Si, te lo prometo

Robert: “Y, ¿Sobre cuando llegarás?

Erica: “Pues... Si hoy es domingo, llegaré sobre el miércoles

Robert: “Bueno, pues nos vemos el miércoles

Erica: “De acuerdo. Chao”

Robert: “Chao”

Foto de Robert al principio del capítulo

Hasta otra!!!

Te confieso que sin ti no se seguirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora