Tenías que ser tú.

Capítulo 9

Me despierto sintiendo un brazo que me abraza por la cintura. Me giro, y veo a Hero durmiendo a mi lado, qué mono es.

Aprovecho este tiempo para observar el tatuaje que tiene Hero en su muñeca, es una pequeña, pero bonita flor de loto, no me había dado cuenta antes de esto, ¿qué tiene que ver una flor de loto con Hero?
La emoción me puede, y mi dedo índice acaba trazando las líneas simétricas que cubren su muñeca.

Tras repetir estos movimientos unas dos veces más, oigo:

-¿Te gusta?- sus ojos azules se encuentran con los míos.

Asiento, y continúo trazando las líneas.

-¿Cuándo te lo hiciste?- le pregunto.

-Hace un año, más o menos.

-Entonces, ¿te lo hiciste de manera ilegal, no?- digo quitando mi dedo de su muñeca- lo digo porque no eres mayor de edad, ya sabes.

Hero se ríe:

-Sí, me lo hice de manera ilegal- se ríe más.- ¿No dejarás de hablarme por habérmelo hecho ilegal, no Josephine?- dice sonriéndome. Dios, su sonrisa.

-No- río- pero, ¿cómo te lo hiciste?

-Me lo hizo un colega que tiene un estudio en la playa de Venice- dice incorporándose.- Deberías pasarte algún día, tal vez si le dices que me conoces te haga algún descuento- se acomoda el pelo.

-Ai, no, que las agujas me dan miedo- digo y Hero se ríe.- A mí no me hace gracia, tengo trauma con las agujas, enserio.

-No sientes nada- dice riéndose.- Son como pequeños pellizcos, pero, si no lo piensas mucho, no duele nada- dice mirando su pequeña flor de loto.- Repito, deberías ir, Josephine.

Nunca mi nombre me había sonado tan bonito, pero, debe ser, que él lo dice de una manera que hace que mi nombre me parezca voz de ángeles:

-Tal vez- digo encogiéndome de hombros- pero como se enteren mis padres me matan- me río.

-Ya hablaré yo con Charles y Michaela, son majos- dice y me río.- Cuando vayas tú, voy yo contigo, ¿te parece?

La idea que me acaba de plantar en las manos, al principio me hace dudar, pero luego, acabo asintiendo, y Hero me sonríe:

-Nos deberíamos pirar ya, a no ser que ta apetezca limpiar toda la casa- ríe.

Vacilo un poco, pero al final digo:

-Mejor vámonos- digo riéndome y Hero asiente.

Cuando estamos listos para irnos, vamos a la habitación en la que dejamos a Justin anoche durmiendo, cuando entramos lo vemos durmiendo la mona. Tras tener un pequeño debate, Hero y yo, decidimos dejarlo aquí, no creo que a Justin le haga gracia que lo despertemos tan pronto.

Salimos de la casa lo más rápido que podemos, y sorteando los cuerpos de las personas durmiendo y los vasos que están esparcidos por el suelo de toda la casa.

Nos subimos al coche de Hero, y él me dice:

-¿Te llevo a tu casa?

-Claro, ¿dónde querías ir?

-Ah, no nada, pensaba que te apetecería ir a desayunar a algún lado.

-Me da igual, pero, prefiero volver a casa, para no cruzarme a mis padres o alguno de mis hermanos, ya sabes.

Hero asiente y se ríe. Arranca el motor y emprendemos el viaje de vuelta a casa.