Tenías que ser tú.

Capítulo 32

Mi madre me aparta de Hero, sigo llorando. Me siento en un pequeño sofá que hay en la habitación y la madre de Hero llora apoyada en el hombro de mi madre.

Pasamos cinco minutos en silencio, hasta que se oye abrir la puerta y la figura de Paige y la de Justin irrumpen en la habitación. Paige mira la situación confusa y dice:

-¡Fue su culpa!- me señala y llora- ¡ella tiene la culpa de todo lo que ha pasado desde que llegó!- sigue llorando y antes de pueda hacer algo, Justin la coge de la cintura haciendo que no pueda moverse mucho.

Annabelle se seca las lágrimas con la palma de su mano, se acerca a Paige y Justin y dice:

-Creo que debéis iros- dice y los mira fijamente.

Justin asiente pero Paige no y dice:

-¿Irnos?- replica- la que tenía que irse es ella- bufa y me mira mal.

Annabelle empuja suavemente a Paige hacia la puerta y dice cuando esta va saliendo de la habitación:

-Creo que la que te tienes que ir eres tú- le dice a Paige y cierra la puerta.

Mi madre y yo pasamos unas dos horas más en el hospital, pero decidimos irnos ya que se nos ha echo bastante tarde.
Nos despedimos de Annabelle, y yo me acerco a la cama en la que se encuentra Hero y le doy un pequeño beso en la mejilla. Annabelle nos abraza a mi madre y a mi y salimos de la habitación.

Llegamos a casa, saludo a Tayler y a mi padre y subo a mi habitación a dormir, porque en verdad, lo que menos me apetece ahora es cenar.

Entro a mi cuarto y veo a Beatrice sentada en mi cama, se levanta, se acerca a mi, me abraza y dice:

-Ya me he enterado de lo de Hero- dice y solloza en mi hombro- lo siento Jo, no debería haberte dejado sola- dice y me mira fijamente a los ojos.

-Da igual, ya está hecho- suspiro y Beatrice hace una mueca.

-Bueno- sonríe- te tengo que contar lo que pasó con Mark en la fiesta- dice y ríe, pero antes de que pueda decir algo más la interrumpo.

-Bea, como comprenderás no me apetece hablar de nada, y menos de ese tema- digo cortante y me voy poniendo el pijama mientras mi hermana me mira confusa.

-Vale.... sí, lo entiendo, tranquila- la miro y le sonrío lo más amable que puedo- mañana te lo cuento- sonríe y me abraza- te quiero- me dice y se va dejándome sola en mi habitación.

Apago el móvil y me tiro encima de la cama con el fin de dormirme, y, en menos que canta un gallo caigo redonda en los brazos de morfeo.

NOTA DE LA AUTORA
¡Por fin os traigo un nuevo capítulo! Acabo de terminar el curso y ahora sí que si se vienen capítulos todos los días :).
¡Ai! y muchísimas gracias por las 8k visualizaciones, de verdad, os quiero, y gracias por esperar tanto🏹🖤.
PD: Os recomiendo que escuchéis la canción agregada al principio del capítulo para disfrutarlo más.