Tenías que ser tú.

Capítulo 19

No me puedo creer lo que estoy viendo. Mis ojos se centran en tres figuras que están de pie en medio del pequeño salón de la casa, parpadeo rápidamente varias veces, y por fin, mis ojos distinguen las tres figuras.
Parados en medio de salón se encuentran mis padres y una mujer rubia de ojos azules, muy guapa.
Miro a Hero sin creer lo que estoy viendo y él me mira con la misma cara de confundido. Miro a Cira y Arnold que están abrazados y con expresión triste en sus rostros.

La mujer rubia se nos acerca y parece que tiene intenciones de pegar a Hero:

-¡¿Qué haceís aquí?!- dice gritando, y por como se tensan las facciones de su cara, y por la manera en la que sus ojos cristalinos se oscurecen, deduzco que es la madre de Hero.

Hero da un paso hacia ella, la agarra del brazo pero esta se aparta y dice:

-No me toques, Hero- bufa- ¿eres consciente de lo que has echo?- dice y noto como los ojos se le van llenando de lágrimas.

Hero niega con la cabeza:

-Por favor, mamá...- suspira y puedo notar el dolor en su voz- hay un por qué- dice y me mira.

Su madre me mira detenidamente, suspira y dice:

-Adelante, di la excusa que tengas preparada, tal vez me la sepa ¿no?- dice cruzándose de brazos- porque como me has dicho tantas.....- me mira.

-Mamá... por favor, aquí no- dice Hero- déjame que te lo explique- susurra.- Dejadnos que os lo expliquemos- Hero mira a mis padres.

Mis padres y la madre de Hero tras intercambiar unas miradas entre ellos acaban cediendo:

-No lo teníamos planeado- empiezo diciendo- surgió, sin más- digo.

Mi madre se acerca a mí, me coge las manos y me dice:

-Nos habéis asustado, Josephine- suspira- mucho.

-Lo sé- susurro y ella me abraza.

Mi padre se acerca a nosotras y se une a nuestro abrazo, noto como el ambiente se pone un poco menos tenso.
Continuamos abrazados por unos segundos hasta que el carraspeo de la madre de Hero hace que nos separemos:

-¿Y por qué habéis venido juntos?- nos pregunta.

Hero me mira y dice:

-Porque estamos juntos- dice y me coge de la mano entrelazando nuestros dedos.

Cira ríe y aplaude por lo bajo, mis padres se miran al principio con una expresión asustada pero luego, dejan ver una enorme sonrisa mientras asienten con la cabeza.
La madre de Hero se queda unos segundos callada, pero luego, las facciones de su cara se relajan de manera increíblemente rápida, sonríe y abraza a su hijo:

-Menos mal que estás con Josephine, porque es que- ríe- no soporto a Paige- dice y yo no puedo evitar reírme. Ella me mira y me dice.- Por cierto, soy Annabelle- sonríe y me da dos besos.

-Encantada- digo con mi mayor sonrisa y me abraza.

-¡Bueno!- nos interrumpe Cira que se acerca a nosotros con un pañuelo limpiándose las lágrimas- deberíais quedaros a cenar- dice a Annabelle y a mis padres. Estos dudan un poco, pero acaban accediendo- ¡perfecto!- exclama Cira- venga, vamos a la mesa, que el pollo que tengo en el horno ya casi está.

Nos sentamos en la mesa, y mientras el pollo termina de hacerse pasamos un agradable rato hablando todos con todos. Annabelle nos cuenta pequeñas anécdotas de Hero cuando era pequeño, pero, hay una que es la que más me llama la atención de todas.

-Una vez, cuando Hero tenía 15 años- ríe y le pega un trago a su copa de vino- se metió en una pelea que lo tuvieron que llevar a la comisaría- ríe muy fuerte y Hero se revuelve en su silla, incómodo. Annabelle se sigue riendo y cada vez más fuerte, va un poco contentilla.- Una vez, no hará más de dos años y pico, tuve que sacarlo del calabozo....- dice riendo pero antes de que continúe, Cira trae el pollo a la mesa.

-¡A cenar!- dice con intenciones de parar a Annabelle.

Arnold le quita el vino y le susurra algo como <<ya vale por hoy>>, y Annabelle tuerce el gesto.

Cenamos en un ambiente un poco intenso, y cuando terminamos, Annabelle y mis padres se despiden para marcharse de vuelta a Los Ángeles.
Mi madre me hace prometerles que mañana estaré allí, y tras miles y miles de besos y de abrazos por parte de mis padres, estos se acaban marchando.
Annabelle nos sonríe y abraza a Hero, le susurra a algo que no logro entender y Hero le dice <<tranquila>> y le da un beso en la mejilla.
Annabelle se aparta del abrazo, me mira, me abraza y me dice:

-Adiós, Josephine- me mira a los ojos- espero seguir viéndote- sonríe.

-Eso, seguro, no lo dudes- dice Hero por detrás y ambas sonreímos.

Annabelle nos abraza veinte veces más, también abraza varias veces a Cira y Arnold (gesto que a Hero y a mí nos sorprende bastante, ya que, como me dijo Hero, no se llevan muy bien entre ellos). Después de varios intentos de abandonar la casa para irse, nos da un grande beso a los cuatro y se despide de nosotros, dejándonos a las cuatro en medio del porche.

-Deberíamos irnos a dormir- dice Arnold- es tarde.

Dice y todos asentimos.

Yo ayudo a Cira a recoger la mesa mientras Hero y Arnold van a hablar de una cosa "importante".

Cuando terminamos de recoger la mesa, Cira y Arnold nos desean las buenas noches y suen a su cuarto, al igual que Hero y yo subimos al nuestro.

No puedo evitarlo y le pregunto a Hero:

-¿Qué es eso de que tú madre te tuvo que sacar del calabozo hace dos años?-digo.

Hero me mira, sus ojos se oscurecen, sus facciones se tensan, aprieta la mandíbula y suspira.

NOTA DE LA AUTORA
¡Siento no haber subido ayer capítulo, pero estuve ocupada toda la tarde y no tuve tiempo para escribir!

PD: Se vienen cosas muy, muy, muy salseantes ;).