Amanda y yo estamos sentadas al final del autobús, ella no para de contarme lo que tiene pensado hacer este verano, pero realmente no le presto mucha atención y solo pillo algunas palabras sueltas como "playa" o "Nueva York":-¿Y tú que tienes pensado hacer este verano?- me pregunta sacándome de mis pensamientos.
-Aún no lo sé, tenía pensado quedarme aquí- la miro- pero no sé si mis padres tienen pensado hacer algo juntos.
-Si no tienen pensado ningún plan te puedes venir conmigo a Nueva York- me sonríe- tenía pensado irme con mi primo Mark, pero si te quieres venir estás invitada.
-¿A Nueva York a qué?- le pregunto.
-A conocer la ciudad y a pasar tiempo con mi primo que está viviendo allí, cuando me invitó me dijo que me podía llevar a alguna amiga, pero la verdad es que de amigas estoy bastante escasa- me mira y le sonrío dulcemente.- Si no quieres no pasa nada eh.
-No, no, no- la miro y sonrío- el plan me parece magnífico, me iría sin pensarlo- me sonrío- se lo tengo que comentar a mis padres, pero digamos que sí que voy.
Amanda sonrío y me abraza:
-Eres genial- me dice abrazada a mí.
Después de un largo trayecto llegamos al hospital, bajamos del autobús y nos dirigimos a la puerta principal. Una vez dentro, cogemos el ascensor y nos lleva hasta la planta en la que está Hero. Las grandes puertas del ascensor se abren y se deja ver una gran pasillo de tonos grises, un escalofrío me recorre entera y no sé muy bien por qué.
Amanda y yo cruzamos el gran pasillo, y tras encontrarnos con algunas enfermeras que nos saludan cordialmente, llegamos por fin a la habitación de Hero. Abro la puerta y decido pasar yo primero, al entrar a la habitación me encuentro con una Annabelle bastante nerviosa y en cuanto me ve, sus facciones parecen relajarse. Conforme se va acercando a mí sus facciones se vuelven a tensar, me pasa de largo y se acerca a Amanda:
-¿Qué haces aquí corazón?
Amanda traga saliva nerviosa y consigue decir:
-Estoy preocupada por Hero-dice y noto como sus pequeños ojos se le llenan de lágrimas- me encontré con Josephine y me contó que venía aquí, así que decidí acompañarla.
-¿A pesar de todo no te importa estar aquí?- le pregunta Annabelle con un tono de voz tembloroso.
-A pesar de todo no me importa- dice y Annabelle la abraza.
Cuando dejan de abrazarse, las tres nos adentramos más en la habitación, ya distingo a Hero tumbado en la cama.
Annabelle carraspea y dice:
-El médico se ha ido un poco antes de que vinierais vosotras- dice y me mira.
-¿Y....?- le pregunto.
-Me ha dicho que Hero está muy mal- cada vez le tiembla más la voz.- Ha dicho que hay un porcentaje muy bajo de que sobreviva a esta- dice finalmente y rompe en llanto.
Al oír esto el cuerpo me empieza a temblar y las piernas me fallan, me siento en la especie de sofá que hay al lado de la cama de Hero, e inconscientemente, las lágrimas comienzan a deslizarse a toda velocidad por mis mejillas.
Tras unos minutos sigo en shock y Annabelle se acerca a mi:
-Te dejamos a solas con él, estamos en la cafetería por si necesitas algo- me dice y asiento.
Observo como Amanda y ella abandonan la habitación, cuando cierran la puerta no puedo evitar volver a llorar desconsoladamente. Miro a mi derecha y veo a Hero inmóvil, le cojo de la mano y me apoyo sutilmente en su brazo, sigo llorando, no encuentro fuerzas para parar.
Después de una media hora, más o menos, Amanda y Annabelle vuelven de la cafetería.
Annabelle se acerca a mí y me incorpora como puede:
-Deberías irte a casa, ya es muy tarde para estar aquí Josephine- me mira- vais a perder el último autobús del día y vais a tener que volver a casa andando- asiento y me levanto.- Mañana nos vemos, ¿vale?- me dice y asiento- venga descansad las dos.
Annabelle nos acompaña a la puerta principal del hospital, nos despedimos de ella con unos abrazos, después, Amanda y yo nos dirigimos a la parada de autobús y nos sentamos a esperar.
Tras unos minutos de silencio Amanda me agarra de la mano y me dice:
-Tranquila- la miro y no puedo evitar echarme a llorar otra vez- todo irá bien, ya lo verás, Hero es muy fuerte- me abraza y lloro en su hombro.
-Gracias Amanda- le sonrío y ella me devuelve la sonrisa.
-No hace falta que me las des, en serio- me da un beso en la frente.- Mira ya viene el bus.
Nos subimos al autobús y decidimos volver a sentarnos al final de este:
-Esta noche mis padres y mis hermanos no están- la miro- ¿te importaría quedarte a dormir conmigo?
-No me importa, por supuesto que me quedo- me sonríe.
Después de un trayecto largo y silencioso llegamos a mi casa, abro la puerta y, Amanda y yo nos dirigimos a la cocina:
-Lo máximo que te puedo ofrecer son cereales- Amanda y yo reímos.
-Me conformo- dice Amanda riendo.
Preparo dos boles de cereales, y una vez hechos, empezamos a comerlos. Cuando terminamos, Amanda y yo subimos a mi cuarto.
-¿Me puedes dejar alguna sudadera y unos leggins para dormir?- me pregunta Amanda, asiento y le doy una sudadera de nuestro instituto y unos leggins de Adidas.- Muchas gracias.
-De nada- le sonrió y me devuelve una cálida sonrisa.
Nos echamos las dos en mi cama, y tras pasar una media hora o más tiempo hablando de todo lo que se nos pasa por la cabeza, Amanda acaba durmiéndose.
Mientras intento dormirme no paro de darle vueltas a todo lo que está ocurriendo, ¿qué se supone que haré si Hero se muere?
Después de darle muchísimas vueltas a todo, finalmente acabo durmiéndome, y como no, sueño con esos preciosos ojos verdes que me tiene loca.
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Tenías que ser tú.
RomanceJosephine es una adolescente con una infancia muy dura, pero su vida cambia cuando la adoptan sus padres adoptivos y se muda a Los Ángeles, allí conocerá a sus amigos, a enemigos y lo más bonito, a su alma gemela.