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La castaña salió de la ducha, se había levantado muy temprano pues era su primer día y quería dar una buena impresión. Después de llamar el día anterior a Jennie y aceptar la propuesta de trabajo, la empresaria le dijo que empezaba ese mismo Miércoles, iban a revisar unas cosas del contrato y ver qué puesto de trabajo le podían dar a Rose, ya que esa era la única razón por la que Lisa acepto aquel puesto, obviamente los dólares no tuvieron nada que ver ¿Cómo creen?

- ¡Lisa! – Se escuchó la voz del señor Manoban – Rose está afuera, dice que se hace tarde.

Lisa se termino de maquillar, no mucho pues ¿Qué tan arreglada debería estar si su trabajo es de guarda espaldas? Lisa cargaba un top negro, unos jeans azules y unas vans negras, como había un poco de frio, tomo su chaqueta negra.

- Buen día padre – Beso la mejilla del mayor y dio una mordida a las tostada que tenía en su mano – No sé cuando salga del trabajo, no olvides tomar tu medicina.

- No te preocupes hija, andas muy hermosa, por cierto

- Gracias – Sonrió – debo dar una buena impresión.

- Cuídate hija.

La castaña abrió la puerta y entro al auto de su amiga, encontrándose a una nerviosa Rose comiéndose las uñas.

- Buen dia Rosie – Saludo con un beso en la mejilla – ¿Todo bien? – La rubia volteo con una mirada desesperada y vio a su amiga.

- ¡Claro que estoy bien! – Alzo la voz mientras agitaba los brazos – Voy a ver a la chica que me rompió el corazón en miles de pedazos, estoy completamente bien, ¡YUJU!

Lisa giro los ojos – Vamos Rosé, no pienses así – Hablo mientras se colocaba el cinturón.

- ¿Y qué debo pensar Lisa? No puedo estar tranquila.

- Si puedes, además Jen- la señorita Kim dijo que Jisoo y ella trabajan en zonas distintas del edificio y lo más probable era que no se crucen.

La rubia se mordió el labio y no dijo más nada el resto del camino, estaba nerviosa y no quería ver a la pelinegra, o al menos eso era lo que quería demostrar porque por dentro se moría de ganas por verla, saber si ha cambiado, como luce, si es feliz, pues no ha dejado de amarla.

- ¿No vas a bajar? – Pregunto Lisa ya fuera del auto. Habian llegado al edificio pero Rose no había movido ni un solo musculo para bajar de su zona segura.

- Y-Ya voy – Hablo mientras se echaba un vistazo mas en el espejo, si la iba a volver a ver tenía que demostrarlo lo que se perdió. Rosé había cambiado mucho desde entonces, cambio su color de cabello, hizo ejercicio y ahora tiene un cuerpo que parece elaborado por los mismos dioses.

- Estas hermosa Rosie – Agrego su amiga y la ayudo a bajar – Todo saldrá bien.

Tomando su brazo para que estuviera más tranquila, ambas amigas entraron al edificio y preguntaron a la secretaria donde se encontraba la oficina de la señorita Jennie Kim, al mencionar el apellido todos voltearon a verlas como si hablaran del mismísimo diablo, y sus miradas eran de terror.

- Creo que a alguien le tienen mucho miedo – Susurro la rubia en el oído de su amiga ganándose un codazo pues no fue tan susurro como ella pensó y la secretaria se percato del comentario.

- Ustedes son – Reviso una carpeta que tenía delante de ella – ¿Lalisa Manoban y Roseanne Park? – Ambas amigas asintieron y la secretaria uso el comunicador.

- Señorita Kim, sus invitadas ya están aquí – Hubo un pequeño silencio y se escucho del otro lado de la línea – Hazlas pasar Soyeon.

La secretaria se levanto de su escritorio y acompaño a las chicas a la entrada de la oficina de aquella temida mujer, toco tres veces y abrió la puerta. – Cuanto drama – pensó la rubia, al ver a Jennie de espaldas observando la ventana.

Protegerte °Jenlisa & Chaesoo°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora