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~ Lisa ~

Lentamente fui abriendo los ojos, sentí mi cuerpo muy pesado y unas ganas inmensas de vomitar, no entendía el por qué de esta sensación tan repentina, hasta donde recuerdo anoche me sentía relativamente bien antes de dormir.

Intente moverme y un punzante dolor hizo que soltara un quejido, mire hacia abajo y descubrí el por qué de mi malestar, una pequeña chica de cabello castaño y ojos gatunos dormía muy plácidamente junto a mí, pero ese no era el problema, lo que ocurría era que yo estaba haciendo el papel de un oso de peluche gigante, ella tenía su cabeza escondida en mi cuello y su pierna estaba justo sobre mi herida abrazándome fuertemente.

Aunque se veía muy cómoda y es hermosa mientras duerme necesito quitarla lo más pronto posible de mi herida, el dolor era cada vez más intenso y si no se quita pronto puedo jurar desmayarme del dolor.

- Jennie... - susurre con dificultad – amor despierta por favor – intente moverla con mi mano libre, grave error, la pequeña chica se aferro con más fuerza a mí y puedo jurar que vi estrellas y a mi madre al final de un túnel.

- ¡Jennie por favor, me estas lastimando!

Esas palabras fueron suficientes para que mi novia se despertara de golpe y se alejara de mi rápidamente – Dios mío Lisa – dijo ya un poco mas despierta – lo siento, lo siento, lo siento - se veía realmente preocupada, iba a responder pero al quitarse y liberar mi abdomen el dolor se intensifico, solo debía quedarme quieta hasta que mi propio cuerpo se acostumbrara de nuevo a esa sensación.

- ¿L-Lisa, estas bien? – tome un poco de aire, que linda manera de despertar.

- Estoy bien Nini, solo me dolía un poco, ya se me está pasando – Hablé con un poco mas de facilidad.

Mi novia me miraba con preocupación y tenia formado un pequeño puchero, es la cosa más tierna que he visto en mi vida. – Nini... en serio – reafirmé – estoy bien – el dolor ya había menguado así que logré sentarme en la cama. Ella me miraba con miedo y puedo jurar que tenía los ojos cristalizados - ¿Nini? - Bienvenida seas Jennie del avión, aquí estoy para protegerte...

- Amor – susurre arrastrándome un poco hacia ella, cuando la tuve a mi alcance la atraje hacia mi abrazándola, con cuidado de no tocar mi herida nuevamente. – No fue mi intención alarmarte tanto. ¿Estas bien? – bese su cabeza y les estuve dando mimos por unos minutitos...

- Te lastimé... lo siento – dijo separándose de mi pecho y secándose una lagrima que se le había escapado – es que me desperté de golpe y me asuste, siento en serio lastimarte.

- Nini... - acaricie su mejilla – fue un accidente, ambas estábamos dormidas, no había forma de que te dieras cuenta – no sabía que Jennie fuera tan sensible, cada vez descubro mas facetas de ella que no conocía – Mira – agregué, me levante de la cama quedando de pie frente a ella, ignorando el dolor que sentía solo para que ella viera que estaba mejor – incluso me levanté, ya no me duele. – hice una pose graciosa y ella apenas sonrió.

Aun así mis palabras parecen haber funcionado, vi como su cuerpo se relajo – ¿todo bien? – pregunté, ella asintió y se levantó para ponerse al frente de mi, se puso de puntitas y me dio un casto beso en los labios para luego irse al baño, definitivamente no está todo bien, algo más le ocurre...

Me dirigí al baño que se encontraba en el corredor, le daría un poco de privacidad, no debí despertarla así... no puedo evitar sentirme mal.

- ¿Lisa? – escuche que decía desde el cuarto.

- En seguida salgo – grite, escuche pasos y asumí que se había dirigido a la cocina, después de asearme como es debido y cambiarme las vendas salí en su búsqueda, estaba por entrar a la cocina cuando la escuche hablar por teléfono, si, ya sé que está mal espiar conversaciones ajenas pero, ¿no es muy temprano para andar hablando por teléfono?

Protegerte °Jenlisa & Chaesoo°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora