Protegerte °Jenlisa & Chaesoo°

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- Te amo...

Jisoo sonrió ante las palabras de su chica, fueron tan sinceras, nuevamente unió sus labios para fundirse en un beso lento, aquella reconciliación que tanto anhelaban y que tanto tardó en llegar, pero al fin, estaban juntas de nuevo, Jisoo coloco su mano en su nuca para atraerla más a ella, Rosé ahogo un quejido cuando sintió la lengua de Jisoo pidiendo paso para profundizar más el beso, la rubia no lo pensó dos veces y entre abrió los labios sintiendo como ahora la lengua de su mayor exploraba toda su cavidad bucal.

Aquel romántico momento de reconciliación estaba subiendo cada vez más de tono, los besos que daba la mayor eran cada vez mas frenéticos y a Rosé le costaba seguirle el ritmo, sus respiraciones estaban agitadas, su corazones latían desenfrenados ante el dulce y erótico contacto de sus labios. Jisoo quien se encontraba aún a horcajadas sobre la menor empezó a dejar húmedos besos por toda la mandíbula de la rubia enviando cargas eléctricas a su parte baja, las manos de Rosé se movieron hasta el final de la franela de Jisoo, la levantó un poco y soltó un gemido ronco al sentir las frías manos de la menor acariciar su abdomen bien trabajado.

- Ji-Jisoo – jadeo – Aquí n-no – dijo al sentir como la mayor empezaba a desabotonar torpemente su blusa.

- Te necesito Rosé – respondió la mayor mirándola fijamente, sus mejillas estaban rojas, sus labios hinchados y su cabello levemente desordenado. Rosé ante aquella imagen volvió desesperadamente a los labios de la pelinegra, coloco sus manos en su trasero y sin mucho esfuerzo se levanto del sofá sin despegar sus labios - ¿Qué haces? – preguntó entre jadeos la pelinegra.

-Te dije que aquí no – respondió la rubia con voz firme y ronca dejando anonadada a su mayor, volvió a sus labios y ahora era ella quien tenía el control, Jisoo jadeaba con cada mordida que la menor proporcionaba en su labio inferior.

Después de abrir con dificultad la puerta de su habitación y finalmente entrar, Rosé se sentó en su cama y Jisoo cegada por el placer de tener nuevamente a Rosé en sus brazos y en una situación tan excitante termino de sacar la blusa de la menor de un tirón haciendo que los botones restantes volaran por toda la habitación – Hey – reprochó – era mi blusa favorita.

- Pues tendrás que comprarte otra – dijo Jisoo en su oído para luego dejar una mordida en su lóbulo, intentando tomar nuevamente el control de la situación Jisoo buscó el botón del short de Rosé e intento desabotonarlo.

- Con que esas tenemos ¿no? – dijo Rosé con una sonrisa en sus labios, Jisoo soltó un gritico al sentir como la más alta en un rápido movimiento la tomó de la cintura y la acostó en la cama, quedando ahora arriba de ella, tomó ambas manos y las subió a la altura de su cabeza aprisionándola contra el colchón – Ahora te tengo en mi poder Kim Jisoo – dijo con voz seductora – y no vas a escapar - De un tirón se deshizo de la franela de la mayor y empezó a besar su cuello, dejando mordidas y marcas en la piel blanquecina de la pelinegra.

Rosé busco nuevamente los labios de Jisoo, moría por tocarla, sentirla, hacerle sentir todo el amor que tenia por ella y lo mucho que la había extrañado.

Se quito lo que restaba de su blusa, pues le estorbaba mucho y volvió a besar aquella piel que tanto la volvía loca, desprendía un delicioso olor a su perfume favorito, Rosé lo reconoció de inmediato pues ella se lo habia regalado. La rubia empezó a masajear los pechos de su mayor y a besar lo que sobresalía del sujetador, con la mano que tenia libre empezó a buscar el broche para deshacerse de aquella prenda, Jisoo levanto un poco la espalda facilitándole el trabajo, en menos de 5 segundo ya Rosé había lanzado bien lejos la prenda y ahora observaba los hambre sus pechos, con ambas manos los tomó y empezó a masajearlos sintiendo como sus puntitas rosadas se endurecían bajo su tacto, Jisoo jadeaba y como instinto empezó a mover sus caderas en busca de mas contacto.