Brutalidad

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Ha pasado un mes desde que comencé la universidad, y un montón de tiempo más desde que ya no supe de Verónica, y de hecho sigo extrañándola, pero sigo tratando de luchar contra eso. Y ya no supe si se casó, pero es evidente que ella continuó con su vida, lo que yo estoy tratando de hacer y lo hago, pero del amor me retire de forma indefinida.

Extrañaba esto, estar rodeado de personas que se quieren dedicar a lo mismo que yo, compartir eso en común y discutir ideas, escuchar lo que esta carrera es en cada persona y las formas diferentes de proyectarse en cada uno. Tenia el temor por no encajar, el no saber si solo me gustaba esto pero no tenia el talento necesario, si esta vez podré terminar y no será otro intento fallido mas en mi vida, y un montón de cosas más...

A pesar del miedo por encajar, se me me hizo fácil hacer amigos, y había una chica en especial, muy amable, siempre atenta ayudándome si algo me faltaba, me apoyaba si algo no entendía y me explicaba. Incluso, a pesar de estar tratando hacer esto con entusiasmo y buen ánimo, faltaba a clases, porque simplemente no me estaba funcionando bien eso del buen ánimo, y ella era quien llamaba para saber si me había sucedido algo y para informarme si había algún trabajo pendiente.
Varios de los chicos comentan que posiblemente esta chica, Carla, tenga algún interés en mi, a lo que no he querido prestar atención, ahora no quisiera involucrarme con alguien, no estoy del todo bien y no quiero hacerle daño a nadie. Yo soy un desastre andante.
...

Barbara sigue viniendo a verme, ya no tan seguido como lo hacia antes, supongo que debo irme adaptando a eso, ella no tiene ningún compromiso conmigo para seguir viniendo sin embargo lo hace aun y creo que es lo que debe importarme, así que no le digo nada al respecto.
Hoy, Domingo, solo me quede en casa para así hacer algunos trabajos que tengo pendientes, me va a llevar tiempo esto, no se como me dejo acumular tanto trabajo. Debo despertar de mi letargo, tengo que empezar a realmente motivarme como lo estuve antes, centrarme en lo que quiero lograr.
Pero ya saben cómo es este asunto de estar deprimido y darse las charlas motivacionales, salen mayormente por nuestra boca, entra a nuestro oído y sale por el otro. Es ese círculo vicioso que mantiene todo el descontrol del que nos cuesta a los que de cierto modo y en cierto punto nos encontramos tristes por alguna razón, o varias.

Barbara me llamó, después de casi dos semanas en las que no la he visto, dijo que quería nos viésemos en un café, yo en realidad no estaba muy animado con la idea, se supone me quedaría en casa a lamentarme tranquilamente mientras me daba charlas a mi mismo y hacía mis trabajos reclamándome dejarme acumular tanto, pero acepte, ni siquiera le pregunte por qué no venía a mi casa como acostumbra, solo llegar, sin una cita previa, ya era como su casa, era la rutina. Acordamos vernos allá a eso de las 4pm.

Llega la hora de ir a encontrarme con Barbara, me visto lo mas casual que puedo y salgo.
Al llegar a este pequeño café que no se encontraba muy lejos y pude llegar caminando, lo primero que noto es que barbara está sentada con un sujeto que no conozco, no entiendo quién es él y que hace con ella, si quedamos en vernos los dos. ¿Es acaso por el que ha estado dejando de verme?
Yo solo me calmo, y trato en lo posible de sonreír cuando llego a la mesa.

—¿Cómo estás, Barbara? -Mientras ella se levanta y me abraza y me responde que esta bien pero qué hay alguien que quiere presentarme.- Me doy cuenta de que así es... -Le dije mirando a este sujeto a la cara que siento que no me agrada.

Es un amigo del trabajo, se llama Christian. -El sujeto me mira y es evidente que yo tampoco le agrado a él. No me importa agradarle, quiero que se largue. Igual por cortesía y educación le extiendo la mano. Después del apretón nos sentamos y veremos qué tal resulta esto.

Me han hablado mucho de ti, Paul, esta mujer solamente habla de su gran amigo todo el tiempo. Me hubiese gustado tener una amistad como la de ustedes. -Cree que me engaña pero puedo notar su tono de sarcasmo en todo lo que dice. Evidentemente sabe que no solo somos amigos, sabe que hubo algo más.

Estoy seguro si, de que Barbara, te ha hablado mucho de mi, tanto que no ha tenido tiempo estas últimas dos semanas de ir a verme. Si que la estás distrayendo, amigo. -Le dije queriendo seguir su tono ruin.

—A ver machitos, ¿podemos concentrarnos en ordenar lo que vamos a tomar en este momento?... Paul, no he tenido tiempo de ir a verte, pero te he dejado mensajes explicándote porqué. -Agrega Barbara tratando de explicarme el porqué la falta de tiempo conmigo.

Si que le das explicaciones, Barbara, creo que ni siquiera a mi. -Expresa este sujeto creyendo que puede hacer algún tipo de comentario aquí a lo que yo sin dudar le respondo- A ver amigo, -Me rio tratando de calmar mis impulsos- tú eres nuevo, tú ya vete ganando las explicaciones, Barbara puede decirme lo que quiera.

Paul, basta, no es para tanto. -Dice Barbara ya notándose un poco angustiada por el calor que está tomando esta cita.

Déjalo que siga hablando, déjalo que siga hablando como si tiene derecho sobre ti y así le parto la cara. -Agrega Christian levantándose como invitándome y claro que me levanto y quedamos frente a frente retándonos mutuamente.

Que se me calman los dos ya mismo! ¿Que le pasa a ustedes dos? ¿Quien te crees Paul? Y ¿Tú quien te crees Christian? -Nos enfrenta Barbara a ambos ya muy claramente enojada por la situación.

—¿Que pensabas, Barbara? ¿Que luego de tantas cosas vividas ibas a juntarnos al ex y al actual para ser amigos? Oye que modernismo el tuyo. -Le rete yo a Barbara alejándome un poco de la mesa.

—¿Que pensé, Paul? Pensé que así como te apoyé yo con la situación de tu chica, tú podrías apoyarme si decidía yo también continuar, pero parece que así no funciona, ¿no? Solo puede tratar sobre ti, solo tú puedes tratar de continuar. -Christian la toma de la mano como tratando de hacer que se calme y me choca en cantidades infinitas que sea él quien tome su mano y yo sea el problema. Pero ella tiene toda la razón, y aunque yo esté consciente de eso, no puedo expresar que estoy equivocado, que soy un egoísta.

Creo que mejor me voy, Barbara, pienso que podemos tú y yo hablar en otro momento. Por ahora solo necesito asimilar esto. Simplemente pensé que sería una de nuestras tardes como amigos solos tú y yo. No me agrado tu sorpresa. -Concluí y cual Niño malcriado solo me fui del lugar.

¿Que demonios pasa conmigo? Aunque sepa que ella es quien tiene razón no pude admitirlo de una vez, no pude dar mi brazo a torcer. Es que me cuesta aceptarlo porque ya no será lo mismo, ya no tendré su atención, y me va a dejar solo, lo irá haciendo, ya no tendré el cuidado que tenía de ella. ¿Y yo por qué estoy tan apegado? Ella no es mía, ella merece ser feliz y si es con ese sujeto, debería estar feliz por ella...

...

PaulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora