Paul

Se terminó la fiesta

...

—Okey, cielo, ya vámonos, ven vamos a bailar. -Toma Carla a Damián, llevándoselo para tratar de que no sea tan incomodo lo que acaba de ocurrir.

—Exactamente, ¿Que fue eso, Paul? -Me pregunta Daniela, un poco, o bastante, creo, desconcertada, y la entiendo, yo también lo estoy.

—Creo que, la prueba, ¿no? -Reí—y, lo siento, no sé qué estaba pensando, creo que mejor olvidemos eso. Todo es muy extraño.

—Si, súper... ¿raro? Creo...

—Raro, si. -Le agregué.

—Mucho... -Me afirmó ella.

—Sigues siendo insoportable.

—Tú no mejoraste nada, de hecho con ese pésimo beso, empeoraste, Paul -Me dijo ya riendo.

—No acostumbro a besar chicas lesbianas, ha de ser por eso.

—Ni a ninguna chica, quizá fui tu primer beso y eso lo explica todo.

—¡Cierto, si! Eso es, eres la primera chica que beso en toda mi vida. Me descubriste.

—Ja ja ja- muy gracioso, si una de las cosas que no tolero de ti es tu onda de... eso, de chico que, anda con muchas chicas.

—¿Perdón? ¿Y tú cómo llegas a esa conclusión? Y a parte, ¿Que onda? Si tus amigos te creen gay, quizá no frecuentas muchas chicas.

—Es diferente, que te rompieron el corazón, okey, no te has vuelto a enamorar de otra chica. Pero que yo sé que como todos, tendrás alguna chica por ahí con la que pasas el rato.

—Suenas muy segura de eso, y quizá en algún momento ha sido así, pero últimamente, creo que no es lo que quiero.

—Porque lo que quieres tiene un nombre, y solo la dejaste ir.

—Que hayas escuchado una que otra cosa en el carro cuando nos llevó a mi casa, no te hace estar enterada de todo.

—Escuché lo suficiente.

—Está casada.

—Y por eso digo que me callo.

—Al fin, algo que aciertas.

Me acerco a ella, y aparto de su rostro algunos cabellos y los coloco detrás de su oreja. Ella solo se queda mirando, y me deja acercarme.

—Tranquila, que ya no te beso de nuevo. Tú comes mocos. -Me aleje riéndome un poco de su expresión.

—Wao, eres realmente muy maduro. ¿Que edad tienes? ¿Seis? ¿Nueve? Ya aléjate de mi, Niño.

—Creo que esta mal que hayas querido que un niño de nueve te besara.

—Que un niño... ¿Que? ¿De que estás hablando? No te confundas -Se ríe—No confundas las cosas entre nosotros, tú solo eres un sujeto muy insoportable.

—¿Y te dices eso todas las noches para no pensar en mi? O ¿cual será tu plan ahora?

—Creo que ya me diste migraña, ¿no tienes problemas que causar en alguna otra parte?

—Se están peleando de nuevo, son como un matrimonio ustedes... -Dice Barbara mientras me rodea con su brazo y trae un trago en su otra mano.