3. Observada.

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Corro sin parar, mi pecho sube y baja con rapidez, no veo bien por donde voy, todo a mi alrededor es oscuro; me golpeo una y otra vez con las ramas de los árboles pero eso no impide que siga corriendo. Tropiezo y caigo de bruces al suelo, y noto que está lleno de sangre, de repente el bosque esta lleno de sangre. Me levanto bruscamente y sigo huyendo.

¿Pero... de qué estoy huyendo?

No puedo evitar mirar hacia atrás y distingo sus ojos rojos brillantes. No paro de correr, con el miedo calándome hasta los huesos y llego hasta un enorme árbol; me oculto detrás de el e intento recuperar el aire. 

¿Qué eran esas cosas?

Nadie tiene que responderme, porque la respuesta se posa delante de mi...

Demonios.

Tres de ellos.

Uno de ellos tapa mi boca, evitando que grite, aunque no estoy segura si eso es una mano.

—Mírate, tan débil y tú te crees tan fuerte —su voz es muy grave y ronca, que causa escalofríos por todo mi cuerpo. Los otros dos ríen ante el comentario de su compañero, mirándome con la maldad en sus ojos, esperando el momento indicado para atacar.

—Es muy simple Amelia, puedes evitar que toda esta sangre se derrame si nos das tu alma —Lágrimas saladas brotan de mis ojos.

¿Mi Alma?

—No busques sus caminos, si no quieres que te hagamos sufrir —amenaza— tu alma será mía.

Una luz blanca nos invade, cegando tanto a los demonios, como a mi; luego un golpe seco...

(...)

Despierto al lado del sofá donde me quede dormida anoche, sobo mi cabeza y miro la hora en el reloj de pared.

8:00am

Me estiro y me levanto aun con el dolor en mi cabeza y me dirijo a hacer el desayuno. Abro unos de los gabinetes y saco mi caja de cereales, después voy hacia la nevera y saco el cartón de leche, mee siento en la mesa vacía y disfruto en silencio de mi elaborado desayuno.

El cual, no dura mucho.

Mi tía entra en la casa dando tumbos, hasta llegar a la cocina; e sonríe con su típica sonrisa para después caer inconsciente.

No me sorprende.

Mi tía se volvió alcohólica cuando su ex-esposo le fue infiel, para después dejarla he irse con su amante —una mujer más joven— dejando a mi tía completamente sola, ya que nunca tuvo hijos por ser estéril.

Sin embargo, el hijo de su ex-esposo la visita una vez al mes, ya que al parecer le tiene cariño a mi tía. Ni idea de quien es el chico, solo sé que viene por ella, ya que casi siempre no estoy en casa.

Dejo a mi tía otro rato más en el suelo, mientras lavo el tazón. Después de dejar todo limpio, me pongo en cuclillas junto a mi tía

—Hey tía —le doy pequeños golpecitos en la mejilla.

—¿Eh? —apenas puede abrir los ojos.

Escucho una carcajada por toda la casa, pero hago caso omiso de ella.

Un demonio. O mejor dicho el demonio que siempre aparece para reírse de mi tía cuando se emborracha.

Quiero pensar que estoy acostumbrada esto.

—Vamos, te ayudare a ir a tu habitación —le digo.

En silencio la ayudo a levantarse y recorro la sala de estar, para después entrar al pasillo que está más allá de las escaleras. Una vez en su cuarto, la acuesto en su cama y la cubro con una sábana, después de asegurarme que está cómoda y bien, salgo de su habitación y me dirijo a la mía.

Entro en mi cuarto y enciendo el reproductor de música. Decido ordenar la estancia mientras escucho If you want love a todo volumen. Mientras ordeno el estante de mis libros no puedo evitar recordar aquel sueño...

Es muy simple Amelia puedes evitar que toda esta sangre se derrame si nos das tu alma...

No busques sus caminos, si no quieres que te hagamos sufrir.

¿A qué rayos se refiere?

¿Los caminos de quien?

Todo es muy raro, bueno como yo, solo a mi me pasan estas cosas raras.

Por eso soy la rara del pueblo ¿no?

Suelto una risa amarga mientras me dejo caer en mi cama, está rebota debajo de mi y yo me quedo con la mirada perdida en el techo.

Tengo un mal presentimiento. Lo que acompaña al hecho de que me sienta observada, me siento en el colchón y miro cuidadosamente la habitación.

Nadie.

Me levanto y camino hacia el reproductor para colocar when the party's over de Billie Eilish, cuando siento un escalofrío recorrer mi espalda. Me volteo hacia atrás y me encuentro con la ventana de mi habitación.

Camino lentamente hacia ella, y me asomo para ver el exterior.

Nada.

(...)

Después de que el ambiente en mi habitación se pusiera tenso, decidí salir a tomar aire fresco. Sigo sin noticias de Ruth así que me dirijo a la casa de mi otra amiga.

Doña Florencia.

La casa de mi vecina no está muy lejos, pero no puedo dejar de sentir esa sensación de incomodidad. Como si alguien me estuviera siguiendo.

Miro hacia atrás, pero el resultada sigue siendo el mismo...

Nada.

Lo hago varias veces, para estar segura de en verdad no me están siguiendo y que un monstruo no va a aparecer para comerse mis tripas y esparcir mi cuerpo vacío miembro por miembro por todo el bosque.

Pero nada ocurre. Sigo caminando tranquila, tratando de acostumbrarme a sentirme observada; aunque, si vamos al caso, siempre que salgo al pueblo soy observada.

Pero no de buena manera.

Decido voltear una ultima vez, pero aun nada. Así que giro todo mi cuerpo y empiezo a caminar de espaldas.

Sigo así por un buen rato hasta que choco con algo. O mejor dicho alguien...

Mierda. 

Soy Rara Por Creer En Ti  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora