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—¿Qué cochinada es esta? —El susto hizo que casi cayera de bruces contra el suelo si no hubiera sido porque Jason en un gesto malogrado me dejara tambaleante sobre mi pierna derecha—Nadie va a salir de aquí o me veré obligada a formar un espectáculo. —Bloqueó la puerta derramando su soberbia en el ambiente—¡Oh-oh! Así que es con esto—me echó vistazo con odio y vi como su cara enrojecía— con lo que te entretienes Kim Jae Hyun, no pensé que fueras maricón como ese flojo de tu hermanastro que apenas pudo lograr una erección la última vez. Ni siquiera es una chica—volvió a dirigirse a mí y pedí a cualquier deidad que no me dejara enloquecer. 

Eso no debía estar pasando ¿Qué ocurriría si ella corría a contarles a todos? ¿Qué sería de mi relación Austin? Ni siquiera tenía sentido preocuparme por algo que yo sabía bien estaba sostenido por una cuerda floja de mentiras.

Apesto

—Lo dice la zorra sedienta que tiene las piernas abiertas como una tienda de conveniencia. —Me crucé de brazos ladeando la cabeza.

—Lee Ha Ni —bramó mi compañero haciéndola brincar en su espacio, noté la furia brillar en su mirada—Cuida tu sucia boca cuando te refieras a él, en todo caso es contigo con la que me he estado divirtiendo—hizo una pausa y suavizó la mirada acariciando mi espalda—Vete, yo me encargo de mis asuntos pendientes.

Esa perra necesitaba ser puesta en su lugar, la ira revolvía mis células y apreté las manos para no darle un puñetazo en la cara, mis padres me educaron bien. Salí de la habitación cerrando la puerta tras de mí y me recargué en la pared a escuchar.

—¿Cómo puedes hacerme esto? ¿Con un chico y negro? Es repulsivo. Qué estúpida soy...

Su voz estaba a punto de romperse igual que mi estabilidad mental.

—Cállate Lee Ha Ni, escucha con atención. —La voz de Jason era un trueno enfurecido—Te advierto, no vayas a crear uno de tus dramas, sabes que lo nuestro, espera, lo que tú creíste que teníamos, nunca existió. Si fueras inteligente te dieras cuenta que era yo quien lo besaba ¡Ah! Tu racismo me lame las pelotas. Ahora vas a componer ese pequeñito trasero tuyo y fingir que no viste nada si no quieres que apague tu estrella que apenas comienza a brillar...

—Jae Hyun ¿Por qué eres así?

No pude seguir escuchando.

—¿Querido estás bien? —Volteé nervioso, Wanda se acercaba preocupada —Ha Ni y Jason vinieron por ti, estábamos inquietos por si te había ocurrido algo—acarició mi cabello—¿Qué pasa? —Preguntó señalando a la habitación de su hijo como si intuyera lo que estaba pasando.

—Ellos están peleando, mejor bajemos.

—¡Oh por dios estás ardiendo! Steven me va a escuchar, él y su manía de servir vino sin parar. Tenías que habernos dicho que tu tolerancia era baja. —Reí nervioso, si ella supiera que la causa de mi malestar era otra, no sería tan compasiva. —Vamos a la sala, traeré toallas húmedas para refrescarte y un poco de té helado.

Me ayudó a acomodarme en el sofá y agarré su mano antes que saliera.

—No le digas a Austin que estoy estas condiciones—ella no entendía, aun así, solo asintió.

Regresó con una toalla húmeda pasándola por mi frente, tomé la botella de té helado que me ofreció permitiendo que el refrescante sabor a melocotón inundara mi garganta.

—Tan lindo y frágil que te ves. —Sonrió viendo directo en mis ojos, deseé que no se reflejaran mis mentiras—Sé que no nos conocemos mucho, pero a juzgar por cómo mis hijos hablan de ti, veo que has hecho un cambio drástico en la vida de ambos —Oh Dios si supieras que uno de ellos es mi novio y me muero por volverme a revolcar con el otro me sacarías a patadas en vez de acariciarme suavemente. Sostuve el aire y luego lo solté en un largo suspiro —¡Finalmente los he oído hablar un buen amigo! Ese tal Hyun Tae o cómo es que se llama el otro rarito agraciado... —Vaciló buscando la respuesta en mí.

Roommates to Lovemies [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora