—Entonces arrodíllate y engulle todo el regalo que daddy tiene para ti.
Obedecí sin rechistar porque en eso me había convertido. Era el siervo de sus palabras, de su mirada, de la sensualidad que derramaba ese hombre al ver su falo ser engullido por mí. Mordía sus labios empujando mi cabeza con fuerza hasta hacerme arquear cuando su glande rozó mi garganta. Lágrimas descaradas brotaron de mis ojos cuando tosí, entonces él suavizó los movimientos. Mi piel ardía como nunca antes. El yo de antes se habría quejado de ser el único desnudo en aquella sala, sin embargo, disfrutaba cada segundo.
Mason echó su cabello hacia atrás jadeando, maldiciendo de placer. Adoré cada imagen que me mostraba con su rostro, sus ojos entrecerrados, la postura de sus hombros, la vista desde abajo era placentera. Agarré su miembro y continué dándole placer con mi boca a pesar de que mi mandíbula dolía. Poco después los gritos de mi compañero llenaron la habitación y el líquido caliente explotó en mi paladar excitándome aún más.
—¡Oh por dios! Lo siento Christian...de verdad lo siento. Escúpelo, no tienes que tragártelo.
Corrió a buscar servilletas tropezando con sus pantalones a medio caer y me burlé. Escupí el resultado de su orgasmo, corrí a enjuagarme la boca en caso de volverlo a besar, nadie quiere probar su propio... En fin, él se siguió al baño y luego lo divisé encerrando a Lyolik en su jaula llevándolo a la habitación vacía contigua a la suya.
—Todo este tiempo...el gato... ¡Oh por dios! Me siento que hicimos abuso animal. —Me crucé de brazos y apreté los labios observando su miembro que comenzaba a endurecerse nuevamente.
—No te preocupes, no es la primera vez. —Soltó con arrogancia logrando que mis ojos encontraran mi cerebro.
—Sí claro, viniendo de ti supongo que Lyolik ha visto todo tipo de traseros y posiciones. —Espeté, molesto, celoso de imaginarlo con gente que ni siquiera tenía necesidad de conocer. —Pensé que era el "único" que había entrado en esta casa—continué y él se burló de mí. Maldito demonio que se veía sexy solo con la parte superior de su traje— En fin, me alegra que hayamos resuelto el caso "cambio de actitud". —Puse los ojos en blanco nuevamente bajando las escaleras para buscar mi ropa.
—¿Quién te dijo que resolvimos todo así tan fácilmente? —Vociferó detrás de mí en un tono que me hizo titilar el cuerpo entero. Me giré ante su osadía, para encontrármelo quitándose la corbata bajo mi mirada irritada—Sí eres el único que ha entrado a esta casa, pero no el único con quien he intimado antes. —Alcé los brazos simulando desinterés por su vida de marinero que en cada puerto tiene un amor. — Eso no tiene importancia ahora ¿Verdad?
—¡Oh claro que no! —Repiqué, tomando mis cosas.
—¿Estás celoso? —Me interrumpió cuando comencé a negar— Sí lo estás. Aquí soy yo quien decide cuando resolvemos el por qué tú te atreves a usar ropa interior atrevida sin decirme antes.
Quise reír ante tal acusación y su descaro, ladeé la cabeza desafiándolo y él estiró la corbata haciéndola sonar como si tuviera un cinto en las manos. Sin mucho hablar me cubrió los ojos con ella y mi respiración volvió a perder el ritmo cuando imágenes comenzaron a proyectarse en mi mente.
—No quiero Mason. No me gusta estar a ciegas y no estoy celoso. —Intenté zafarme, pero fui retenido. —No aprietes el dichoso nudo. —Protesté sin hacer movimiento alguno cuando se pegó más a mí.
—Tienes que verte. Tu cara habla por ti, no puedes jugar al póker—susurró restregando su miembro contra mi trasero, sentí la camisa entreabierta rozar mi espalda. —Admítelo, estás celoso—Me giró empujando sus labios contra los míos.
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Roommates to Lovemies [BL]
RomansaChristian Jones tiene inseguridades y traumas que lo persiguen desde su pasado, pensó que al entrar en la universidad podría deshacerse de ellos. Jason Kim es un joven coreano americano que no solo tuvo un pasado turbio, sino que aún divaga en un pr...