Roommates to Lovemies [BL]

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—Soy celoso y sobreprotector, tenlo en mente.

Reí besándolo una vez más y fui detenido por su agarre cuando intenté regresar de vuelta al salón.

—¿Qué ocurre? —Volteé a mirarlo preocupado, Mason hizo su gesto de siempre soltando un suspiro, besó mi frente y prosiguió a hablar.

—Hay cosas que ambos debemos tener bien claras si es que queremos avanzar en lo que sea que nos estamos adentrando. —Tomó mi rostro entres sus manos acariciándolo con sus pulgares—Creo que debes hacerle saber a tu ex con firmeza que no quieres seguir involucrado con él. Te juro que me costó apretar los riñones para no volverlo sobrio a patadas, por nuestra estabilidad emocional y mental, si puedes evitar este tipo de situaciones estaré agradecido.

Asentí engañándome. Sabía que iba a ser una ardua tarea el no verme involucrado con Jason cuando estaba luchando por dejarlo de amar, más cuando mi mejor amiga estaba comprometida con su hermano ¿Realmente quería saltar a otra relación? Confusiones, inseguridades y mentiras, no. Mason jamás me llenaría de esas sensaciones ¿O sí? Suspiré vacilando en mi respuesta, pero finalmente asentí. Él continuó hablando antes de que yo pudiera verbalizar mi respuesta. 

—Que tu sí sea seguro y tu no, equivalente a su significado. Me gustan las cosas frías o calientes, nunca tibias. Si me interesé en ti es porque vi la posibilidad de tener un compañero por tiempo indefinido, pero honestamente Christian no sé sí mañana decidas echarlo todo atrás y regresar con él, no quiero sentir que estoy en desventaja, no es justo.

—Mason nunca pensé en ti como un repuesto... —Bajé la cabeza con vergüenza, ni siquiera me había puesto en sus zapatos.

—Lo sé, pero no me vas a decir que me amas solo porque estoy actuando como el príncipe azul—sonrió con incertidumbre—sé que te he puesto en una cuerda floja en donde te preguntas si estar junto a mí es lo que mereces, tienes dudas de ti, de mí, de lo que nos rodea. Por eso quiero que sanes y que me des una respuesta cuando realmente estés listo para salir de tu cascarón y de las cenizas de lo que fue tu ex.

Dejé caer lágrimas que jamás golpearon mis mejillas porque fueron limpiadas por él. Sinceridad era todo lo que podía ofrecerle.

—Yo no voy a seguir dejándome arrastrar por los recuerdos del pasado, no tienen sentido. Si acepté tus sentimientos es porque a pesar de estar roto en pedazos, no estoy preparado para estar a tu lado, pero podemos intentarlo, ir despacio. Con esto quiero aclarar, lo que estoy empezando a sentir por ti es genuino. —Sollocé colocando su mano sobre el lado izquierdo de mi pecho—Es cursi, pero mi corazón no ha parado de latir así desde el primer día que nos encontramos en la consulta cuando me dijiste que era hermoso y yo esquivé la frase refiriéndome a las pinturas.

Enrojeció sonriendo con timidez rodeándome con sus brazos.

—Eres atractivo y atrevido, pero lo que más me atrae de ti es tu inteligencia. Cada vez que nos hemos besado anteriormente, siempre esperaste a que fuera yo quien se lanzara primero. —Se mordió los labios, luego descansó su sien sobre la mía acariciando mi espalda baja.

—Tienes razón—admitió con candidez—era para asegurarme que de verdad querías lo mismo que yo. Créeme que me costaba aguantarme.

—Admito que cada palabra que sale de tu boca es una bala, pero de las que curan. Debes saber también que tu mandíbula es mi debilidad y la sensación de tus labios sobre los míos es inexplicable. Yo no tendré tu madurez, pero sé apreciar lo que el destino, Dios o lo que sea que exista, pone en mi camino. Tú eres un regalo.

El rubor en sus mejillas me hizo saber el efecto que mis palabras habían causado en él, no pude estar más satisfecho. Lo besé con seguridad, agarrando su cuello, no me importó si había gente en el jardín, tampoco el frío. Solo me centré en ese momento, en él y el beso que afloró entre nosotros. Nuevas sensaciones instalándose en mi pecho, sintiendo el invierno en mi corazón derretirse ante otra nueva primavera.