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El tiempo con Meghan nunca era suficiente, podríamos pasar horas enteras hablando y jamás terminaríamos. Luego de morirnos de risa en Starbucks fuimos a su apartamento, vimos otro poco de Pretty Little Liars mientras y se nos había escapado la tarde para cuando acabamos.

—La próxima vez te toca venir a mi apartamento, me encargaré de que Jason no esté alrededor y filmaremos un blog así que termina con los libros que estás leyendo.

Dije escurriéndola en mis brazos.

—A sus órdenes majestad y no te rompas el cerebro descifrando al coreanito. No dejes de llamarme, quiero saberlo todo.

—Lo prometo.

Música inundaba el apartamento cuando regresé y olía deliciosamente bien, dejé mis cosas sobre el pequeño sofá de dos plazas en nuestra sala de estar y rápidamente me lancé hacia la cocina para apretar mi mandíbula que caía desencajada ante la imagen de Jason sin camisa y con delantal moviéndose al ritmo de X de Nicky Jam a la vez que se concentraba en su trabajo de chef, supuse que era el causante de tal olor que hizo mi glándula salivar. Me apuré a admirar en silencio su cuerpo de adonis y movimientos sensuales, saqué mi móvil y capturé su espalda ancha y descubierta, lo regresé con puro nervio a mi bolsillo.

No soy un pervertido, que quede claro.

Me aclaré la garganta cuando la canción llegó a su fin y él se giró sosteniendo el sartén con una sonrisa, detallé cada espacio de él, me detuve en sus labios tentadores dándole vida a una sonrisa por la que suspirar, su torso que gritaba sexy, sexy, sexy, incluso las pequeñas gotas de sudor en su cara antes de mover mi mirada al contenido en sus manos.

—¡Finalmente me deleitas con tu presencia! —exclamó.

—¿Qué es eso? —pregunté arrugando la nariz y acercándome un poco para tener una mejor vista de todo.

—Estoy preparando galette francés. —Se refirió al crepé de forma cuadrada con sus puntas dobladas y mucho queso desbordándose en su interior, supe que no lo comería cuando vi los pequeños trozos de champiñones, extraña alergia a los champiñones.

—¡Oh suena demasiado refinado!

Sonrió y me hizo una seña invitándome a sentar.

—¿Qué tal tu día con Meghan?

—Mmm ¿Desde cuándo te interesa cómo va mi día?

—Desde que voy a bendecirte con el placer de mi cocina.

Me sentí tentado a soltar un gritito al estilo Meghan, pero me compuse mientras mi corazón se escapaba a galope.

—Si te refieres al galette francés, lo siento soy alérgico a los champiñones.

—Mierda, no pregunté antes, tan torpe. Pero tenemos plan B. —señaló a dos pizzas grandes que gritaban «cómeme».

—Me apunto entonces.

Aún sin camiseta Jason sacó dos cervezas de la nevera y se sirvió el galette a la vez que cogí dos rebanadas de pizza poniéndolas en un plato y regresando a la mesa, nuestra conversación comenzaba a hacerse amena y no paré de reír cuando se burló de la tal Yuuta al verla después de ser azotada por Jessica.

Íbamos por la tercera ronda de cervezas cuando el tema salió a colación.

—Así que soy arrogante y guapo— ladeó la cabeza retándome con una sonrisa.

—¿A qué te refieres? —sus palabras me tomaron por sorpresa.

—A lo que le dijiste de mí a tus seguidores, vi todos blogs. —sacó su celular mostrándome el video que había grabado el primer día dónde lo había apodado Sr. Zapatillas, el rubor ya estaba en mis mejillas. — Así que a partir de ahora me incluirás en al menos uno de tus blogs, para limpiar mi imagen.

Roommates to Lovemies [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora