Roommates to Lovemies [BL]

16

NarraAustin:

—Te quiero—las palabras brotaron innatas de mi boca y sí que había puesto mi sinceridad en ellas, sin embargo, él solo me respondió con un beso tímido—apúrate y dime que quieres—enterré el rostro en su cuello para luego besarlo mientras disfrutaba de su pequeño cuerpo hasta quedarnos dormidos.

Desperté un poco más temprano que Christian deteniéndome a observar sus largas pestañas y labios casi rosáceos, esos que anoche clamaban por más cuando lo hice mío, provocándome el mayor placer cuando se extendieron por mi entrepierna ¿Quién imaginaría que Jones sería un volcán en la cama? Acaricié su cabello encrespado todavía olía a cocoa, su imagen indefensa en mis brazos me hizo volver a besarlo suavemente, y me odié al recordar que tuve que jugar sucio invitando a Lee Ha Ni solo para que el fantoche de mi hermanastro no me llevara la delantera «en la guerra y el amor todo se vale».

—Hola sol— dije cuando abrió los ojos y se cubrió la cara cuando intenté besarlo de nuevo, me estaba volviendo adicto.

—Aún no me he cepillado—tan temprano y ruborizándose—Buenos días.

—¿Cómo dormiste?

—Como una roca, tus brazos pueden ser adictivos. —Tiré de él hacia mí, no me cansaría de esa sensación agradable, permanecimos riendo, besándonos hasta que nuestros miembros estuvieron listos de nuevo, pero desgraciadamente teníamos clase pronto. —No te vayas —refunfuñó cuando me puse en pie rumbo a preparar un desayuno rápido.

—Vamos perezoso, no tienes que caminar un kilómetro a la cocina, está la salida y el baño se ríe en tus narices—señalé a la puerta del baño en mi habitación, mi apartamento no era nada del otro mundo, pero estaba perfectamente diseñado para una pareja— a la cuenta de tres te levantas y tomas una ducha o yo mismo me encargo de ducharte, uno.

—Austin, es nuestro primer día juntos...—e hizo una pausa.

—¿Qué acabas de decir? —pregunté eufórico. —Aún estoy contando, dos.

—Es nuestro primer día juntos y no me dejas quedarme en cama —soltó cubriéndose el rostro con la cobija y no pude evitar reír.

—No sé qué tipo de novios has tenido antes, pero yo no voy a dejar que holgazanees, tres.

—¡Espera!

Gritó, pero ya lo había cargado en mis brazos llevándolo hasta la bañera y dejándolo ahí con una expresión de cachorro irritado, tuve que aguantar la carcajada. Devoramos los sándwiches sentados en el sofá, Jones en mi regazo.

—¿Y ahora no te da pena que...?

—¿Qué? ¿Qué nos vean juntos? —Asintió y me burlé acariciando su barbilla —Tonto, no. Eres mi novio y estoy orgulloso de esto—concluí entrelazando mi mano con la suya.

—Austin...

—¿Mmm?

—Jason, yo...—hizo una pausa tratando de buscar la frase correcta—nos besamos, quiero decir, Jason y yo nos besamos, creo que estaría siendo insincero si no te digo, pero no tiene importancia, aún tengo que lidiar con él, ya sabes somos compañeros de cuarto.

Miré entretenido como se sonrojaba mientras las palabras salían a retazos.

—Ajá, ¿te gusta Jason? —proseguí sin importancia.

—No, no —quise reír —tengo terapia con él mañana, ya sabes, con el consejero del campus.

—Pues no hay problemas, vente a vivir conmigo, evitas las terapias y las molestias.