Tu destino está atado al mío

XXVIII

-¡¡Es que no entienden! ¡¡¡Esto no es lo que quiero!!!

Naruto frunció el ceño al escuchar el alboroto en los camerinos donde se preparaban las modelos, otro de día de trabajo, no esperaba encontrarse con ese gran desastre.

-Cálmate por favor.

-¡¡¡No!!! ¿Quieres que me fotografíen así? ¿Eh?

-Son órdenes de los editores en jefe, no de nosotros, solo seguimos órdenes.

Naruto entró con el ceño fruncido en su elegante traje, miró a las modelos como unas cotilleaban y las otras simplemente apartaban las miradas cansadas.

Naruto vio como Rebeca gritaba y pataleaba como niña pequeña, negó cansado, se acercó pisando fuerte llamando la atención y todos ahí se quedaron callados.

-¿Qué? ¿Vienes a regañarme? -dijo desafiante

-Aparte de arrogante eres poco profesional- escupió de una sola vez haciendo que todos allí exclamaran con asombro- ¿Acaso vez a alguna otra modelo haciendo escándalo por su maquillaje? ¿Crees que puedes mandar aquí?, si es así entonces déjame decirte que te equivocaste de profesión.

-Vaya, vaya- escuchó el susurro de una modelo a su lado y quiso sonreír, pero se contuvo.

-Estúpido, mide tus palabras. ¿Acaso no sabes cuánto tiempo llevo siendo modelo? ¡Soy famosa!

-Tu nombre no es conocido, solo eres... -hizo una pausa viéndola detenidamente -Una cara bonita, y al parecer así te quedaras. -Finalizó con un aire satisfecho.

- ¿Qué?, estás loco -dijo histérica.

-Y aparte de poco profesional te falta ética, en el trabajo debes respetar a tu empleador, desde ahora tú no tienes contacto con nosotros, las puertas de la revista están cerradas para ti - e ironizó- aunque eso también te cierra las puertas paras las otras revistas, suerte con tu vida. - dijo con suficiencia.

-¡¡No me puedes hacer esto!!

-Lárgate- dijo harto, su voz ronca resonó.

Rebeca agarró sus cosas y se fue de ahí, maldiciendo en voz alta y negado como loca, con su bonito cuerpo y su perfume, Naruto cerró los ojos, pensando que había hecho lo mejor.