Libro de Lobos. © |YoonMin| #3.

Libro de Lobos Capitulo XlV.

—Muy buenos días mi querido Alfa Min. Líder del gran reino de nosotros los hombres lobos, aquí en el gran reinado de Lucifer. Usted bajo su mandato de nuestro rey lobuno, heredero del poder supremo de la luna y las galaxias amigas, espero se la esté pasando usted muy bien recibiendo los mimos de su muy adorable Omega que por cierto se ve muy radiante hoy.  Me gustaría decirle que me da placer verlo tan feliz al lado de tan bello ser a su mer...

—¡Al punto HoSeok, deja de ser lame botas y habla! ¿Que quieres? —vocifero ya harto del parloteo de su primo. JiMin rió bajito mientras seguía depositando besitos en las mejillas del Alfa peligris, importandole una mierda si todos los sirvientes de la casa lo viesen. HoSeok arrugo el ceño viendo mal a su primo.

—Te pasas, uno aquí adulandote y tú lo tratas a uno tan mal.

—Si bueno, tú te lo buscas por ser tan impertinente. —gruño el pálido.

—Embezez la bida no ez komo uno kiere. —dijo el Delta. Un chiste de muy mal gusto que no le hizo gracia a los dos chicos que solo le vieron raro.

—HoSeok, en serio necesitas salir más seguido. —bromeo YoonGi. Sentando en su regazo a un muy cariñoso JiMin que se había pasado todo el día como chicle pegado a él, ronroneando y pidiendo mimitos al alfa.— Ve al punto, ¿A qué haz venido?.

El pelinegro suspiro abatido, recordando la charla o más bien discusión que tuvo con Shimrin la noche anterior.— Puedes por favor, prestarme a Tu Mate, necesito mostrarle algo de suma importancia. —el chillido de JiMin alarmó a YoonGi haciendo que lo enrollada con sus brazos. Gruñendole a HoSeok por lo que había dicho, ni a JiMin ni a YoonGi les gustó la idea.

—¿Para que quieres a mi JiMin?. —dijo el lobo del pálido comenzando a gruñir y desprender un aroma muy fuerte que se instauro en todo el despacho del mismo, mostrando los dientes, con sus ojos de iris amarillos. Pero HoSeok solo rodó los ojos con una jodida jaqueca.

—Debo mostrarle el ritual. —hizo comillas con sus manos, el cuerpo de YoonGi se destenzo.— Deja de ser tan territorial.

—¿Debes llevártelo justamente ahora?. —pregunto. JiMin le lamió el cuello mandándole escalofríos por todo el cuerpo. Ese rubio de bonitos ojos se había pasado todo el día haciendo eso, provocándole pensamientos impuros al pobre de Min, que en lo único que pensaba era en restregarse contra el cuerpecito de su niño, hacerle el amor tan rico, dejarlo sin poder caminar bien por días, dejar su semilla en el, marcarlo otra vez como suyo... ¡Jodida y santa mierda de las mierdas, quería cogerse a su Omega pero algo se lo estaba impidiendo y no sabía que era!.

HoSeok le asintió errático mostrando una postura serena y segura. Era hora de enseñarle al pequeño Park JiMin a cambiar a su lado animal, a domar sus instintos y sobre todo a enseñarle las defensas y como enfrentarse en batalla.— Puedo venir por el mañana, ya que el ciclo de apareamiento concluyó es momento. No te preocupes, JungKook y TaeHyung estarán ahí para enseñarle todo lo básico, ya lo demás él lo tendrá que aprender solo. —dijo apresurado. Ya que sabía que su presencia ahí no era la indicada en un momento como esos, en donde YoonGi estaba recibiendo “mimos” del rubio de ojos azulados y lengua filoza, quien ahora parecía ver a HoSeok con el ceño fruncidito haciendo una mueca en forma de puchero.

—Alfa, ¿Que es exactamente ese ritual? —pregunto un resueño JiMin, haciendo ojitos de cachorro bebé para obtener lo que quería.

—Es una especie de presentación enfrente de toda la manada, quienes tomarán la decisión de aceptarte como un lobo fuerte y capaz de ser el Omega del líder. —el ceño de JiMin se frunció en disgusto.

—No quiero. —dijo con seriedad. Negandose automáticamente hacer eso.— No tengo que demostrarle a nada a nadie. Si no les agrado que se jodan todos. —termino a decir molesto haciendo que sus ojos azulados brillaran intensos.