El chico rubio, de ojos azulados, sonrió de lado, sin mostrar mucha emoción, solo acarició el pétalo de la rosa blanca que estaba en el patio, lo suyo no eran las rosas, aún así, no mentiria en decir que eran bellas, estaba cansado, sus ojos pesaban del desvelo y la mala maña que tenía por saltarse el desayuno por salir al patio y observar las flores.— Maldito Alfa de mierda. —dijo JiMin. No estaba de humor con su esposo, mucho menos por lo que le había dicho.— No entiendo cuál es el puto problema. —rechiño sus dientes, tragándose todos los demás insultos que se le venían a la mente.— Como sea, igual haré lo que yo quiera. —El rubio sacudió sus ropas, limpiando la tierra de sus zapatos, arrancó de seco la pobre rosa blanca, estaba enojado, y lo que menos quería ahora era que le dijeran cosas bonitas y que lo que él quería no era posible.— Patrañas, lo que sucede es que Min Cobarde YoonGi le teme al éxito. —murmuro quejumbroso, pataleo por todo el jardín, hablando consigo mismo, desde la ventana de la casa, el chico peligris le observaba, por la marca de unión podía saber que JiMin aún seguía molesto, pero le daba lo mismo. Su respuesta era No, y nadie la cambiaria.— Ahora por solo fastidiarlo no volveré en diez días sino en quince. —afirmo. JiMin detuvo su discusión, recordando del por qué estaba molesto con YoonGi, sus ojos azules empezaron ponerse rojitos, sintió su pechito doler y a la vez un nudo formarse en la garganta.— Tonto Alfa. —apreto sus manos en molestia, no entendía cual era el problema.
Solo se sintió muy decaído y traicionado, y la culpa la tenia YoonGi. Resulta que el Alfa líder lo llevo a una visita al orfanato que estaba en WolfDog, donde habían cachorros bebés que habían perdido a sus familiares o padres, muchos eran adoptados de inmediato por las manadas del pueblo, otros no corrían con esa suerte y crecían ahí. JiMin se sintió feliz de conocer a los bonitos niños, todos tenían de entre recién nacidos a cuatro años, no habían más grandes, ya que las manadas no aceptaban que un cachorro desarrollará su instinto solo, asi que lo cuidaban hasta que pudiera mantenerse por sí mismo, pero en esa visita JiMin quedó flechado, al instante por un bonito bebé de apenas dos semanas de nacido, la CaretaKer que cuidaba de los bebés más chiquitos le dijo que el bebé había perdido a sus padres a causa de la masacre que estaba ocurriendo por la zona, que el bebé se salvó gracias a que hicieron una operación de emergencia, donde la mamá murió dándolo a luz, el rubio se sintió demasiado triste, y fue puro impulso que le hizo pedirle a su esposo que adoptarán al bebé, lo que nunca se espero fue que Min YoonGi se negara rotundamente a su propuesta, así que era por eso que estaba muy molesto con el peligris.— El adoptó a JungKook, no entiendo por qué no adoptar a este bebé. —aunque YoonGi le explicó el por qué no podía. JiMin aún no había hecho el ritual de iniciación, el reino de lobos no lo había visto como lo que era y eso solo lo ponía en una mala situación, YoonGi le dijo, que al hacer la iniciación todo estaría bien, y que podrían adoptar al bebé, pero Park JiMin lo queria ya, no después.— Estúpidas reglas. —Se cruzó de brazos caminando hasta la entrada principal, no quería ser espiado por el peligris, tampoco quería tenerlo molesto, YoonGi tenía demasiados problemas como para que JiMin le hiciera un berrinche, solo estaba dolido; ese bebé ya era suyo, así lo había decidido.El rubiecito sorbió de su nariz de botón, limpiando las lágrimas traicioneras. Se sentía extraño no ver por los alrededores a TaeHyung o JungKook, los extrañaba, SeokJin llegaba y lo saludaba, pero el pelinegro andaba tan metido en su mundo que no prestaba atención, NamJoon permanecía todo el día encerrado al lado del Alfa discutiendo quien sabe qué, el tipo raro de HoSeok no había vuelto desde la última vez, le daba miedo Shimrin así que ni siquiera se preocupaba por toparselo. Las clases en la escuela iban bien, solo faltaba una semana más y podría largarse de una vez por todas de la escuela, tenía ya muy bien planeado todo para la llegada del bebecito que adoptaría él y YoonGi. Suspiro con un puchero, el bebé ya se había encariñado con el, y ahora solo podía visitarlo hasta que cumpliera con las reglas.— Si es por tener a mi bebé conmigo esta bien. —JiMin estaba tan metido en su mente, fantaseando con la llegada del niño, que ni siquiera presto atención cuando un lobo de casi dos metros entro por las puertas de la mansión, mucho menos cuando dos sujetos raros corrieron hacia el, lo único que si sintió y muy bien fue el golpe en seco que lo mando al suelo. —¡¿Qué carajos?! —reclamo el rubio, sus ojos brillaron del enfado, se volteó sintiendo un peso encima de él.— ¿Q-QUÉ? —grito espantado, viendo a Shimrin reír como loco, y a un sujeto de hebras negras encima de él, haciendole una llave para que no pudiera moverse, JiMin lo reconoció al instante, era el Rey Oscuro al lado del Dios Deltus, ¿Qué hacían esos dos ahí? Y también ¡¿Por qué carajos lo tenían tirado en el suelo?!.
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Libro de Lobos. © |YoonMin| #3.
Fanfiction❝JiMin nunca espero que al abrir ese libro mal gastado y roto algo muy extraño le sucedería. Lo único que quería era investigar un poco sobre los lobos para su trabajo final, nunca espero que terminaría siendo transportado a un mundo diferente donde...