늑대의 책 Libro de Lobos Capítulo XXl.

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Los días pasaron, tan rápidos que ninguno se dio cuenta en si. Tanto así, que JiMin ya habia empezado a ir a clases como YoonGi le había pedido, diez días se mantenía en mundo humano, y ya después los catorce días se mantenía en casa al lado de su Alfa. Más no todo era felicidad en WolfDog, JungKook no había querido ver a TaeHyung desde la vez que sus instintos animales lo hicieron atacar al pelimorado, se había obligado y le había pedido casi suplicado a YoonGi que lo dejara ir a la antigua casa de su familia, el Alfa aún no muy convencido lo dejo, ya que sabía que JungKook necesitaba estar solo, y procesar todo lo que provocó. TaeHyung por su parte, ignoro el comportamiento de JungKook, no lo obligó a quedarse, tampoco le pidió que volviera pronto, solo lo dejo ir. Su espíritu animal estaba dolido por como el chico lo trato, el al igual necesitaba su propio espacio, fue por eso que decidió que viajaría muy lejos para encontrar un poco de paz y alejarse de todo el estrés de su compañero de vida.

Aun así, su familia estaba preocupada por el comportamiento que ambos tenían, SeokJin como el hermano mayor  persuadió a que su padre Centinela buscará al menor, TaeHyung ya era muy grande para tomar sus decisiones y si el, decidió irse, pues era decisión de él y nadie podía interferir con ello. Aun así, el pobre Scout estaba preocupado por la actitud fría que su pequeño hermano tomo desde ese día. NamJoon estuvo con el apoyándolo y dándole ánimos, pero eso no quitaba que se sintiera culpable por toda la situación, además, la boda de los dos jóvenes lobos de la familia Kim sería pronto, pero no había un aire de felicidad entre ellos.
Los únicos que estaban felices entre todos esos problemas era Min YoonGi y Park JiMin.
Y hablando de HoSeok, él no sabía lo que era con el bonito lobo Shimrin, si bien vivían juntos, pasaban todo el tiempo juntos ninguno de los dos le había puesto nombre a su relación, a veces dudaba si había una, Shimrin  salía a cantar todas las noches, pero se notaba que no estaba tan feliz, lo podía escuchar llorar entre el bosque, viendo exactamente donde estaba el gran castillo del linaje Kim, ¿A quien le lloraba? No lo sabía, solo sabía que le dolía verlo en ese estado, sonriendo al otro día, ocultando su tristeza. Simplemente Shimrin era alguien muy misterioso que aún no llegaba a comprender del todo.

Fue por eso que esa muy temprana mañana, se sorprendió de haber despertado cómo era su costumbre al lado del chico rubio, aún así, Shimrin no estaba a su lado, su lobo muy preocupado le obligó a levantarse e ir en busca del pequeño rubio.— ¿Shimrin?. —llamo HoSeok, caminando por los pasillos de la biblioteca.— ¿Shimrin, donde estás?.

—¡Por aquí!. —respondio el rubio, HoSeok levanto la vista, notando que el menor estaba en el nivel más alto del edificio, viendo por la ventana más de algo.

—¿Qué haces ahí arriba mocoso?. —pregunto con tono divertido, viendo como el ceño del rubio se fruncía por ser llamado mocoso.

—Nada que te importe Delta. —dijo en gruñidos. HoSeok poco le pasó importancia, llegando hasta donde se encontraba su compañero.

—Son las cinco de la madrugada, el sol ni ha salido, ¿Qué es lo que te tiene despierto tan temprano?. —los azules ojos de Shimrin empezaron a ponerse rojos, reteniendo las lágrimas. El Delta muy preocupado penso que había dicho algo que haya puesto en ese estado al rubio.— No, no llores, lo siento.

—¿Por qué te disculpas?. —murmuro, ocultando su rostro entre sus manos.— No hiciste nada malo.

—Te he hecho llorar.

—No, no estoy llorando por eso. —le dijo para tranquilizar al pobre pelinegro.— Es por otra cosa. —menciono un poco más tranquilo.

—¿Qué te tiene tan triste Shimrin?. —pregunto el pelinegro, tomando asiento a su lado, solo así podía abrazar mucho mejor el pequeño manojo de nervios que era el rubio.

Libro de Lobos. © |YoonMin| #3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora