17. Confiar o no confiar, ese es el dilema.

339 11 3
                                    

¿Y bien? insiste André ¿Quieres solo abrazarme o piensas decirme algo?

¿Es posible quedarme así contigo siempre? pregunté sintiendo como mi voz se resquebrajaba, temblaba y ni siquiera pronunciaba la frase completa. No note cuando solo lloraba en su pecho.

Me tendrás siempre, te lo prometo, Carrie.

Eso no es cierto...

André me agarra con más fuerza, y dejo que el momento me lleve, dejo que mis lágrimas corran sin importar que él las notara. Me besó la frente.

Mírame. Levanta mi rostro, y despacio, seca mis mejillas No importa nada ahora, yo te amo, y eso es lo que vale.

André Abracé su cuello Perdón, perdón por haberte dicho te amo antes...

— ¿Jamás lo sentiste? Ya lo se.

Me sorprendí por la tranquilidad que lo dijo.

—Car, yo parezco tonto pero se que ese día de la pelea con Harvey, solo lo dijiste para calmarme. No te culpo. En todo caso, sería mía por fingir que te creo.

— ¿Por qué fingiste todo este tiempo? —reclamé llorando— Tenías todo el derecho de reclamarme! ¡De odiarme!

— ¿Cómo puedo odiarte si te amo? —se exalta— ¿Entiendes? Tal vez hayas mentido, pero yo no, yo sí estoy enamorado de ti.

Nos miramos fijamente. Mi corazón chocaba con cada palabra que decía, ¿era posible creerle? ¿Era tan real el amor que decía tenerme? ¿Siempre ha sentido lo que ahora siento?

—Si te dijera lo que siento por ti, ahora... ¿me creerías?

—No importa si es ahora o mañana, o en un año, yo seguiría queriéndote.

—Responde, ¿me creerías?

—No lo se. Tal vez sí.

Asiento con una débil sonrisa, y él me imita.

—Pues te amo. Y te ruego que me creas.

Mantuvo esa sonrisa desconfiada. Me sentía tan tonta de haber jugado con un chico tan lindo y bueno como él.

—Todo está bien, no importa que pase de ahora en adelante, olvida todo lo que paso antes. ¿De acuerdo?

—¿Significa que deberás enamorarte de mí otra vez? —bromeo para intentar dejar de llorar.

—Lo hice una vez —dice— ¿Qué tan difícil puede ser enamorarse de nuevo de una loca, enojona, y presumida riquilla?

—¡Te odio, tanto! —Le di un beso, pequeño al principio— ¡Eres tan tonto!

—También te amo, Car. Pero ya, ya, deja de chillar ¿Okay? No me gusta verte llorar. Te ves horrible. Sea lo que sea, no me importa. No tiene que darme explicaciones, ¿bien?

Está bien.

Con la manga de mi blusa sequé el resto de lágrimas que resbalan por mi cara. Aproximadamente unos diez minutos me abrazó y besó mi cabello con sutileza, calmando todo ese miedo que tenía por dentro. Lo único claro que tengo ahora es lo mucho que quiero seguir su lado, tal vez no como un «estar a su lado para siempre» pero si hasta que este sentimiento de dependencia acabe.

También tengo pasado dice acariciando mi cabello Quiero contarte todo, pero igual que el tuyo, tengo miedo a tu reacción.

Perros y gatos no se juntan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora