Jennie

8.1K 623 109
                                    

Los colores de ti que veo de vez en cuando me levantan porque tu eres la única con tu propio color

_________

Llevaba al menos quince minutos mirando a aquella chica desde la barra. Seguramente pensaba que yo era alguna acosadora o algo parecido pero era difícil apartar la vista de ella.

Tras varias llamadas insistentes de Rosé decidí mandarle un mensaje diciéndole donde estaba y que me encontraba bien.

Me levanté dispuesta a hablar con ella. Total, peor no podían ir las cosas ¿verdad? Me armé de valor para dar el primer paso. En mi cabeza pasaban las misma palabras una y otra vez; tu puedes.

Me detuve y me di la vuelta en cuanto vi que ella se estaba levantando. Me entró el miedo en el cuerpo y lo único en lo que pensé fue en huir. Caminé algo lejos de ella pero no volví a mi asiento. Puse mi vista en ella, me fijé que su mano derecha la tenía totalmente estirada, estaba tanteando el terreno por si había algo de por medio ¿por qué lo hacía? Llegó hasta la barra y sobre esta dejó un libro.

Mi curiosidad aumentó, empecé a andar hacia ella. En mi mente me repetía que me diera la vuelta y me fuera pero mis pies parecían no echarme mucha cuenta ya que ya me encontraba al lado de la chica. Iba a saludar pero no lo hice al ver su libro. No era un libro normal ya que en vez de letras había lo que los ciegos usan para leer y escribir.

—¿Hola? —Habló la chica. La miré y ella miraba en mi dirección con el ceño fruncido. Con su mano empezó a tantear al igual que antes. Me rozó el estómago y cuando lo hizo apartó la mano rápidamente y se echó un poco hacia atrás. —¿Quién eres? —Preguntó con un tono de voz más grave.

—Me llamo _______ —Le dije, aunque ella no podía verme dije aquello junto con una sonrisa. —¿Cómo te llamas tu? —Pregunté curiosa. Acerqué uno de los taburetes a donde ella estaba y me senté a esperar con ansias su respuesta.

—No pienso decirte mi nombre —Dijo bastante seria. Mi sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco. —Además, ¿que clase de persona asusta a una chica ciega? —Dijo de mala gana.

—No fue mi intención, lo juro —Dije mientras alzaba las manos hacia arriba. Ella no me volvió a hablar así que lo hice yo. —¿No me dirás tu nombre?

—No. Ni ahora ni nunca —Dijo bastante confiada. Jisoo se acercó a nosotras.

—Jennie, Nayeon pregunta si viene ya o más tarde —Le dijo a Jennie. Era un nombre bonito, le iba perfectamente.

—¡Jisoo! —Le gritó, la nombrada la miró confundida al ser llamada por su amiga de esa forma tan extraña y repentina.

—¡Jennie! —Le gritó igual pero con el rostro lleno de confusión. No pude evitar soltar una pequeña risa tras lo que acababa de presenciar.

—Así que te llamas Jennie —Dije con una sonrisa triunfante. Ella se mantenía bastante seria.

Ella se levantó de golpe y alargó su brazo para coger el libro que había sobre la barra pero en vez de de coger el libro su mano acabó poniéndose encima de la mía.

—Esa es mi mano —Le dije sonriente al ver como en su rostro empezaba a resaltar un color rojizo.

—¡Ya lo sé! —Me gritó y la apartó de una manera algo brusca. —Agh —Buscó el libro, lo cogió y pasó por mi lado. Empezó a andar hacia la puerta de forma lenta y segura.

Aprisa fui hasta donde estaba ella. No dije nada, solo iba atenta de que no se cayera.

—Vete —Me dijo sin dejar de caminar.

—Solo quiero...

—Largo —No me dejó terminar. Se empeñaba en que la dejara sola.

—¿Siempre eres tan cabezota? —Pregunté. Ella paró de golpe lo que ocasionó que chocara con su espalda. —¿Ocurre algo? —Pregunté confundida.

—Si, ocurre que una idiota no para de seguirme. —Me puse a su lado. Ella tenía el ceño fruncido. —Deja de seguirme. Puedo ser ciega pero escucho muy bien. Puedo escuchar tus pisadas demasiado cerca mía.

Empezó a caminar otra vez pero con la diferencia de que me quedé en el sitio viéndola irse.

—¿Estará bien? ¿No necesitará ayuda? —Le pregunté a Jisoo ya que se encontraba a mi lado.

—Si, ella sabe cuidarse, no te preocupes por eso. De todas maneras ya viene alguien a ayudarla a llegar a su casa así que no me preocupo mucho. —Contó. Asentí sin mirarla.

Rosé

—Voy a matar a papá, enserio —Le dije a Jin bastante enfadada. Estaba hablando con el por teléfono. Estaba justo enfrente de la cafetería en donde se encontraba ________.

—Eso después. Ahora ve con ________ y comprueba si está bien —Dijo y colgó.

Salí del coche para dirigirme a la puerta. Sin querer choqué con una chica.

—Lo siento mucho —Le dije ya que fue mi culpa.

—Hoy no es mi día —Murmuró la chica. Siguió andando mientras maldecia en un tono muy bajo.

Después de aquello entré en la cafetería. Vi a ________ de pié y con la vista puesta en la puerta en donde yo ahora me encontraba.

—_________—Fui hasta donde estaba —¿Estás bien? —Le pregunté preocupada. En su rostro fue apareciendo una sonrisa.

—Estoy perfectamente —Dijo con la mirada aún puesta en la puerta.

—¿Estás segura? —Me puse delante de ella, haciendo que ahora se concentrara en mi y no en aquella puerta.

—¿Qué? —Preguntó desconcertada. Rodé los ojos.

—Vamos anda —La cogí del brazo y tiré de ella.






One Touch (Jennie Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora