Epílogo

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Dos años después...

—¡Vuelve aquí! —Nayeon gritó detrás mía. 

—Corre que nos coge el conejo malo. —Le dije a la pequeña de tan solo un año. Mi hija dejó salir una risita cuando la cogí en brazos y empecé a correr para alejarnos de la hermana de mi mujer.

—Dile algo. —Se quejó a Jennie cuando dejó de correr porque se había cansado. Entonces paré y observé a mi hermosa esposa acercarse con una sonrisa. 

—La tía Nayeon es muy gruñona, ¿verdad? —Le dijo a nuestra hija la cual rio. 

—¡Oye! —Se quejó. 

A pesar de estos dos años Nayeon sigue queriéndome matar aunque estaba segura de que en el fondo de su corazón me quería.

—Parece que tengo tres hijas en vez de una. —Escuché decir a Jennie. Iba a decir algo pero el timbre de la puerta sonó por lo que fui rápido, evitando que Nayeon me dijera algo más. 

Al abrir me encontré con Jisoo y detrás suya a Lisa. 

—Quita, ¿dónde está mi linda sobrina? —Jisoo me apartó y entró a la casa en busca de la pequeña. 

—Hola a ti también, Jisoo.

—Si si, hola. —Rodé los ojos. —¡Ahí estás! No sufras más, tía Jisoo al rescate. —Se acercó a la pequeña. 

—Si no hiciera eso no sería Jisoo. —Dijo Lisa y ambas no pudimos evitar reír. 

Después de lo que ocurrió ambas hablamos, hizo falta tiempo y quizás nunca llegue a tener la misma amistad que tenía con ella pero lo intentamos y ¿acaso eso no es lo que importa? 

—Tienes razón. —La miré. —Pasa. —Ella lo hizo y a diferencia de Jisoo, Lisa entró sin empujarme. Iba a cerrar la puerta pero vi a Jin y Jimin llegar por lo que los esperé en la puerta. 

La pareja feliz llegó a la puerta, Jimin me abrazó y luego lo hizo Jin. 

—¿Porqué habéis tardado tanto? Se supone que deberíais de haber estado aquí hace una hora, dijisteis que ayudaríais para preparar el cumpleaños de la pequeña. 

—Si, lo sentimos pero es que nos surgió algo. —Dijo Jimin y ambos se miraron cómplices.

—¿Sabes? Prefiero no saberlo. —Me hice a un lado y ambos entraron. Me quedé mirándolos y vi como Jimin le tocaba el culo a mi hermano. Hice como si no hubiera visto nada y fui detrás de ellos. 

Al llegar al jardín Jennie se acercó a mi, busqué con la mirada a la pequeña y vi que estaba con sus tías. 

—¿Tu hermana vendrá? —Pasó sus brazos por mi cintura y esperó a que respondiera. 

—Si, me mandó un mensaje diciendo que ya venía. —Respondí. Ella asintió y se acercó para darme un beso, llevé mi mano a su cuello para poder profundizarlo pero fuimos interrumpidas por una coneja. 

—Hay menores delante. —Vimos como le tapaba los ojos a la pequeña. Jisoo se acercó a donde estábamos. 

—He traído pollo frito ¿dónde lo dejo? —Nos preguntó. 

—Ven conmigo. —Jennie se la llevó y yo me quedé a solas con Nayeon pues mi hermano y mi mejor amigos estaban de lo más cariñosos y no se enteraban de lo que pasaba y Lisa estaba pegada al teléfono, por lo que me dijo está en medio de una conquista. 

—Agradece que tengo a tu hermosa hija en brazos. —Me dijo, ella miraba con adoración a la pequeña. 

—Sé que el fondo yo te agrado y me quieres. —Aproveché que sujetaba a mi hija con las dos manos entonces no podía hacerme nada. Con mi dedo toqué su mejilla repetidas veces. 

—¡Ya, para! —Yo seguí haciéndolo. —¡Sí, me agradas y también te quiero! —Admitió. —Haces feliz a mi hermana y debo de reconocer que no eres un fastidio del todo. —Yo sonreí ampliamente, eso era un gran cumplido por parte de Nayeon. —Pero no te confíes, te estoy observando. 

El sonido del timbre sonó, esa debería de ser mi hermana. Al abrir Jihyo me dio un abrazo, hacía unos días que no nos veíamos debido al trabajo. Ella no venía sola.

—Me lo encontré de camino. —Me dijo, miré a Félix con una sonrisa. 

—Pasad. —Ella pasó pero lo paré a él. —Si necesitabas que fuera a por ti me lo podrías haber dicho. —Le dije.

—No quería ser una molestia. —Puso su mano en su nuca e hizo una mueca.

—Nunca podrías llegar a serlo. —Le dije con una cálida sonrisa. —Venga, vayamos con los demás. 

Fui a la cocina para coger una bebida y allí estaba Jennie. 

—No puedo creer que la pequeña cumpla hoy un año. —Dijo sin creerlo. Yo me puse a su lado, desde donde estábamos podíamos ver a todos hablando animadamente. Fue entonces que empecé a echarla de menos, a mi hermana preferida, a mi mejor amiga, a mi confidente...—Ella estaría orgullosa de la mujer en la que te has convertido. —Pasó su mano por mi espalda. 

—La extraño, no hay ni un solo día en que no piense en ella. 

—Lo sé, —Murmuró. —todos la extrañamos. Jisoo a veces me llama, llorando porque se arrepiente de por como terminaron las cosas con Rosé. —Dijo triste.

—Si tan solo...—Dejé de hablar pues mi voz comenzó a entrecortarse. Jennie no dijo nada, solo me dio un fuerte abrazo, estuvimos así por unos minutos, hasta que me calmé pues debíamos de ir con los demás. 

Nos sentamos y Nayeon me pasó a mi hija. Los miré a todos, esta era mi familia ahora y me sentía feliz de tenerlos conmigo, aunque mi hermana preferida no esté presente siempre tendrá un espacio en mi corazón, siempre.

—Vamos a cantarle feliz cumpleaños a la pequeña.—Dijo Nayeon emocionada. Todos se pusieron a cantar y la pequeña no podía parar de sonreír. Al acabar la acerqué un poco más a mi cuerpo.

—Feliz cumpleaños, Rosé. —Besé su pequeña cabecita. —Siéntete orgullosa por llevar ese nombre pues llevas el nombre de una verdadera guerrera. —Le dije, aunque ella no entendiera mis palabras debía decirlo. Rosé era la guerrera de mi cuento y siempre la recordaré de esa manera.

Siempre.


Fin



Agradecimientos: 

Os agradezco de corazón por el apoyo a esta historia. No tengo palabras suficientes para poder agradeceros todo el apoyo que me habéis brindado, estoy muy agradecida por ello, por cada voto y por cada comentario. Intentaré superarme con la próxima historia y traer siempre lo mejor porque os lo merecéis. 


One Touch (Jennie Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora