▶U N O

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Camila se miraba nerviosamente al espejo, acomodando ligeramente su cabello.

Primer día.

Pensaba, tomando su bolso de la mesita de noche y acomodando su gran y hermoso moño.

Bien, repaso mental: Bolso, ya. Moño, ya...¿olvido algo?

Se miró unos segundos a los ojos en su espejo.

Nah.

Se encogió de hombros y salió de su habitación.

Bajó las escaleras, haciendo un clop-clop con sus tacones por cada escalón bajado.

—Hola mija, ¿ya te vas?—preguntó su madre, viéndola con una sonrisa.

La morena asintió, abriendo la puerta de su mansión gigantesca. Justo cuando estaba por dar un paso adelante, su madre la detuvo.

—¿Ya almorzaste?

Ah, eso olvidaba.

—No, ¡No te preocupes mami, estaré bien!—gritó, subiendo a su lujoso auto color chicle.

¿Qué color de chicle? Seguro te preguntaste, pues hay de muchos sabores.

Rosa, obviamente.

Arrancó y como toda la dama que es, condujo a perfección hasta el instituto.

Estacionó donde pudo, su auto La Voiture Noire. Solo uno de los autos más caros del mundo.

El hermoso auto color chicle llamó la atención de todos los alumnos, sin mencionar que también la cubana robó atención.

Caminó hasta la entrada, moviendo ligeramente su cadera sin darse cuenta y entró.

Llegó a su casillero.

¿No se supone que alguien me mostraría la escuela?

Frunció el entrecejo en una mueca.

Una chica un poco más bajita que ella llegó a su rescate.

—Hola.—sonrió—¿Eres Karla Estrabao?—preguntó amablemente.

Camila la miró de arriba a abajo y sonrió, estirando su mano.

—Me gusta más Camila Cabello, pero sí.—estrecharon su mano, la chica soltó una risita y la cubana sonrió de lado.

—Ariana Grande.—sonrió, mostrando su adorable hoyuelo.

—Ariana.—repitió asintiendo—Serás Ari para mi.

—Y tu Cami para mi.—hizo una pausa—Bien, te mostraré la institución.—comenzó a caminar.—Tu salón es...—miró un papel que traía en la mano y sonrió—Estamos en la misma clase. Después te digo sobre eso, bien, acá está la cafetería.

Camila tomó nota de todo lo que la chica decía, cuando caminaban por los pasillos ya vacíos, ella chocó con alguien y ambas calleron al suelo.

—Auch...—se sobaba la cabeza.

—¿Qué mierda?—alguien gruñó frente a ella.—Fíjate por dónde vas tú...—se calló.

Nunca había visto a esta chica antes.

—Disculpa, no fue mi intención.—la morena le tendió la mano para ayudarla.

Ayuda que fue rechazada por la oji verde.

—Cómo sea, nueva.—gruñó, levantándose sola y chocando su hombro a propósito con el de la morena.

—¿Qué mierda le pasa?—murmuró Camila, sacudiendo su vestido.

—Acostúmbrate. Es Lauren Jauregui, una chica ruda, suele meterse en problemas, no habla con nadie a excepción de una chica bajita, Ally Brooke.—se sonrojaba soltando un suspiro.

—¿Te gusta Jauregui?—preguntó con duda.

Ariana negó rápidamente.

—¡Por dios, no!—chilló.—Pero quizá Ally sí.—se sonrojó de nuevo.

—Uuuh, a alguien le gusta alguien.—cantaba.—¿Cómo es ella? ¡Cuéntame!

—Está en mi clase de química. Es, ahm, muy lista y tiene un corazón de oro.—jugaba nerviosa con sus dedos.

—Adorable.—decía la morena—¿Hay algún chico guapo aquí? Quiero enamorarme también.

—Bueno, está Shawn, jugador de fútbol americano, capitán del equipo.

—Lindo nombre, espero conocerlo—rio.

—Te caerá bien, es muy respetuoso y amable con todos. Pero es algo tonto, algo..

—Hueco.—completó.

La chica asintió.

Que típico.




















Hola sidbskdb. Una historia chicle por que me da la gana.
Vota y comenta porque no se si la voy a seguir JAJAJAJA, ok ya.

Un Chicle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora