Un Chicle.

▶D O S

Cabello se situaba en su salón de clase, prestando por primera vez en su vida atención.

Woah, ¡estoy poniendo atención!

Y así fue como pensando en que puso atención, dejó de poner atención.

Desvió su mirada del pizarrón y comenzó a ver a los alumnos, había una chica bajita con la exacta descripción que Ariana le había dado.

Ally.

Siguió analizando a los demás alumnos, hasta llegar a unos ojos verdes.

Jauregui.

Entrecerró los ojos con algo de enojo hacia la chica que la había tratado mal.
Y como si ésta fuera bruja, miró a Camila.

Nueva.

Pensó la pálida, entrecerrando sus ojos también.

Estuvieron en una guerra de miradas hasta que una chica bastante alta pasó la mano por enmedio.

—¿Qué mierda me ves?—susurró Lauren a la morena.

—Tú que me ves.—dijo de la misma manera Camila.—¿Quién te crees que eres, para tratarme mal si solo quería ayudar?

Jauregui sonrió con arrogancia.

—Lauren Jauregui me creo, y si vuelves a hacerme caer...—hizo un gesto de golpe con sus manos que hizo a la morena enojar aún más.

Camila desvió la mirada y comenzó a anotar los ejercicios que el profesor había dejado.

Nadie se mete con Camila Cabello. No sabes que te espera, Jauregui.

Pensaba al tiempo que escribía furiosamente los ejercicios.

[...]

No otra clase junto a ella, ¿porqué Dios me odia?

Pensó la morena. Aun que siendo positiva, se había hecho amiga de Ally, una chica demasiado agradable a su vista; eso sumando que no solo estaba en clase con ella, si no también con Ariana.

Estaban sentadas juntas, justo atrás de Lauren y Ally.

La chica bajita le pasó un papelito a la morena, quien lo aceptó con duda.

"Hola Mila, ¿me podrías hacer un favor...?"

"—Sí."

Camila escribió su respuesta rápidamente, no se le puede decir que no a esa chica tan buena y amigable. Un rayito de sol. Le devolvió el papel y pronto Ally comenzó a escribir de nuevo en él.

"¿Podrías cambiarme el lugar? Ya sabes, me gustaría ser amiga de Ariana."

"—Seguro, apuesto a que le agradarías mucho."

Camila se levantó de su lugar, dejando a una Ariana confundida.

—¿A dónde vas Cami?—preguntó con duda.

La morena solo le guiñó el ojo, mientras comenzaba a caminar al lugar de su amiga.

—¿Tú qué?—escupió Lauren, viéndola con asco.

Camila rodó los ojos.

—Ni siquiera sabes mi nombre, me llamo-

—Camila Cabello.—la interrumpió la oji verde.—Hija de Alejandro Cabello, dueño de "Cabello enterprises". Hija única, niña de papi.—sonrió ladina.

—Uy, lo leíste en Wikipedia.—susurró, sonriendo con burla.

Lauren gruñó.

—Eres una princesita, ¿no es así?. Vives en un mundo rosa, con montañas y montañas de dinero que brindan papi y mami.

—Tu no sabes nada de mi.—apretó su mandíbula—Y te dejaré una cosa clara, no te tengo miedo. Dime lo que quieras, hazme lo que quieras, pero entonces después yo te diré lo que quiera y te haré lo que quiera.—cortó un trozo de su chaqueta con sus tijeras.

—¡¿Pero qué mierdas?!—gritó la pálida.

—¿Señorita Jauregui algún problema? Resuelvalo fuera de la clase.

—Si, Cabello cortó mi chaqueta.—la miraba con furia.

—A dirección, ambas.

Las dos chicas fueron a la dirección, en donde les dijeron que se sentaran en la banca de afuera, mientras el director resolvía unos problemas.

Claro que a Lauren no le importó y se fue de ahí, Camila tenía suficiente dinero y padres con poder como para irse de igual forma.

La morena se la pasó en los baños, revisando su poco maquillaje y redes sociales, cuando una chica alta entró.

—¡Tú!—chilló, haciendo que Camila se sobresaltara.

—¿Disculpa?—hizo una mueca, confundida.

—¿Eres Cabello, no? ¿Camila Cabello?

La morena sonrió, alguien que si reconocía su apellido finalmente.

—La misma, ¿Y tu eres..?—preguntó.

—Dinah Jane.—movió su cabello como toda una diva.

A Camila le agradó ese gesto.

Tiene la actitud. Me agrada.

—¿Y a qué se debe el que me hables?—siguió cuestionando.

—Bueno, soy tu fan.

—¿Mi fan?—dijo con duda.

—¡Sí! Admiro como no le tienes miedo a Jauregui, todos lo hacen. Menos tú, yo, Ariana y Ally.

A la morena se le abrieron los ojos como platos.

Ariana y Ally.

Pensaba recogiendo su bolso del baño y comenzando a caminar a donde sus dos bajitas amigas.

—La dejé sola, con ella, de seguro se siente muy nerviosa.—murmuraba.

—¿A dónde vamos, Mila?

—¿Ya con apodos, Dj?—ambas rieron.

Nueva mejor amiga que conseguí en poco tiempo, en una escuela que nunca antes había estado, que típico. Una chica mala que tiene una mejor amiga demasiado gentíl, que típico.

Enumeraba en su cabeza.