Nuevo día, mismo despertar.
Ambas chicas en una cama, abrazadas y no tan conscientes de lo que hacen.
—Buenos días...—bostezó Camila, moviendo ligeramente a Lauren en la cama mientras se paraba.
La oji verde frunció el ceño.
—¿Ya..?—preguntó con voz ronca, suspirando.
—Ajá.—dijo simplemente la morena, abriendo las cortinas.
Ese acto hizo a Lauren gruñir, tomando una almohada y escondiendo su cara en ella.
—¡Mucho sol!—gruñó aun con la cara en la suave almohada.
—Vamos Lolo, y te preparo mi especialidad.—la miró con una sonrisa.
La oji verde rápidamente la miró con cara de póker.
—¿Cereal con leche?—preguntó.
—¡Exacto! Sé que te encanta.—guiñó un ojo.
La oji verde rodó los ojos y suspiró.
—Tienes razón.—se paraba e inconscientemente su cuerpo caminó hasta quedar enfrente de la morena.
Camila solo le sonrió alegremente mostrando los dientes y cerrando sus ojitos. Abrió sus brazos, reclamando un abrazo, que la oji verde aceptó gustosa.
—Despertaste de muy buen humor.—susurró en su oido.
—Lo sé. Creo que es porque tu cuerpo me da calorsito en la noche, es muy cálido.—rio.
—Suelen decir que soy fría, no cálida.
—Para mi estás cálida.—se separaba, dando una sonrisa—¡Ah, bajemos a desayunar!—habló con voz cantarina.
Ambas estaban en una gigantesca camisa que llegaba a sus muslos, pero claro, eso no las detuvo para bajar por las frías escaleras ni un poco.
Cuando Camila quiso tomar de un estante el cereal en caja, tuvo dificultades.
—Lolo...
Lauren la miró curiosa.
—¿Me alcanzas el cereal? Está demasiado arriba.
La oji verde solo asintió y se paró de puntillas para alcanzar la caja que después le entregó a la morena.
—Gracias.
Unos minutos después ambas comían cereal, yum.
Cuando Camila terminó, esperó a que Lauren también lo hiciera.—Muy bien, deja de verme comer. Es incómodo, si quieres un beso solo pídelo.—bromeó la oji verde, mirándola a los ojos directamente.
—Bueno, dame un beso.—pidió, estirando sus labios.
Lauren se encogió de hombros.
¿Qué puedo perder?
Y se acercó a darle un pico en los labios.
—Iugh, leche de cereal.—se limpiaba.
—Es lo que acabas de comer.
—Si, pero no de tu boca.—hizo una mueca.
—Todo de mi boca es buenísimo.—guiñó, metiendo otra cucharada de cereal a su boca.
—Cuando en tu boca haya plátanos, puedes meter tu lengua hasta mi garganta.
—Es lindo tener tu permiso.—se paraba dirigiéndose con su plato sucio a la cocina y tomar de la frutera una banana.
Mientras iba comiéndose la fruta, llegó hasta Camila y tomándola por sorpresa la besó.
Al principio la morena quizo alejarse pero después sintió el sabor del plátano y soltó solo un pequeño gruñido.—¡Mhm!—se separaba Camila, lamiendo sus labios.—Joder no era enserio.
—Ah... Bueno, ya lo hice.—se encogió de hombros, comiendo su fruta.
—Sí.—hizo una pausa.—Créeme que lo noté.—rodó los ojos—Mejor no me beses con comida que asco.
—Te gustó.
—No.
—Sí.
—Bueno sí.—se rendía.
—Ya sabía.—Lauren sonrió socarrona.
—Solo por el plátano.
—Lo que digas.
Vengo con ésta humilde ofrenda mal hecha para @imahoodiemenciona un usuario
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Un Chicle.
Fanfiction-Esto es tan... chicle.-murmuró. la ojiverde la miró, con una sonrisa de burla. -¿Chicle?-repitió.-Creo que te refieres a un cliché.-soltó una risita. -Es lo que dije. ~~~~~~~ © Una historia "Chicle" por que sí.