Yoongi deslizó la pesada puerta de madera detrás de él casi sin emplear mayor esfuerzo que el que sus experimentados brazos le brindaban, selló de forma silenciosa la entrada al ala personal y cerró meticulosamente cada una de las cerraduras hasta que supo que la puerta quedaría bloqueada en su totalidad.
Respiró un par de veces, agudizando su oído aún más para descartar algún guardia siguiéndole.
Sonrió arrogante al darse cuenta que estaba completamente solo en aquella parte del castillo.
Retomó su caminar y se permitió inhalar con lentitud el dulce aroma que comenzaba a tomar forma y color en su instinto y su razón.
Reconociendo de inmediato la fragancia de su omega, decidió cortar los últimos pasos que le separaban con la puerta de su habitación. Siguiendo cada nota dulce de su aroma, llamado por la más deliciosa esencia que jamás haya tenido la dicha de aspirar.
Corrió por el amplio pasillo hacia la habitación de SeokJin, la ansiedad burbujeaba ardiente en sus venas. Su corazón palpitaba acelerado en su pecho y sabía que cada jadeo que daba era únicamente provocado por la emoción que todo aquello le provocaba.
Porque por fin estaba ocurriendo. Por fin podría irse con su compañero.
Esa noche por fin comenzarían su camino hacia su vida juntos. Como pareja enlazada. Como compañeros destinados que habían sido bendecidos de ser unidos una vez más en esa vida.
Yoongi se irguió firme frente a la enorme y exquisita puerta de la habitación del omega y acomodó sus ropas, asegurándose de peinar sus cabellos y mantener impecable su uniforme formal.
Arreglandose con tanta calma y meticulosidad como si no estuviese a punto de traicionar al reino. Como si no tuviese el tiempo contado antes de tener a toda la guardia real detrás de él.
Nada de eso importaba porque estaba a pocos segundos de ver a la razón de su existir. Al hombre que le había robado cada pensamiento para convertirlo en un esclavo de su mente y corazón. En el más fiel sirviente que en todas sus vidas le seguiría hasta encontrarle.
Yoongi pintó la más sincera y brillante de las sonrisas en sus delgados labios rosados antes de tocar con sus nudillos un par de veces en la fina madera que protegía los aposentos del omega.
Miró por encima de su hombro por precaución y se permitió relajar su postura cuando notó todo exactamente igual. El pasillo desierto y el bajo y lejano bullicio proveniente de la enorme fiesta celebrada en el salón principal.
Demasiado lejos como para sospechar que en ese punto del castillo, el honorable general estaba robando al preciado príncipe de su propia habitación.
Unos suaves pasos se acercaron al otro lado de la puerta y Yoongi sintió a su lobo aullar ansioso. Deseando ya tener a su omega. Tomarle en sus brazos y huir. Cumplir sus sueños y deseos por fin.
Sus manos comenzaron a sudar.
La puerta comenzó a abrirse con lentitud y Yoongi inhaló ansioso, casi casi empujando la puerta para ingresar y verse con su omega.
Sentía los susurro del tiempo hacer eco en su mente. Los segundos estaban contados y sus latidos acompañaban su asfixiante desesperación...
La señora Park fue asomando su cabeza poco a poco por la pequeña brecha hecha en la puerta y la mujer asintió hacia el general.
Yoongi simplemente alzó su rostro y le reverenció con respeto.
— Mi niño SeokJin ya casi está listo... — Dijo la omega y abrió la puerta para dejarle pasar.
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Al anochecer (SuJin) Omegaverse
FanficCuando el sol se oculta se pueden escuchar los susurros de dos almas destinadas. Un llamado a sus corazones para reunirse cuando nadie los ve. La historia que entretejen los dos... Un secreto susurrado al anochecer... ⏺️Historia ligera. ⏺️Capítulo...