La joven emperatriz sostuvo su vientre con delicadeza, con ambas manos a los costados de su inflada pancita sin decir nada.
Ella se incorporó lento y elegante del costado de su dormido alfa.
— En las últimas semanas, Hyun ha estado un poco más somnoliento de lo normal. — Explicó sonriendo.
SeokJin acarició su propia pancita apenas hinchada y rió bajo, imaginando a su propio alfa dormitar en cualquier sitio una vez que su bebé creciera más dentro de él.
Se apretó más contra el cálido y duro abrazo de su hermoso general.
Manwol se inclinó con suavidad sobre el taburete al centro y comenzó a apilar los pequeños platos que ahora solo contenían algunas diminutas migajas de galletas y frutos secos.
El guerrero de inmediato se inclinó para ayudarle a levantar.
— No es necesario que me ayude... — Protestó ella empujando suavemente las pálidas manos del alfa. — Este tipo de actividades aún puedo realizarlas y es bueno para mí. Me siento útil y activa.
Ninguno de los dos dijo nada después de eso.
Le vieron caminar con ligereza y traer un poco más de infusión caliente. De servir más aperitivos tan dulces como el suave sonido de su voz y palabras. Y de verle peinar y acariciar la mejilla de su alfa que aún dormitaba en el sencillo asiento doble frente a ellos.
SeokJin disfrutó verla ir y venir. En absoluta paz y felicidad.
Suspirando tranquila y moviéndose sonriente.
Tranquila de verse muy lejos de los más placenteros banquetes y refinados eventos.
SeokJin la imaginó en su seguramente precioso palacio donde el sol se ocultaba, rodeada de cientos de sirvientes y soldados. Cubierta de los textiles más exquitos y exóticos diseños, la pudo ver fácilmente, cubierta y adornada de nada más que joyas tan preciosas y auténticas como ella.
Manwol sonreía hacia su alfa y acariciaba su vientre con amor mientras caminaba hacia ellos.
Sus ropas sencillas y cabellos sueltos desencajaban con sus delicados pasos. Ninguna piedra precisosa había sobre ella, ninguna tela costosa cubriéndole ni tampoco ningun bordado delicado sobre su vestimenta.
Su brillante sonrisa era la única joya en ella.
Y sin duda, era la más preciosa y hermosa que pudo portar.
El príncipe sintió encogerse feliz de solo verla disfrutar su nueva vida.
Porque se vio a sí mismo en la joven emperatriz.
Se vio a sí mismo cuidando de su Yoongi con amor. Trabajando arduamente a su lado con cachorros corriendo por todos lados.
Se vio a sí mismo feliz y tranquilo con su pequeña familia.
Él jamás desearía más riqueza que la de saberse amado por su compañero de existencia.
— ¿Mami?
Manwol giró lentamente hacia la sencilla madera tallada que servía de puerta en el pequeño recibidor y sonrió.
Yoongi y SeokJin entonces lo vieron.
Un pequeño cachorro de no más de cuatro años caminando lento y perezoso hacía la omega sonriente.
— Ven aquí, mi amor. — Susurró ella con dulzura.
El niño de cabellos carbón y piel cálida caminó hacia ella con ambas manos tallando sus ojitos sin decir nada.
El alfa panadero sólo hasta ese tierno susurro despertó, y con la misma adormilada expresión, extendió los brazos y recibió a su cachorro y a su omega, sonriendo suavemente.
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Al anochecer (SuJin) Omegaverse
FanficCuando el sol se oculta se pueden escuchar los susurros de dos almas destinadas. Un llamado a sus corazones para reunirse cuando nadie los ve. La historia que entretejen los dos... Un secreto susurrado al anochecer... ⏺️Historia ligera. ⏺️Capítulo...