Al anochecer (SuJin) Omegaverse

17

SeokJin cubrió su boca con ambas manos al ver al otro hombre bajar del caballo con la misma habilidad que su alfa.

Tan fuerte y poderoso como su propio compañero, pero en mayor proporción física.

Su cuerpo entero se heló al verle amenazante, y el príncipe se encontró agradeciendo que al menos el hombre viniese totalmente solo. Sin compañía alguna más que el caballo quedado detrás de él y la espada colgada de su estrecha y fuerte cadera.

El omega se congeló aún sobre su propio caballo, incapaz de hacer más que intentar recuperar el aliento cuando vio con horror cómo su alfa se lanzó cual peligrosa fiera sobre el otro hombre armado.

Blandiendo su espada bajo la luz de la luna, el general Min se convirtió en un temible guerrero más. Alzó su poderoso metal afilado y lo dirigió con experta agilidad contra el cuerpo del intruso, gritando ronco y fuerte. con furia y frustración al tirarse sobre él.

Pero el general atacó y atacó sin éxito, descargando toda su rabia en los movimientos que ágilmente el otro hombre esquivaba. Ninguna espada tocaba al contrario. Ninguno se detenía ni retrocedía tampoco.

Los oídos del príncipe zumbaron aturdidos, mirando con horror a su alfa pelear por su libertad. Escuchando el estruendoso sonido de ambas espadas chocar y luchar entre ellas en busca de un vencedor.

El otro hombre sabía pelear y SeokJin comenzó a entrar en verdadero pánico cuando lo notó.

Él jamás había visto a Yoongi pelear y en este momento no tenía duda del porqué su alfa había sido nombrado como el general de la tropa real aún a sus 26 años. Sentía un inmenso orgullo de verle poderoso y peligroso en la batalla. Imponente incluso con unos centímetros menos de altura que el otro hombre. Pero el terror de verle luchar aún seguía latente.

El contrario se defendía hábil, jadeando y casi gruñendo en busca de defender lo que sea que estuviese peleando.

Tal vez era un guerrero. Tal vez algún aliado de su padre.

Porque la furia con la que blandía su espada era sólo el reflejo de años de entrenamiento y una poderosa razón por la cual enfrentarse a un experimentado y peligroso general.

El aroma entremezclado de ambos hombres comenzó a producir náuseas en el omega, las picantes fragancias furiosas de los alfas era espesa a su sensible olfato y razón.

La rabia del otro hombre delató su linaje incluso a la distancia y SeokJin se encontró perdido en la extraña sensación que ese aroma lejano le trajo.

Ambos alfas continuaron en su batalla justa, porque ninguno de los dos iba a ceder hasta que uno de ellos cayera muerto y a sus pies.

El príncipe sólo pudo comenzar a llorar en silencio al ver a su alfa pelear por él. Luchando por su destino. Luchando por una oportunidad de ser libres y así poder amarse hasta la eternidad.

Y SeokJin entonces rogó a la madre Luna por un poco de piedad.

Porque no podría soportar ser arrancado de su alfa. De saber lo que era su calor y jamás volver a sentirlo. Perderle una vez que le había tenido.

SeokJin ofreció su vida misma como ofrenda, ofreciéndola a cambio de que su alfa saliese ileso. Triunfal y orgulloso de esa batalla.

Porque el príncipe prefería morir a tener que vivir sin tener la dicha de ver nuevamente la hermosa sonrisa de su noble compañero.

Y él sabía que Yoongi no tenía ninguna ventaja sobre el otro, porque viendo al alfa pelear sabía con certeza que era un hombre experimentado también.