Cuando Stiles despertó, por milésima vez, de un sueño que jamás deseó, se encontró sobre la misma cama en la que cayó inconsciente. Pero a diferencia de antes, Stiles ya no tenía aquellas corbatas inmovilizándolo, es más, hasta se sentía cómodo, casi como en casa de no ser porque la pijama que ahora traía puesta era de pulpos bonitos y no de aguacates como la que él solía usar cada noche.
Esperen un momento, ¿¡En verdad Stiles traía puesta una pijama de pulpos que le quedaba bastante grande!? Eso debía ser obra de sus secuestradores.
Stiles gruñó entre dientes y se sentó en el colchón mientras se tallaba los ojos. Hasta ese momento no había tenido señal de aquellos dos chicos que lo habían capturado, y eso preocupaba bastante al castaño.
Una parte de él le decía que tuviera cuidado con ellos, pero la parte restante le pedía que confiara. Y Stiles no sabía qué decidir aún.
¿Podía creerle a un par de extraños con ojos brillantes? Eso iba a averiguar.
– ¿Hola? Vengo en son de paz – susurró Stiles, saliendo de la cama con todo el silencio que pudo y sintiéndose algo torpe por traer puesta esa pijama –. Sé que ustedes me desnudaron, pero no importa, no los voy a demandar por eso...yo sólo quiero irme de aq– sus palabras se vieron interrumpidas por su propia impresión al toparse con un sofá que yacía frente a la cama.
Pero el sofá no fue lo que sorprendió a Stiles, sino lo que había sobre ese sofá.
Era Derek quien se encontraba dormido en ese sofá, sosteniendo un sartén sobre su abdomen desnudo, pues solamente traía puesto un bóxer azul, y un par de converse rojos que ni siquiera tenían las agujetas atadas.
¿Qué rayos le habían hecho?
– Voy a ignorar eso...– murmuró Stiles, tragando saliva al hacer contacto visual con el cuerpo del azabache –. Dios mío, desearía no ser gay justo ahora...– se quedó mirando un momento, apreciando el paisaje –.¿Es acaso este el síndrome de Estocolmo? – suspiró y negó con la cabeza para después seguir con su camino hacia la salida de la habitación.
Tenía un asunto más importante que tratar. Bueno, admitía que ver a Derek así también era importante, pero el otro asunto tenía algo qué ver con su vida. Así que, Stiles prosiguió sin mirar hacia atrás.
Salir de la habitación fue lo más sencillo que pudo haber hecho. No hubo nadie que lo detuviera ni que le protestara, y eso a Stiles le dio un poco de confianza.
Quizá era cierto, esos chicos no eran una amenaza.
– ¿Hola? – habló el castaño al estar fuera de la habitación y encontrar un pequeño pasillo que lo llevaba hacia la derecha.
Lentamente comenzó a caminar por ese pasillo, viendo el camino que dejaba a sus espaldas de vez en cuando, y estando atento a su alrededor. Todo estaba oscuro allí, sumándole que era de noche, quién sabe qué horas de la madrugada.
Stiles se detuvo bajo el umbral de lo que venía siendo la cocina; era allí a donde ese pasillo se dirigía. Y con los ojos achicados inspeccionó todo el lugar hasta encontrarse con una extraña silueta oscura.
– Supuse que vendrías pronto – era Isaac.
El de rizos estaba sentado en el comedor, y en cuanto dijo esas palabras, encendió un fósforo para darle fuego a una veladora que yacía sobre la mesa.
Stiles alzó una ceja al ver la iluminación del fuego, y con algo de duda se acercó a Isaac, siempre viendo cómo sus ojos brillaban con un color azul bastante extraño.
– ¿Qué es esto? – preguntó Stiles, apuntando la veladora sobre la mesa –. ¿Vas a sacrificarme para hacer un ritual o algo así?
Isaac hizo un gesto de disgusto y negó con la cabeza.
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Parallel encounters -Sterek-
HumorCuando los humanos ven a un ser sobrenatural dicen: "Ay, qué miedo", pero ninguno les dice: "Oye monstruo, ¿Estás bien?" - Adaptación Sterek a Monster Inc ❤️