Parallel encounters -Sterek-

Siete.

Todo ocurrió tal y como dijo Jackson.

No pasó mucho tiempo para el amanecer, y menos para que el Kanima apareciera de vuelta en el departamento de su pareja, trayendo consigo una bolsa donde cargaba todo el maquillaje con el que iba a empanizar a Stiles.

Isaac y Derek se alistaron como de costumbre, como si nada que involucrase a un humano estuviera ocurriendo en su asoleado día. Y mientras que ellos se preparaban para el trabajo, Jackson y Stiles se mantenían en la cocina, renegando tal cual hermanos insoportables.

– ¡Hey! ¡Me has picado el ojo, ¿Cuál es tu problema?! – chilló el humano, y cuando estuvo a punto de tallarse el ojo lastimado con su muñeca, Jackson le dio un fuerte jalón para impedirlo –. ¡Oye!

– ¡Deja de quejarte y de moverte! – el Kanima soltó a Stiles para volver con su labor de pintarle los ojos –. Ya casi acabo, ¿Si? Aguanta.

Stiles rodó los ojos y se quedó en silencio, dejando que Jackson siguiera con su trabajo de convertirlo en un Bucky Barnes más pálido y flacucho. Pues, a lo que veía Stiles, Jackson le estaba llenando los párpados de sombras negras, y púrpuras, seguramente con la intención de hacerlo ver como un joven ojeroso y zombie, o un vampiro.

– Usar la ropa de Derek fue una grandísima idea – habló Jackson, un tanto distraído en su labor –. Hace que tu aroma se disperse con el suyo.

Stiles asintió.

– Jamás creí que Derek dejaría a alguien más usar su ropa – añadió el Kanima, despertando un vago interés en el humano –. Es más, ni siquiera imaginé que él...llegara a ayudar a un humano.

– ¿Por qué no? Él es amable – opinó Stiles, tragando saliva ante la idea de que estaba equivocado al creer eso de Derek.

Y lo creyó así porque la reacción de Jackson fue de total desacuerdo, sobretodo por la risa sarcástica que soltó antes de dejar aquella brocha de maquillaje sobre la mesa para centrarse en la conversación.

– Acabas de conocerlo – atacó el Kanima, cruzando los brazos –. No sabes lo que él es realmente...

– Es un hombre lobo – interrumpió Stiles, tratando de corregir a Jackson.

– Es un Alfa – insistió el otro, y Stiles desvió la mirada, derrotado –. Él es un líder, y un violento; ¿Sabes cómo puedes convertirte en un Alfa? Matando a otros.

El castaño siguió en silencio.

– Todos en la planta le tienen respeto por lo mismo, y es el mejor asustador...por lo mismo – agregó Jackson, suspirando al no recibir respuesta otra vez –. No te lo he dicho para que te asus–

– Él no me ha hecho daño, ni ha sido un violento conmigo – defendió Stiles, volviendo a hacer contacto visual con Jackson –. Sí...admito que me ha llegado a noquear, y a atarme...– murmuró –. Pero sé que lo hizo porque él tenía miedo de mí...por ser diferente.

– ¿Por qué parece que estás defendiendo a Derek? – la pregunta fue una total sorpresa para el humano –. Acabas de conocerlo, y ya te lo dije, no lo conoces.

Jackson tenía razón en ese aspecto; Stiles acababa de conocer a Derek, hecho que no sucedió de forma magnífica. Pero a pesar de eso, el humano sentía que llevaba años conociendo a Derek. Por ello había confiado en él, y en Isaac, además de que Stiles tenía la vaga impresión de que Derek no era el villano de la historia.

– Creo que...confío demasiado rápido en las personas.

Tras decir aquello, Stiles miró sus manos, sintiéndose incómodo ante el silencio que se estaba apoderando de la cocina porque, al parecer, Jackson se había quedado sin palabras. Y como todo un milagro, Stiles tampoco sabía qué decir, ni qué hacer mientras el Kanima tan sólo permanecía con una mirada bastante juzgadora sobre el humano.