Doce.

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Vivir con Derek comenzaba a ser bastante divertido.

Stiles llevaba dos días encerrado en el departamento de los lobos, soportando las peleas que Derek e Isaac se aventaban nomás porque Derek no iba a trabajar. Y eso no era todo, Derek siempre se estaba quejando de lo desordenado que era Isaac en su habitación.

Parecía que Derek era una ama de casa.

El primer día había sido bastante entretenido, pues Stiles fue testigo de cómo Derek aseó el departamento mientras usaba un delantal que llevaba bordado con letras rosas la frase "I'm the alpha".

Además, Stiles pudo convivir aún más con Derek, conociendo grandes aspectos de la vida del alfa, y sobretodo, dándose cuenta de que Derek no era quien aparentaba ser.

– Entonces...¿Dices que estudiaste en una universidad para asustadores? – indagó Stiles, riéndose luego de que Derek asintiera –. Fue algo así como..."¿Qué carrera estudiaste, Derek?" "¡Oh, la de sustos!" – imitó la voz del azabache, quien sólo sonrió burlón –. ¡¿Notas como se escucha?! ¡Es ridículo!

– Bueno, al menos yo no reprobé materias – atacó Derek, soltando una risa al ver que Stiles se quedaba callado de golpe.

Ambos chicos se encontraban tirados sobre la alfombra del living, aprovechando que no tenían nada qué hacer más que hablar de sí mismos para conocerse.

Después de las palabras de Derek, Stiles, raramente, se quedó en silencio. Y no porque se hubiera ofendido, sino porque el recuerdo de su vida en el mundo humano lo atacó de repente.

– No era para tanto – habló Derek, creyendo que había ofendido al castaño –. No te preocupes, yo reprobé actividad física en secundaria – Derek se rió con nerviosismo, sobretodo porque Stiles seguía sin decir nada. Tan sólo estaba ahí, con la mirada perdida en algún punto invisible del techo.

El azabache se sentó en la alfombra, poniendo toda su atención en Stiles, sabiendo que algo estaba ocurriendo con el chico, pues emanaba un olor triste, lleno de nostalgia.

Pero antes de que Derek se atreviera a preguntar qué ocurría, Stiles cerró los ojos y suspiró.

– Estoy seguro de que mi padre ni siquiera está preocupado por mi ausencia – soltó el humano, a lo que Derek arqueó las cejas –. Apuesto a que ni se ha dado cuenta.

– ¿Por qué piensas eso? – susurró el alfa –. Es tu padre, le preocupas...

– Es un alcohólico – corrigió Stiles, sentándose en el suelo para mirar a Derek más de cerca –. Desde que mi madre murió...mi padre se dedicó al alcohol – volvió a suspirar –. Todo lo que he hecho lo hice con mi propia ayuda porque él no sirve de nada.

– Lo lamento – murmuró Derek, no sabiendo qué más decir ante la situación –. Supongo que todo eso ha sido muy duro para ti.

– Quizá – Stiles sonrió –. Pero mira hasta dónde he llegado – extendió los brazos –. Estoy en un mundo diferente al mío, ¿No es eso asombroso?

Derek hizo una mueca de disgusto.

– No creo que sea asombroso estar en un mundo donde, literalmente, todos quieran matarte – opinó enseguida, encogiéndose de hombros –. Pero si tú lo dices...

El castaño sonrió como de costumbre, contagiándole el mismo gesto a Derek.

Era raro que el azabache sonriera, de hecho, nunca lo hacía. Siempre evitaba esa clase de gestos porque no encontraba el motivo que lo hiciera sonreír. Pero en ese momento, estando junto a Stiles, las sonrisas le salían sin darse cuenta.

Parallel encounters -Sterek-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora