Dieciocho.

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Isaac estaba de pie en la sección, observando por el pasillo con preocupación. No había rastro de Derek, mucho menos de Stiles.

– Mierda, no...– gruñó, pero cuando estuvo a punto de echarse a correr de vuelta para buscarlos, un sonido empezó a aproximarse a su posición.

Alguien estaba corriendo hacia él, y a jurar por el aroma que poco a poco iba detectando, era Stiles quien venía. Y Isaac lo afirmó cuando divisó al castaño corriendo con todas sus fuerzas.

– ¿En dónde está Derek? – preguntó Isaac en cuando tuvo a Stiles cerca de él, y lo tomó de los hombros para detenerlo.

Stiles estaba jadeando del cansancio que le causó correr tanto. Mantenía los ojos cerrados y el rostro agachado mientras recuperaba el aliento y se atrevía a encarar a Isaac.

– Te hice una pregunta – insistió Isaac, tragando saliva al instante en que Stiles levantó el rostro, demostrando unas cuantas lagrimas cayendo de sus ojos.

– Dijo que me regresaras a casa lo antes posible – susurró Stiles, alejándose de Isaac para limpiarse las lágrimas –. O Peter vendrá por mí.

El beta se pasó las manos por el cabello.

– Pero, Derek está bien, ¿Verdad? – a pesar de haber visto a Stiles llorando, Isaac tenía esperanzas.

Stiles no iba a responder. Y Isaac lo supo, por eso se dio la vuelta y caminó hacia el mecanismo que usaban para traer las puertas de la sección.

– Revisé el historial de esta sección y, bueno, creo que hallé tu habitación – comentó el beta, apretando los labios –. Llamaré a la puerta para que regreses a tu hogar.

La idea de irse a casa golpeó a Stiles tan fuerte que hasta sintió mareo. Era una realidad que estaba a punto de irse, y no sólo eso, también iba a dejar a Derek y a Isaac en líos más grandes que ellos.

¿No era eso egoísta?

– No llames la puerta – intervino Stiles segundos antes de que Isaac apretara el botón que abriría el portal al mundo humano –. No voy a irme, no ahora.

Isaac frunció el ceño y se acercó a Stiles para tomarlo del cuello de la camiseta, haciendo que el humano se asustara un tanto.

– ¿¡Acaso no lo entiendes!? – gruñó el de rizos –. ¡Estamos arriesgando nuestro pellejo para que tú te largues sano y salvo, y ahora dices que no! ¡Imbécil!

La situación lo tenía muy tenso.

Stiles empujó a Isaac, y se acomodó la camiseta con un par de jalones. Iba a comenzar a alegar pero un fuerte y casi escalofriante aullido hizo que ambos chicos miraran hacia el final del pasillo, allá en donde Derek se había quedado.

– ¿Qué fue...? – Stiles se puso una mano en el pecho y se quejó de dolor.

– ¿Stiles? – rápidamente el beta se acercó a Stiles –. ¿Estás bien?

El castaño asintió con la cabeza.

– Yo estoy bien – murmuró –. Pero...Derek no.

Isaac ya lo sabía. Conocía perfectamente el aullido que había escuchado antes pero no quiso preocupar a Stiles al decírselo. Sin embargo, ahora también sabía que su intento no había valido la pena.

– Tenemos que ayudarlo – agregó Stiles, sintiendo que Isaac lo tomaba del brazo.

– No puedes ir – denegó Isaac.

– ¿Por qué no? – el castaño quiso soltarse del agarre pero Isaac lo reforzó –. ¡Isaac, es tu alfa el que está en peligro!

– ¡Y es por eso que me irá peor si te dejo ir con él! – ambos comenzaron a forcejear –. ¡Stiles, entiéndelo! ¡Van a matarte!

Parallel encounters -Sterek-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora