Second Chance »Y.M«

❀J I M I N + Y O O N G I✿

Después de que TaeHyung saliera del departamento para encontrarse con JungKook, JiMin había permanecido unos minutos en su sala de estar con los papeles que le faltaban para terminar su trámite y el de su amigo para la universidad.

Sabía que sería muy tonto llevarlo justo ahora cuando aún tenía varios días para hacerlo, pero en verdad necesitaba salir o de lo contrario iba a morir de aburrimiento entre esas cuatro paredes.

El reloj que estaba en la cocina marcaban las cinco treinta de la tarde, era una hora adecuada para ir y regresar a casa... O quedarse en un bar cercano a esta solamente para matar el tiempo, de cualquier manera, sabía perfectamente que, aunque TaeHyung le jurara amor eterno, empezaba a sentir algo por aquel chico bonito del aeropuerto. Y no lo culpaba, sólo se sentía ligeramente celoso de lo bien que habían conectado.

Deteniendo todos esos tontos pensamientos, tomó el folder con sus papeles y se encaminó a la universidad. Debía agradecer de sobremanera que el lugar quedara cerca del centro de la ciudad, (y también de su apartamento).

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YoonGi se encontraba mirando un programa bastante aburrido, aún no contaban con tv de paga, así que tenía que limitarse a la basura de la señal abierta. JungKook había salido una hora antes de lo que había acordado con el chico del aeropuerto, así que el pelinegro estaba aburrido.

Los papeles que lo nombraban "tutor legal" de JungKook permanecían en su mano, estaba comenzando a oscurecer y él aún no había ido a la universidad para entregarlos, así que antes de que el tiempo corriera más rápido, apagó el televisor y se dispuso a salir de su apartamento.

Estaba comenzando a arrepentirse de rechazar al menor, estaba aburrido y estaba claro que no conocía la ciudad lo suficientemente bien como para ir a un bar o algo así para pasar el rato, pero aún así, estaba dispuesto a deambular por ahí en busca de uno de esos lugares, en verdad, volver a casa no estaba en sus planes.

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JiMin había terminado con todo su trámite, y debía agradecer que, debido a la hora, las instalaciones estaban casi vacías, por lo tanto no tuvo que esperar mucho para que todo su papeleo estuviera resuelto.

Había leído en internet que, efectivamente, había un bar  muy cerca de su universidad, así que sólo ingresó la dirección en su GPS y caminó siguiendo la ruta marcada. Al llegar, sonrió y dejó salir un suspiro, ¿qué le diría TaeHyung si se llegase a enterar que estaba nuevamente en uno de estos lugares? ¿Se molestaría?

El pelinaranja se quedó de pie frente a la entrada dudando en pasar o regresar por donde había venido, pero finalmente sacudió su cabeza y entró sin pensarlo más tiempo. TaeHyung no tenía que enterarse de que estuvo ahí.

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El pelinegro, después de hacer sus trámites pendientes, se dispuso a dar vueltas por todo el lugar en busca de un bar, una cantina, un pub, o cualquier cosa que le pudiese ofrecer esa sensación de familiaridad que tanto necesitaba últimamente.

Cuando encontró lo que buscaba, sonrió de medio lado y entró. No era un lugar fuera de lo normal, habían unas pocas personas, unas cinco distribuidas en las mesas jugando a las cartas o simplemente metidos en sus pensamientos, mientras que otras tres estaban en la barra.

Aspiró el olor a tabaco y alcohol y finalmente sintió que estaba en su lugar. Sin prisa se acercó a la barra y pidió una cerveza, era algo leve, pero no podía permitirse perder la conciencia, al menos no sin JungKook a su lado para cuidar de él.