❀T A E H Y U N G 3❀

324 41 0
                                    

Al terminar de ver la película, JungKook y TaeHyung salieron de la sala comentando esta, hablaron de sus partes favoritas, las partes que no les gustaron, entre otras cosas. Ambos decidieron seguir con su charla en un café cercano a donde estaban, no era tan tarde, así que no tenían que retirarse aún.

-¿Inicias clases mañana?

El menor rodó sus ojos después de tomar asiento frente al mayor.

-Para mi mala suerte, así es, ¿qué hay de ti, Tae?

-Bueno, JiMin tiene los horarios, pero supongo que así es... Esto es un poco triste, ¿sabes?

JungKook elevó una de sus cejas y apoyó su mentón en el dorso de su mano.

-¿Qué es triste? ¿Qué Hyung tenga tu horario?

-¡No! Hablaba de esto, nuestras salidas, no creo tener tiempo de volver a planear otra salida... La Universidad de Seúl suele ser muy dura cuando inician las clases.

El castaño suspiró y el contrario sonrió amplio, justo como sí hubiera escuchado la mejor noticia de su vida.

-¿Irás a la SNU?

-Justo así, asistiré al área artística.

-¡Tae, yo estudiaré canto ahí!

El aludido tardó un poco en procesar dicha información, unos segundos después, TaeHyung sonrió amplio y sin pensarlo mucho, tomó las manos de JungKook entre las suyas con bastante emoción.

-Eso quiere decir, ¿qué te seguiré viendo?

-Ten por seguro que lo seguirás haciendo... ¡Podremos salir después de clases!

-Esa no es una mala idea... Pregunta, ¿me invitarás a tus recitales de canto?

El menor miró la bonita sonrisa peculiar que TaeHyung poseía, bajó su mirada a sus manos que aún seguían atrapadas en el agarre del mayor, una sonrisa tímida se formó en sus labios y acercó las manos del contrario un poco más a su persona para apoyar de nueva cuenta su mentón sobre estas.

-Tae, eres como un amuleto de la suerte, me ofendería mucho sí no asistes a mis recitales.

El mayor miró detenidamente los bonitos ojos castaños de JungKook, estaban llenos de brillo, un brillo que no había visto desde que JiMin había caído en el pozo del alcohol, JungKook aún tenía el rostro de un niño, pero podía jurar que incluso escucharlo respirar le aceleraba el corazón. Sin borrar su sonrisa, dejó un beso en la frente del menor y acarició sus manos con dulzura.

-Entonces ahí me tendrás, ¡quiero asientos en primera fila!

El pelinegro rió y asintió varias veces, cuando llegó su orden, JungKook dio un apretón ligeramente fuerte a las manos de TaeHyung antes de soltarlo para después comenzar a beber su café.

TaeHyung miraba detenidamente las acciones de su acompañante, fruncía su nariz cuando el café caliente quemaba su boca, hacía pequeños pucheros cuando el azúcar no salía de manera adecuada y mostraba una bonita e infantil sonrisa cuando su café quedaba tal y como le gustaba.

Mientras lo observaba, también notó pequeños lunares en su rostro, su favorito comenzaba a ser el de su barbilla, después se concentró en su bonita sonrisa, misma que cuando sonreía o reía le hacía mostrar una sonrisa de bebé hermosa, a esas alturas, había olvidado su té, pero su encanto no duró mucho, pues JungKook en algún punto volvió a mirarlo y TaeHyung notó un bonito color rosa en sus mejillas.

-¡Deja de mirarme!

El mayor rió cuando recibió un pequeño golpe en la mano y se dispuso a beber su té, pero era más que obvio que la imagen del precioso rostro de JungKook no saldría jamás de su cabeza, y estaba feliz por eso, pues ya comenzaba a aburrirse de sólo soñar con la expresión molesta de JiMin.

Second Chance »Y.M«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora