Era una hora posiblemente considerable en la ciudad de Daegu, en un juzgado cualquiera, en una sala cualquiera. Pero el caso no era algo cualquiera, ya que Min YoonGi miraba con ojos lloros de furia el como su ex mujer se llevaba de su lado a la única persona por la que daría su vida entera.
-La última sentencia que puedo dar es que el pequeño Min TaeLee se quede en completa custodia de la señora Jung WooSo.
"Me tienen que estar jodiendo, ¿cierto?" Fue lo primero que el pelinegro pudo pensar al escuchar las últimas palabras del juez que había estado llevando su caso dese hace unos meses.
-Señor Min YoonGi, tiene derecho a acordar con la señora Jung los días o semanas que quiera pasar con su hijo.
"Definitivamente me están jodiendo" dicho esto, el juez dio por cerrado su caso dejando la sala, mientras su ex mujer y su ahora esposo estaban justo a su lado. WooSo tenía una cara de aflicción tan falsa que YoonGi quería gritar ahí mismo. Todo esto estaba tan mal, pero ya no había vuelta atrás.
-Creo que si lo ves los fines de semana estará más que bien...
-Tú y tu idiota que tienes por marido deben estar contentos, ¿cierto?
-No llames idiota a HoSeok, por favor.
-Lo llamaré de la manera que quiera, ¿o qué? ¿Qué más me vas a quitar? ¿Mi tiempo con Lee?
La chica y su acompañante fruncieron su ceño, sabían que un juicio en contra de YoonGi era lo peor en lo que se podían meter, pero los cambios de ánimo en él eran a veces tan grandes que WooSo creía que lo correcto era seguir criando a TaeLee en un ambiente sano, uno que sólo HoSeok le había podido ofrecer justo cuando todo parecía perdido.
-Tú sabes que esto es por el bien de Lee.
-¿Alejarlo de mi le hará bien? ¿Te estás escuchando?
-No lo estoy alejando de ti, el niño necesita algo estable, algo bueno en su vida.
-Ahora dices que soy malo para él...
El pelinegro sonrió sin nada de diversión para después pasar una de sus manos por su cabello.
-Llevaré a Lee conmigo los fines de semana, y más te vale a ti y a... HoSeok, cuidar bien de él, o juro que no responderé de manera civilizada.
Una vez que los abogados de ambas partes firmaron el papel que cedía completamente la custodia de su único hijo hacia los Jung, YoonGi sintió como parte de su vida se desvanecía. Todo parecía ir en una espiral interminable de fracasos.
Un par de años atrás había pisado por primera vez un juzgado, justamente para ponerle fin al matrimonio que tenía con WooSo, ¿por qué? Muy fácil, el temperamento y desplantes de YoonGi eran algo difícil de manejar, tanto que WooSo había decidido dejar al pelinegro argumentando que lo que tenían ellos no podía ser llamado "vida".
El chico lo había llevado bien, aceptaba sus razones y, en ese entonces, firmar un papel de ese tipo no era gran cosa, de cualquier manera, YoonGi también estaba harto de las exageraciones de ella, también estaba harto de que en su ausencia, el tal Jung HoSeok tuviera el descaro de entrar a su casa para comer con su familia justo frente a sus narices.
Todo estaba bien, hasta que el aviso legal de una pelea por la custodia de TaeLee le había caído como balde de agua fría a YoonGi. El niño apenas tenía tres años y ella ya lo estaba alejando de él como si su propósito fuera dejarlo completamente solo.
Debía admitir que meses atrás cuando ese juicio inició, tenía la confianza suficiente de quedarse con la custodia de su pequeño, pero la vida y la suerte suelen ser muy crueles, y por ende, esta vez ambas no estaban del lado del pelinegro.
Cuando la mirada de YoonGi se poso sobre la de de WooSo sintió que ella en verdad quería llevarse lo que tenía, aunque debía aplaudir su gran rol como actriz, pues esa mueca de preocupación en su rostro parecía algo creíble.
-YoonGi... Espero que algún día encuentres a la persona que en verdad pueda cambiar algo en ti.
-Yo no necesito tus buenos deseos, si mi destino es estar solo, que así sea.
Pero él no creía en esas palabras, ¿a quién trataba de engañar? La soledad era su peor enemiga, su esperanza en el amor era tan grande que sabía que lo que estaba ocurriendo en ese instante no sería un impedimento para ser feliz.
Fuera hombre o fuera mujer, él sabía que esa persona existía, no tenía dudas, pero al mismo tiempo se sentía tan lastimado, tan harto que no quería saber nada de nadie, en ese momento sólo quería a una sola persona a su lado. Y esa persona se encontraba justo en las últimas filas de los asientos de la audiencia.
Él sabía que siempre podría contar con Jeon JungKook, el menor era todo lo que le quedaba para aferrarse a la idea de que las buenas personas y los buenos momentos existían. Y este sólo era un bache en su camino.
-Hyung... TaeLee estará bien, ¿sabes? Es un niño muy listo y comprensivo, entenderá la situación, a pesar de su corta edad, sabe que siempre estarás para él.
-Lo sé... ¿En verdad crees que esto sea correcto para él?
El menor lo miró unos minutos para después sonreír de la manera más sincera posible.
-Creo que si se hubiera quedado contigo hubiera sido más feliz, pero igual lo será estando con su madre, él estará bien.
Dicho esto, YoonGi y JungKook salieron de la sala para dirigirse al auto del primero. En ese momento el pelinegro pensó que no había vida tan más jodida que la suya. Pero justo en otra pequeña ciudad, una llamada Busan, otro chico estaba seguro de llevar la vida más jodida del mundo.
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Second Chance »Y.M«
Fanfiction✿Min Yoongi es un joven de 25 años con mala suerte en el amor. Un divorcio y una custodia de paternidad perdida respaldaban su mala racha. Sin embargo, la esperanza de encontrar a su persona correcta seguía presente.✿ ❀Por otro lado, Park Jimin, a p...