Después de despedirse del mayor, JiMin ni siquiera pensó en regresar a su departamento, era tarde y seguramente TaeHyung ya estaría ahí, pero sabía que cuando pasaba de la media noche este se cansaba de esperar, eran apenas las once la noche, podría perder el rato caminando por ahí.
En su camino, pensó en las palabras de YoonGi, ¿de verdad le había dicho que él era diferente? ¿Por qué le diría aquello? ¿A caso gustaba de él aún sin conocerlo?
El pelinaranja estaba exhausto, había salido de Busan precisamente para que esta clase de cosas dejaran de pasarle, y precisamente en Seúl se aparece el idiota de YoonGi para querer hacerlo cambiar de parecer a cerca de que no todos los hombres eran iguales.
JiMin sabía que no todos eran una mierda, estaba TaeHyung, quien siempre estaría ahí listo para recibir su asqueroso ser entre sus brazos. Pero no podía estar con él, su amigo era demasiado para él, JiMin no se perdonaría nunca sí llegase a lastimar al menor.
Pero por otro lado, algo en YoonGi hacía no querer sacarlo de su cabeza, tal vez fue su manera tan sincera de hablar, tal vez fue que él lo comprendía de una manera en la que ni siquiera TaeHyung lo haría. No sabía que era, pero pensar en YoonGi lo hizo sonreír de medio lado.
Miró su celular confirmando que faltaban pocos minutos para la media noche, ya era hora de volver donde TaeHyung, con suerte este estaría dormido e ignoraría su salida repentina.
Mientras caminaba al edificio que estaba sólo a unas calles de donde se encontraba, tomó de nuevo su celular después de recibir una notificación, sólo se trataba de un mensaje en una de sus tantas redes sociales, pero al leerlo se convirtió en mucho más que eso. Sólo se trataba de un simple "Te encontré" de aquel chico de cabellera negra con quien había estado hace unas horas.
Sonrió un poco más y al llegar a su edificio se adentró al elevador, llegó hasta su puerta y con ayuda de su juego de llaves, entró. Estaba tan casado de ese día, necesitaba una buena cerveza y su cama. Pero sus planes terminaron cuando la figura de su amigo se hizo presente. Su rostro se veía igual de cansado que el suyo.
-¿Te fue bien? Porque tu cara dice todo lo contrario.
-¿Qué hay de ti? Imagino que te la pasaste genial en la universidad dejando unos papeles sin importancia.
El mayor suspiró agotado, miró la hora en su celular por tercera vez en ese día y después hizo una mueca.
-TaeHyung, hoy no...
-Me mentiste, seguramente te has ido con otro imbécil, ¿no es así?
-Tae...
-¡Ya basta JiMin! Se supone que estamos aquí para iniciar de nuevo, ¡no para que entres nuevamente a tu mierda!
-¿Mi mierda?
JiMin cambió su expresión cansada por una completamente seria. TaeHyung era una de las pocas personas que jamás llamaría "mierda" a sus actos, siempre trataba de encontrar una respuesta lógica a su comportamiento. Pero esta vez no fue así. Y por primera vez JiMin se atrevió a hablarle como si no fuera su amigo de toda la vida.
-A ti no te incumbe mi "mierda", ¿estamos claros? Vivimos juntos, te conozco de toda la vida y eres lo único que tengo...- Al romper distancias con TaeHyung, JiMin lo encaró a pesar de su baja estatura, pudo sentir el miedo del contrario, pues JiMin nunca le había hablado aquella manera, pero esta vez estaba harto. -Pero si tanto te molesta mi estilo de vida tan mierda, entonces no te metas, recuerda Tae Tae, el que busca... Encuentra.
Dicho esto, JiMin se fue a su habitación dejando a TaeHyung de pie en el centro de la sala. Cuando el pelinaranja se encontró finalmente en la comodidad de su cama, sacó su celular de nueva cuenta. Paseó su mirada una y otra vez por aquel mensaje, para finalmente contestar: "Finalmente TaeHyung se ha dado cuenta que soy una mierda..." la respuesta no tarda en llegar: "Entre personas mierda nos entendemos, Jiminnie." El aludido sonrió, no sabía si estaba haciendo lo correcto, pero al diablo, JiMin nunca había hecho lo correcto: "¿Quieres repetir el paseo de hoy?" Cuando la respuesta fue un simple "si", JiMin supo que estaba perdido nuevamente, y esta vez, Tae tampoco vendría a salvarlo, pero estaba bien, porque JiMin ya estaba harto de que su amigo cuidara sus pasos, sus salidas, sus citas.
Si YoonGi era su siguiente error, JiMin lo iba a aceptar, de cualquier forma, no había manera de que fueran más allá de un par de copas y algo de sexo casual. Siempre era la misma historia, ¿por qué con el pelinegro sería diferente?
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Second Chance »Y.M«
Fanfiction✿Min Yoongi es un joven de 25 años con mala suerte en el amor. Un divorcio y una custodia de paternidad perdida respaldaban su mala racha. Sin embargo, la esperanza de encontrar a su persona correcta seguía presente.✿ ❀Por otro lado, Park Jimin, a p...