❀J I M I N 3❀

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Cuando el anochecer cayó en Cheonggyecheon, YoonGi y JiMin optaron por regresar a sus respectivos departamentos, el menor con una pequeña sonrisa en sus labios y el mayor con un sentimiento extraño en el pecho.

JiMin no había apartado su mirada de los brillantes edificios que se levantaban de manera imponente frente a él, por otro lado, YoonGi sólo podía mirar de soslayo a su acompañante, pero para su mala suerte, el pelinaranja ya había sentido su mirada desde que abandonaron el puente donde se encontraban.

-YoonGi... ¿Qué tanto me miras?

El aludido se sintió avergonzado cuando el menor lo miró sin dejar de caminar, en verdad había creído ser discreto, pero ahora veía que se había equivocado.

-Y-yo no te estaba mirando.

-No mientas, en verdad puedo jurar que sentí tu mirada sobre mi.

-Vamos JiMin, eres un chico muy lindo, ¿por qué solamente yo te vería?

-Porque eres el único que me ha dicho que soy un chico lindo el día de hoy... Eso me hace tener mis dudas.

El mayor frunció un poco su ceño cuando el menor le regaló una sonrisa un poco más amplia que la que había visto en el transcurso del camino. JiMin no era tonto y sabía a la perfección lo que comenzaba a despertar en YoonGi, pero ver al mayor nervioso y buscando alguna excusa tonta para no ser descubierto le parecía gracioso.

-Bien, te estaba mirando, ¿qué hay de malo con eso?

-En realidad, nada, pero me gustaría saber por qué lo haces.

El menor detuvo su andar y se colocó frente al mayor para mirarlo mejor, las luces del alumbrado público me daban un toque adorable al rostro sonrojado de YoonGi, y JiMin no podía borrar su sonrisa al ser consciente de que aquel sonrojo había sido culpa suya.

-Suelo mirar así a las personas.

-Seguro que sí... ¿También sueles sonreír seguido con los demás? Porque, puedo jurar que nunca te he visto sonreírle a alguien más además de mi y, seguramente, de JungKook.

El pelinegro frunció aún más su ceño al verse descubierto, y eso sólo hizo sonreír más a JiMin, pues había acertado con sus sospechas, pero tenía más que claro que YoonGi no le iba a decir abiertamente lo que sentía, lo sabía porque él era igual.

Así que, con cuidado, tomó las manos del mayor entre las suyas y siguió mirándolo con esa bonita sonrisa que sólo él podría tener.

-Hey escucha, sé que esto para ti es nuevo, para mi también lo es, no me malinterpretes, no estoy diciendo que sé que es lo que estás sintiendo en este momento, trato de decir que está bien, lo que sea que estés sintiendo ahora está bien, y si tiene que ver conmigo, también está bien... Mi parte cursi y dulce quedó dentro del viejo JiMin, y si lo que estoy pensando es cierto, te tengo que decir que debes pensar las cosas dos veces, ahora me ves de esta manera, mañana tal vez vuelva a un bar a emborracharme hasta perder la conciencia, o tal vez tenga ganas de desaparecer de esta vida...- Susurró y dio un apretón a las manos del mayor. -No creo que merezcas a alguien así en tu vida, por eso, ordena bien tus pensamientos... No quiero que veas cosas donde no las hay.

El mayor escuchaba con atención todo lo que el pequeño pelinaranja decía, en verdad se había dado cuenta de sus sentimientos, y justo cuando estaba a punto de decirle que sus pensamientos ya estaban en orden, JiMin se separó de él dejando caer sus manos a medida que este iba retrocediendo, ¿por qué se estaba alejando?

-Creo que ya es tarde, JungKook debe estar esperando por ti y TaeHyung por mi... No hagamos que se preocupen, gracias por el día de hoy... Espero verte pronto.

Después, todo lo que YoonGi vio fue la silueta de JiMin alejarse corriendo, ¿había hecho algo mal? ¿El paseo fue demasiado? ¿O acaso JiMin no quería que YoonGi se enamorara de él? Si ese era el motivo de su huida, JiMin había salido corriendo demasiado tarde...

-Jiminnie... ¿Cómo te puedo explicar que ya he caído por ti?

Murmuró YoonGi sintiendo como pequeñas gotas de agua caían en su rostro. Era Noviembre, y tanto el frío como las lluvias comenzaban a aparecer, y YoonGi comenzaba a necesitar la compañía de alguien para su primer invierno en Seúl.

Por otro lado, JiMin se encontraba frente a su edificio, las gotas de agua ya lo habían empapado en su mayoría, pero aún no quería entrar, le importaba poco si TaeHyung ya estaba ahí, en todo lo que podía pensar era en el bonito rostro de YoonGi alumbrado por aquellas luces de la ciudad, en aquella sonrisa que había visto aún cuando el mayor creía que no lo estaba haciendo... De pronto quiso llorar, aquel punzante dolor en su pecho había regresado, JiMin ya no quería sentir eso de nuevo, JiMin no quería que YoonGi entrara en su frágil corazón... Pero al parecer, ya era demasiado tarde. Miró el camino por donde había llegado y escuchó un par de risas familiares a unos metros de ahí, al parecer su amigo apenas estaba de regreso, así que se apresuró a entrar, usó el elevador y en cuanto estuvo frente a su departamento, abrió la puerta con rapidez, cerró y corrió hasta su habitación, cerró con seguro y finalmente se sentó en el frío suelo. Su ropa aún estaba mojada y de su cabello caían pequeñas gotas de agua, pero en esos momentos tenía tan pocas ganas de ducharse y cambiarse... Tal vez en esos momentos necesitaba que el chico de cabellos negros lo rodeará entre sus brazos, un beso en la frente no estaría de más...

-YoonGi... ¿Qué demonios has hecho conmigo?

Escuchó la puerta cerrarse y a TaeHyung arrojar las llaves en la pequeña barra de la cocina, escuchó sus pasos deambular por todo el lugar, incluso lo escuchó fuera de su puerta, tocó un par de veces, pero JiMin al no responder, escuchó un suspiro y finalmente la puerta del frente ser abierta y cerrada.

Definitivamente JiMin necesitaba a YoonGi, y eso le estaba empezando a asustar.

Second Chance »Y.M«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora