Veinticuatro.

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«Capítulo veinticuatro.»

Gabriela.

— ¿Todavía no llegan tus papás?—Preguntó Valen cuando entró a mi casa y no vio a nadie, hice una mueca y negué con la cabeza.

— No, vuelven en una o dos semanas.—Dije a lo que él asintió, me senté en el sillón y él me siguió, afuera el clima esta horrible.

Seguramente se larga a llover.

— ¿Pedimos uns pizzas? Ni ganas de cocinar.—Pregunté preparándome y agarrando el control de la tele, sonrió cuando lo miré otra vez.—¿Qué?

Negó con la cabeza y sacó su vista de mi con una sonrisita tierna.

Mordi mi labio y caminé a él, me volvió a mirar cuando estuve en frente y sin pedir permiso me senté en sus piernas, quedando con cada una al acostado de su cadera.

Mi corazón latio rápido cuando me miró con una sonrisa y sus manos fueron a mi cintura para acariciarme con sus dedos.

Lo quedé mirando recorriendo su hermosa carita, viendo sus lindos rasgos y volviendome todavía más loca esos labios carnosos, tenía un lunar en la comisura de su labio. Me encantaba mirarlo, es tan hermoso.

Llevé mi mano para acariciar su mejilla y bajar a su labio inferior, lo acaricie suavemente y sonreí cuando cerró los ojos.

— Sos hermoso.—Susurre mordiendo mis labios, no podía creer la belleza que cargaba este chico.

Sus mejillas se volvieron coloradas y mi corazón volvió a latir rápido, sonrió y rápidamente se escondió en mi cuello escondiéndose. Yo llevé mis manos a su nuca y la acaricie.

Era hermoso estar así con él, sintiendo como su aliento chocaba contra mi piel y me causaba esas sensaciones hermosas en la panza, su perfume entraba por mi nariz poniéndome más tonta de lo normal.

Se separó lentamente de mi cuello, quedando a pocos centímetros de mi cara, sonrió y se acercó más a mi mirando mis labios.

— ¿Qué queres hacer?—Pregunté en un susurro, sus ojos viajaron a los mios bajabando otra vez a mis labios.

Tragó saliva nervioso y dio un suspiro que no pude adivinar porque.

— Quiero besarte ¿Puedo?—Preguntó asegurando más su agarre en mi cintura y enderezandose más en el sillón.

Mi corazón latio rápido y unos pinchazos aparecieron en mis manos dando un recorrido por todo mi cuerpo.

— Sabes que podes Valen.—Sonreí y dejé un beso en sus labios para que se anime.

Antes de que me aleje mucho, él se acercó más y unió nuestros labios suavemente, sonreí a mitad del beso y se lo seguí a su ritmo. Valentín hacía que todo lo que haga con él sea diferente, no importaba si sea la cosa más mínima, todo lo que hacía era algo único para mí.

Como ahora, las caricias que deja en mi cintura hacia que todo sea mucho mas especial para mi, porque no las hacía como los demás, había una cierta ternura a su paso y eso me encantaba.

Me volvía completamente loca con cada cosa que haga.

Ladeo su cabeza y mordió suavemente mi labio para que dejara pasar su lengua, recorrió toda mi boca en busca de la mía y cuando la encontró se unieron en una batalla.

Estuvimos un buen rato dandonos besos y cuando el aire faltaba nos separamos.

Sonreí cuando su mano fue a mi mejilla y la acarició con sus dedos.

— Sos hermosa Gabi.—Habló con los ojos brillosos, llevé mis manos a su pelo así lo acariciaba.

— Vos sos hermoso Valentín.—Susurre, sus mejillas se volvieron rojas y las ganas que tenía de hacerle de todo eran inhumanas.

Valentín me tenía loca, muy loca.

Dejé otro beso en su boca y cuándo el me lo siguió sonreí, baje mis labios a su cuello y empecé a dejar besos suaves por toda su piel, sentir su perfume ahí aumentaba las ganas que le tenía. Humedeci mis labios y pase mi lengua a lo largo para hacerlo calentar.

Al parecer funcionó porque escuché su jadeo y como me movía arriba de él.

Empecé a mover mi cadera sobre su entrepierna y escucharlo largar mi nombre con su voz ronca me encantaba, mi cuerpo se llenó de calor cuando el llevó sus manos a mi culo y lo apretó mientras alzaba su cadera para pegarla contra mi zona.

Llevé mis besos hasta el lóbulo de su oreja y lo mordi.

Me separé un poco para mirarlo a los ojos y ver esa carita linda, mordió su labio y me beso desesperadamente, agarrandome fuerte de la cintura para pegarme más a él y que no exista ningún tipo de distancia entre nosotros.

Se separó para mirarme a la cara y bajar su vista muy lentamente, desesperadome mucho al entender que no tenía planeado hacer nada.

— El uniforme te queda tan bien.—Su voz ronca retumbo en mi oído y mi zona baja se convirtió en una cascada cuando pasó su lengua por sus labios.

— ¿Seguro? ¿No queres que me lo saque?—Pregunté mordiendo mi labio, sonrió y sus manos se fueron abajo de mi remera para tocar mi piel.

— Puta que oferton.—Soltó, lo miré un poco y después me empecé a reír seguido de él.

Apoyó su frente en mi hombro y largó un suspiró después de calmarse, empecé a acariciar su nuca y cerré los ojos con tranquilidad.

Valentín me relajaba, mucho.

No sabía que era lo que tenía, pero con solo una acción podía hacer que todo mi mundo desaparezca y que solo exista él con esos dos faros azules. Me encantaba, no había dudas de eso.

Y sabía muy bien que sentía cosas muy fuertes por él.

Mis pensamientos quedaron interrumpidos por el tono de su celular, sacó su cabeza de mi hombro y me miró a los ojos, sonreí y antes de que diga algo me plantó un beso hermoso.

Que me hizo sonreír como tonta.

Agarró su celular y miró el nombre de la persona que acababa de interrumpir nuestro momento.

Giré los ojos cuando leí el nombre "Paola" en su celular, él hizo una mueca y cuando creí que iba a atender cortó la llamada, dejandome sorprendida.

— ¿Qué?—Sonrió y volvió a meter su mano por debajo de mi remera, negué con la cabeza algo atontada y hablé yo:

— ¿Por qué no la atendiste?—Pregunté pestañeando varias veces, se hundió de hombros mirándome y volvió a sonreír.

— Ahora no me interesa ella.—Acotó dejando muchos besitos en mi mejilla, sonreí como pelotuda y me separé un poco para mirar esos dos ojos azules.

— ¿A no?—Pregunté a lo que él negó.—¿Y quién te interesa?—Mordi mi labio bajo su antenta mirada.

Fue dejando besitos por mi mejilla hasta llegar a mi oreja, dónde mordió el lóbulo, poniéndome más tonta de lo que ya estaba.

— Vos me importas.—Susurró suavemente, causando que mi corazón se acelere de una forma que nunca antes sucedió.

Y con esas tres palabras me puso el mundo al revés.


















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Re tarde actualizaba jajajaja.

Komo anda la masturbanda?

Ahre.

Lxs amo 💖

Virgen ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora