cuídame; aristemo.

16.

—a ver, tranquilo Guido. tal vez se quedó sin pila.
—no Aristóteles, la última vez que lo miré dijo que iría a casa de un amigo y ayer unos tipos raros nos estaban siguiendo.
—o-okay Guido. mandaré a personas a buscarlo, avísame cualquier cosa ¿sí? todo estará bien.
—gracias Aristóteles.
colgó. Aristóteles iba a marcar a unos contactos cuando los sollozos en la puerta se hicieron presentes. era temo.
—¿qué pasa cariño? -aristóteles iba a abrazarlo pero temo se alejó.
—no, aléjate, eres como esos señores.
—¿de qué hablas temo, qué señores?
—¡los que me violaron! eres igual.
—no temo, jamás. ¿qué pasa?
—t-tú, tienes una maleta llena de armas, como esos señores.
—temo...
Aristóteles estaba jodido.
temo salió corriendo a casa de Harry y Louis. Aristóteles no lo siguió, no sabía que hacer.
temo llegó y lo dejaron entrar.
temo tomó asiento y finn le dió una taza de té.
—¿qué pasa temo? -habla Finn.
—¿y tus padres?
—fueron a dar un paseo a solas. ya sabes.
—oh, g-gracias por dejarme entrar.
—no agradezcas, ¿me vas a decir?
—uhm, no es grave, sólo peleé con Aristóteles y tengo miedo de quién sea realmente.
—mira, no soy experto en estos temas, apenas voy comenzando con Jack. fue todo un show salir con él ya que él me hacía bullying por mi depresión. -ríe recordando. — él pensaba que era falso lo que tenía. y me daba miedo lo que él pudiera hacer. pero con el tiempo me conoció de verdad y yo a él y entonces supe que, las personas hablando se entienden. y no todo es como aparenta ser. mira, no te haré todo largo, lo que intento decirte es que hables con él, tal vez todo es un mal entendido o tiene una explicación. no sé tu historia, pero sé que eres muy fuerte y todo estará bien.
—muchas gracias, Finn. de verdad. -finn lo abrazó.
finn iba a hablar pero el timbre de la casa sonó.
—iré a ver quién es, tómate el té.
Finn se paró y abrió la puerta encontrándose con Aristóteles.
—hola, ¿está temo aquí? -dijo asustado.
—sí, está aquí.
(...)
—tanto tiempo, diego.
—usted, ¿por qué me tiene aquí? ¿qué me hará? ¿qué quiere?
—quiero que me digas dónde diablos está temo.
—qué le interesa bruja.
—a mí no me vas a hablar así mocoso. -lo golpea en la mejilla. —vas a hablar por las buenas o por las malas. -saca una pistola, apuntando hacía él.
(...)
—siéntate por favor, voy a explicarte.
—hazlo.
—mira, además de mis trabajos en las empresas, soy mafioso.
—¿qué es eso? no entiendo.
—significa armas, muerte, sangre, crimen y mucho dinero. es algo que con el tiempo entenderás. y tengo que hacerlo, no me queda de otra, temo.
—¿pero no eres como esos señores verdad? tu no violas a niños, ¿cierto?
—claro que no, temo. yo te cuido, y lo haré siempre, nunca seré como esos señores.
—okay, necesito a Diego.
—también necesito contarte algo sobre diego. algo grave. -temo se alarmó.
—¿qué pasa con Diego? ¿está bien?
— no lo sé, hace rato habló Guido para decir que Diego desapareció. no te preocupes, ya mandé a personas a buscarlo. Diego estará bien.
temo volvió a llorar.
—¿personas m-mafiosas?
—sí, y lo encontrarán.
Aristóteles besó a temo.
—te amo.
—yo también papi.
(...)
—¡ya les dije que no sé nada de temo!
—me cansaste. -toma el arma y la carga.—última oportunidad diego.
—no lo he visto desde que usted me prohibió verlo, usted me amenazó de muerte si volvía a verlo. lo juro.
—¿cómo sé que no estás mintiendo?
—NO LO SÉ DOÑA, LE ESTOY DICIENDO LA VERDAD. BUSQUELO USTED MISMA, FLOJA.
—cállate. —dispara a la pierna de Diego, y éste grita del dolor.
—vámonos de aquí. no sabe nada.
y Diego se queda sólo en esa casa, sangrando.
(...)
Aristóteles masajeaba sobre la tela del bóxer el miembro de temo. este gemía mientras lo seguía besando. pero no pudieron llegar lejos por la llamada entrante.
—contesta, tal vez son noticias sobre diego.
—sí. ¿bueno? ¿guido?
—encontraron a Diego.
—¿está bien?
—no, está en el hospital, no despierta. -se escuchaban los sollozos de Guido a través del teléfono. —¿podrían venir, por favor?
—sí, vamos para allá.
cuelga.
—¿cómo está Diego?
—está en el hospital, temo, vístete, iremos a con Guido.
—¿por qué le está pasando esto a mi amigo, papi? -llora temo.
—no lo sé, pero quieren algo, de mucho valor como para secuestrarlo como si nada.