—¡ya voy! -temo abre la puerta, al ver de la persona que trataba su cara se pone color pálida.
—temo...
—¿papá?
—sí hijo, soy yo.
no entendía nada, absolutamente nada. ¿qué estaba pasando? su papá estaba muerto, supuestamente.
temo comenzó a llorar, no podía creerlo.
—n-no entiendo. ¿papá?
—sí hijo, abrázame, ven aquí.
pancho y temo se abrazan. ambos llorando de alegría y confundidos.
—pasa papancho.
—¿vives aquí?
—sí.
—tenemos muchas cosas que explicarnos.
(...)
temo se encontraba sentado en el sofá llorando, mientras pancho tomaba su mano, llorando también.
—tal vez no me creas, o tal vez sí. pero te diré la verdad; tu madre me separó de ti y te hizo creer que estaba muerto. verás, estábamos en una etapa donde no teníamos el suficiente dinero, y lamentablemente tu madre quiso sacar provecho en ti. me dijo lo que tenía planeado, y era venderte a hombres/mujeres de dinero. obviamente le dije que no, no estaba dispuesto a hacer eso, eres mi vida entera no lo iba a permitir. el día que subimos al carro y chocamos, fue la oportunidad que tu madre tanto buscaba. inmediatamente tomó nuestros ahorros e hizo que me hicieran pasar por muerto. te preguntarás por qué nunca regresé. tu madre me tenía encerrado, un día logré escapar gracias a un vecino que descubrió el sótano de esa casa tan horrible. estuve buscándote, preguntaba a cada persona que pasaba si te habían visto y mostraba una foto tuya, hasta que un joven me dijo que era tu amigo, Guido, creo que se llama. le conté todo y me trajo hasta acá. ¿qué hizo tu madre contigo mientras no estaba, temo?
—me vendió a hombres malos. yo no sabía nada, pensé que habías muerto, mamá me hizo creer que todo fue mi culpa, me maltrataba, me decía cosas feas y me pegaba. un día escapé, y mientras corría choque con un hombre. Aristóteles. y no sé porqué pero me abrazó y luego me llevó a el doctor, su casa. estuve quedándome con él después de que le conté todo. y después de un tiempo... me enamoré. y él también de mí. y me ha tratado bien y me ayudado muchísimo. me cuida siempre de los hombres malos, es por eso que me trajo hasta aquí porque hombres malos me querían de vuelta. me da muchísimo amor, lo que tanto necesitaba. él me quiere.
—me alegra mucho saber que estás bien y con alguien que te ama. -sus ojos se volvieron cristalinos de nuevo. —y perdóname por no poder cuidar de ti, por todo el tiempo que no estuve. me hiciste mucha falta, eres lo que más amo temo.
—papá, no es tu culpa. yo te amo mucho también, y te extrañé tanto, que bueno que estés aquí de nuevo. no me dejes de nuevo.
temo y pancho se abrazan de nuevo,un poco más calmados.
—temo, ya llegué. -aristóteles cierra la puerta y al ver a temo y un señor mucho mayor, pone cara de confusión.
—temo, ¿qué está pasando?
—uhm, es mi papá. vino hasta aquí para verme y explicarme algunas cosas.
—pero que no...
—lo sé. te explicaré.
(...)
después de unas horas platicando con Aristóteles y pancho, ahora todo tenía un poco de más sentido.
—gracias por cuidar de mi hijo. eres un gran hombre Aristóteles. muchas gracias.
—no hay de qué. sólo no lo aparte de mi lado.
—él puede decidir con quién estar. temo sabe lo que hace. sólo que ya es tarde, debería irme y volver mañana y temo podría decirnos. ¿qué te parece, temo?
temo estaba dudando, ama a Aristóteles. pero también quiere tener a su padre. la cabeza de temo todo era confusión, y Aristóteles sintió miedo. entendía que temo quisiera irse, pues se trata de su padre. pero Aristóteles también lo ama.
el simple hecho de imaginar que temo se va, hizo que una lágrima cayera de los ojos de Aristóteles.
—no, no, puede quedarse aquí si quiere, hay muchos cuartos. además ya es muy tarde.
—¿no les molesta?
—para nada. ahora mismo voy al cuarto dónde puede quedarse a arreglar la cama un poco.
Aristóteles se va, un poco serio y triste. no quería que temo se fuera, estaba tan enamorado de él, tenía pensado toda una vida con él. pero tampoco quería apartarlo de su padre, lo que tanto necesita.
temo seguía parado en el mismo lugar viendo un punto fijo, sin apartar su mirada.
—¡temo!
—lo siento, estaba pensando.
a temo le aterraba la idea de irse de con Aristóteles. pero sabía que necesitaba a su padre muchísimo. no sabía que hacer.
—su cama está lista, puede irse a descansar.
—muchas gracias, Aristóteles.
Aristóteles sonríe un poco triste y sube al cuarto. se quita su ropa y se queda solamente con el bóxer como acostumbra dormir siempre. se acuesta en su cama, y se pone de lado, pensando. no quería a temo lejos de él. pero no podía decidir nada él. se escuchan pasos y Aristóteles se hace el dormido.
temo se pone su pijama, e intenta dormir, pero es imposible. Aristóteles le estaba dando la espalda, lo necesitaba.
—papi... ¿estás dormido? yo no puedo dormir. quiero que me abraces como siempre, no dejo de pensar.
—tampoco puedo dormir. tampoco dejo de pensar y también necesito abrazarte.
Aristóteles se voltea mirando a temo, ambos tenían sus ojos llorosos.
—¿te irás, temo? entiendo si quieres hacerlo, es tu padre. pero no quiero que te vayas.
—tampoco quiero irme. pero extraño a mi padre. -susurra.
—te amo, temo.
—yo también te amo.
Aristóteles abraza a temo y lo besa, sube a temo en su regazo e intensifica el beso. sus manos viajan hasta llegar al trasero de temo y lo aprieta, soltando un gemido temo.
—mi lugar es aquí contigo, tú eres mi hogar y por eso me quedaré contigo. llévame al cielo o arrástrame al infierno, pero no sueltes mi mano. ahora mismo te necesito, házme llegar a las estrellas o házme sentir el calor del infierno.
—lo haré. -sonrió —te amo.
temo no dice nada y besa a Aristóteles, hasta bajar a su cuello y dejar leves marcas
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cuídame; aristemo.
Fanfictiontras la muerte de el papá de cuauhtémoc López, y maltrato de parte de su mamá, temo se a convertido en una persona tímida, insegura, inmadura. se quedó tan atrapado en el pasado; cuando era un pequeño niño feliz, que ahora actúa como sí fuera un niñ...