22.

942 84 6
                                    

—¿podemos volver a México?
—no temo, es peligroso.
—pero ya han pasado meses, ¿sabes? finn siempre se roba mi comida, stiles está muy fastidioso con su embarazo, harry me quiere pintar las uñas todo el tiempo de azul, ¡a mí me gusta el rosa!
(Aristóteles ríe)
—pero los quieres, ¿no es así?
—sí, ¿pero sabes qué quiero también? -temo se baja del sillón y se sube en las piernas de aris.
—hmm, ¿qué deseas?
—besarte. -temo se acerca lentamente hasta que....
—¡TEMOCHAS! alguien te busca afuera, un tal finola.
—¡papá, me asustaste! dile que no tengo más comida. -finn entra rápido.
—temo, no quiero comida, necesito un consejo.
—está bien, ya voy. -se baja de aris, sin antes darle un beso. -ya regreso.
(...)
—¿qué pasa finn?
—es que, Jack cumplirá años en una semana, y como sabes, papá lou me castigó por tres semanas... pero yo necesito ir a la fiesta de Jack ¿puedes ayudarme?
—¿y cómo debería ayudarte?
—puedo decirle a papá que me acompañarás a la fiesta.
—no, no lo creo, las fiestas me dan miedo.
—pero realmente no irás, sólo harás como que me acompañas.
—está bien, pero sólo si prometes dejar de comerte mi comida.
—¡lo prometo! eres el mejor temis.
(...)
—señora, tengo nueva información. al parecer un amigo miro a temo en Doncaster con Diego.
—¿Diego? ese estúpido mintió.
—sí, pero no se preocupe, tengo a alguien que me pasa buena información. pronto tendrá a temo de vuelta.
—al fin haces algo bien.
(...)
—papi, ¿me dejas salir con Donovan?
—no
—¿pero por qué?
—no temo, no conoces aquí y a él no lo conozco tan bien.
—pero yo sí lo conozco bien, es un gran amigo mío, lo quiero mucho.
—bueno, te dejo salir pero tienes que llevar tu ubicación prendida ¿está bien? cualquier cosa me llamas.
—sí papi, eres el mejor, te amo.
—también te amo.

si bien, Aristóteles tenía más confianza en dejar salir a temo, las cosas iban tan bien, sin embargo había algo que tenía a aris mal, no sabía qué, pero presentía algo.
últimamente se sentía triste y sólo, con un enorme vacío y sin ánimos. no quería contárselo a nadie porque no tenía una razón. dejó que temo se fuera, pues se sentía muy triste y no quería que lo viera así. temo se fue y aristóteles fue a con Harry.

—hola harry... ¿estás ocupado?
—no, estoy libre, ¿te sientes bien? te veo mal.
—no estoy bien, ¿podríamos salir un momento a caminar?
—claro.
Harry se paró y acompañó a aris a un pequeño parque a caminar.
— cuéntame qué te pasa, aris.
—es que realmente no lo sé. no hay una razón, yo solamente me siento triste y solo, sin ganas de nada.
—pero tú no estás solo... ¿pasó algo que te tenga así?
—no, no a pasado nada, sólo que simplemente estos días me he sentido así, y sé que no estoy solo, tengo a temo que es lo que más amo en esta vida, pero... yo simplemente no puedo evitar sentirme solo. y es tan difícil para mí el contenerme cuando estoy con temo, sólo quiero llorar y apagarme, dejar de pensar en cosas que a la vez no son nada. no tengo razón para estar triste, y eso es lo que más me frustra. -aris comienza a llorar, de repente necesitando un abrazo sincero, y Harry se lo da. —yo simplemente no sé lo qué me pasa, pero siento que lo merezco.
—no, ari, no mereces esto y te entiendo. sé cómo te sientes, me he sentido así antes. -harry se separa y lo mira.—mira, tengo un contacto de alguien que es psicólogo, me ayudó muchísimo en mi tiempo en el que estuve así. te lo daré y vas hoy mismo ¿está bien? te quiero muchísimo, necesitaba un amigo como tú.
—gracias harry, también te quiero.
(...)
—dijiste que ya no haríamos esto Donovan.
—prometo que es la última vez, anda, fuma un poco más.
—¿estás seguro que no es malo?
—para nada, esto sólo te pone feliz.
—¿cómo dices que se llama?
—marihuana
—está bien, dame más, confío en ti.
—¿y por qué estás con Aristóteles?
—él me rescató, y me ama como yo lo amo.
—ya veo... ¿y por qué están aquí?
—es algo que no debería decirte.
—está bien. ¿se quedarán mucho tiempo aquí?
—sí, aquí estamos a salvo.
—entiendo. ¿sabes? estoy muy alegre de tenerte como mi amigo.
—también estoy alegre por eso. ya debería irme.
—¡no! quédate un poco más, así se te baja el efecto.
(...)
—¿Aristóteles Córcega?
—soy yo.
—oh, puedes pasar.
Aristóteles toma asiento.
—¿puedes contarme por qué estás aquí?
—yo... no lo sé, sólo, tengo meses que me siento mal. emocionalmente. me siento solo, tengo una tristeza inexplicable y no tengo razón para estarlo. cuando intento dormir no puedo. yo sólo me quedo mirando el techo, llorando. no puedo controlarme, siento que los días pasan tan rápido y eso me afecta tanto... me desespera, y no sé cómo detener lo que siento, no sé cómo pararlo; simplemente me está consumiendo. hace días miré una navaja y no entiendo por qué pero, mi cabeza sólo pudo pensar en "házlo" e iba a cortarme, pero en eso llegó mi novio y no lo hice.
—ya veo, ¿antes habías sentido esto?
—sí, pero ahora es más fuerte, no puedo controlarlo.
—¿tienes familiares con depresión?
—no, no tengo familia.
—entiendo. ¿hay algo de tu pasado que no te deje en paz?
—sí... la hay, pero no sé cómo decirlo. no sale.
—tranquilo, vamos a trabajar en eso, estarás bien, ¿de acuerdo? yo te ayudaré con eso. por ahora no tengo un diagnóstico, tenemos mucho por hacer y hablar. pero tengo una idea de que podría ser depresión. no te alarmes, con el tiempo veremos bien qué es, por ahora, te pondré un horario para que puedas venir cuando indique. verás que pronto podrás sacar todo.
—está bien, muchas gracias.
—no hay de qué. ¿podrías darme tu número y nombre completo?
—claro.
(...)
—papi, he llegado... ¿papi?

era extraño, la casa estaba sola, me asusté. jamás había estado solo. lo busqué por todos lados y no estaba. comencé a llorar de frustración, me hice bolita en nuestra cama pensando que tal vez él me dejó y por eso últimamente se comportaba raro.
pasaron horas y él no regresaba, sólo cerré mis ojos y espere y espere y espere hasta quedarme dormido.

sentí que algo me tocaba el hombro, abrí mis ojos rápidos.
—¿temo? ¿por qué lloras?
—¡aris! pensé que te habías ido para siempre. -temo se levanta y abraza a aris.
—jamás me iría, sólo fui a un mandado, tranquilo, aquí estoy.
—pensé que me habías dejado, últimamente estás raro y pensé que ya no me querías.
—no, cariño, te amo demasiado, jamás te dejaría. eres lo mejor en mi vida, lo siento... solamente he estado ocupado, pero sigo siendo el mismo ¿está bien? vuelve a dormir, yo te cuido.
temo cerró sus ojos, volviendo a dormir.

pero aristóteles no durmió. ¿sigo siendo el mismo? ¿realmente lo era?
odiaba sentirse así, pero no podía hacer nada... se odiaba tanto. tenía miedo de no ser él de nuevo, aunque, ¿alguna vez hubo un él? ¿quién era realmente aristóteles córcega?
☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️☁️

hola, he vuelto.
tal vez están cansados de verme pedir disculpas, pero lo siento de verdad.
estoy intentando dar lo mejor de mí, siento que lo que estoy escribiendo ya no es suficiente.

¿pueden creer que estuve a punto de borrar la historia?
intentaré escribir más seguido.

all the love, v.

cuídame; aristemo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora