BENDICIÓN

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Narra Adrien:
Hay veces que creo que mi vida va por un buen camino, hasta que algo o alguien se interfiere en mi camino de mi felicidad, bueno a pesar de eso siempre estuve con mi princesa para que me apoye en todo y viceversa, no puedo cambiasla por nada de este mundo.

Aunque todo es tranquilo en Hong Kong, siempre vamos de visita rápida a París cuando podamos, solo para platicar con mi amado suegro y contarles algunas cosas a nuestras amigas, pero no solo eso, también les platicamos como estamos organizando nuestra boda, ya que, cuando termine los estudios Marinette, nos casamos inmediatamente en la Catedral de Norte Dame y comenzar con una nueva vida.

Pero en uno de nuestros viajes, paso lo más estraño que nunca no hemos imagino que pasaría...

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Estábamos caminando tranquilamente por las calles paresinas tranquilamente, charlando un poco sobre nuestra boda, hasta que sentimos que algo o alguien nos estaba persiguiendo durante un rato, no le tomamos importancia a eso y seguimos caminando.

- Entonces ¿Que opinas de este?.- me enseñó un lindo vestido de novia en una revista.

- No lo sé, tu eres experta en este tipo de cosas.- lo dije de modo de burla.

- Ja ja, que gracioso...- me lo dijo sarcásticamente.- pero aun así necesito saber si te gusta o no.

- En cualquier vestido, te vas a ver hermosa.

- No es para tanto, pero estaba pensando en...- de eso alguien la interumpio.

- Disculpen...- nos volvíamos al ver una señora con unos lentes rojos, cabello corto y negro que tenía uno pequeño mechón de pelo de color rojo...
Sabía quién era.- Que bueno que lo encontré joven Adrien.

- Hola Nataly...- la saludé con gusto, pero a la vez algo estrañado en ella.- ¿Que haces aquí?

- Tus padres te estaban buscando, junto con su prometida... Marinette.- eso sí me sorprendo al igual que Marinette o tal vez más que yo, ¿Acaso es un sueño o una pesadilla?

- ¿Como sabe mi nombre señorita?- pregunto a los pocos segundos que estuvo en silencio mi princesa.

- Nos enteramos gracias a varias personas, pero eso no importa, lo que importa es que vengan conmigo para ir con los Agreste.- Ya es bastante estraño y misterio a la vez ¿De seguro es un sueño?

Aún así tuvimos que aceptar las condiciones que no puso Nataly, empiezamos a seguirla hasta llegar a una limosina de color plateado, ya era suficiente con ese silencio incomodo, ¿Que es lo que están tramando mis padres ahora que ya estoy feliz?

- Nataly ¿Que te dijo mis padres sobre eso?- lo dije bastante serio para que me pusieran atención.

- Si, ¿Por qué tanto misterio?.- también mi princesa me apoyo en eso.

- Me gustaría decirles a los dos...- comento Nataly algo seria y... ¿Avergonzada?.- Pero los señores Agreste me pidieron que no comentara nada hasta que lleguen a la casa de ellos.

¿Que podemos decirle más?...
No podíamos obligarla a que nos cuente lo que está pasando, apareció poco a poco el silencio incomodo, entrando a la limosina dirigiéndonos a mi antiguo “hogar”...

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Al llegar a esa cárcel que me tenía pricionero durante 17 años, seguimos a Nataly hasta llegar al comedor donde nos encontramos a mis padres y...

- ¿Papá?- se sorprendió Marinette al ver a su padre, un panadero, sentado con dos personas de la clase alta...
¿QUE ESTA PASANDO? ¿ACASO ES EL DÍA OPUESTO?

- Hola señorita, que bueno que estén aquí.- dijo mi madre con gusto hacia ella, eso me hizo escalofrío al escuchar con respeto a ella.

- Por favor, sientes tenemos mucho en que hablar.- mi padre nos ofreció asiento, a los dos, a su hijo con su prometida...
¿ALGUIEN ME LO PUEDE EXPLICAR?

No sabíamos que decir realmente, por la cual nos sentamos donde nos dijeron para así platicar sobre “algo”, no se que pensar, se me venían muchas ideas sobre esta situacion más estraña que he vivido. Y yo no soy el único con mil pensamientos sobre esto, vi a mi princesa también nerviosa y confundida con esta situacion en contextos.

- Bien, se que están demasiado confundidos en estos momentos...- nos dijo mi madre dando así para sacarnos de nuestro pensamiento.

- Pero tuvimos problemas con nuestra economía y sobre la señora Rossi.- al escuchar decir eso de mi padre no me lo podría creer.

- ¿Que hizo ella ahora?.- pregunto mi princesa angustiada por el asunto.

- Hija, ¿Recuerdas sobre tu herencia?- dijo su padre para que ella asintiera con la cabeza.- Pues resulta que también quería robar la herencia de tu novio, por suerte la detuvieron a tres de llegar a un mayor problema.

Bueno ya sabía que esto iba a pasar, de que esa “Señora” iba a cometer una traición hacia mi familia, pero no me esperaba a que ellos se dieran cuenta antes de que se fueran a la banca rota. Pero aún no puedo comprender el por qué el padre de Marinette estuvo platicando con mis padres.

- Eso es bueno, pero ¿Por eso estas aquí señor Dupuag?- se lo pregunté a el, pero en vez que el me lo contestará, mis padres empezaron a responder.

- Hijo, sabemos que no fuimos los mejores padres en estos últimos años...- comenzó a aclarar mi madre.- y hemos estado más interesados en aumentar nuestras riquezas contigo desde que eras pequeño.

- Por esa razón te hemos estado exigiendo demasiado, ocasionado que tuvieras rencor en nosotros...- continuo mi padre con ¿Lágrimas?.- No debíamos averte dejado encerrado durante ese tiempo, pero ahora que te vemos, feliz, sanó, con una linda chica, nos damos cuenta que tú puedes con todo.

¿De verdad estaban orgullosos por mí? No me podía creerlo hasta que vi como mis padres se empezaron a secarse sus lágrimas, valla que me sorprendió, estaban aceptando todo lo que ha pasado, en eso escuche por fin la respuesta de mi suegro.

- Y es por eso que están de acuerdo de que te cases con mi hija, además de que los van ayudar en cualquier cosa para que quede perfecta la boda de ustedes dos, como señal de disculpas.

No sabía que decir, o que hacer, de verdad mis padres quería remediar sus errores del pasado, con tal motivo de que los perdonará, eso me hizo llorar y levantarme de mi asiento, de eso mis padres también se levantaron y fuero conmigo para darme un gran abrazo, también ellos rompieron en lágrimas, era bastante agradable que por fin, después de mucho tiempo supieran que estaban perdiendo a su único hijo por su arrogancia.

En eso vi como mi princesa fue a abrazar a su padre y susurrarle una cosa, dando a creer que el hizo algo para este momento, un momento que lo recordaré como el día más increíble y estraño en toda mi vida...

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Hola amigo lectores, espero que les guste la penúltima parte de esta historia, y gracias por esperar las actualizaciones, ya que estoy demasiado ocupada con el tema del estudio, pero he logrado salir adelante con esta historia, bien sin nada más que decir nos vemos.

ROMEO Y CENICIENTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora